¿Qué es el Desarrollo sustentable?
El desarrollo sustentable (o desarrollo sostenible) consiste en la administración eficiente y responsable de los recursos naturales para preservar el equilibrio ecológico, a fin de garantizar la distribución equitativa de tales recursos en el presente y su disponibilidad para las generaciones futuras.
La noción de desarrollo sustentable es una evolución del antiguo concepto de desarrollo, ya que contempla el progreso económico y material, pero en equilibrio con el bienestar social mediante el aprovechamiento responsable de los recursos naturales. De este modo, concilia los tres ejes fundamentales de la sustentabilidad: el económico, el ecológico y el social.
El concepto tradicional de desarrollo económico se refiere solamente a la producción y distribución de bienes y riqueza, sin contemplar el equilibrio ambiental como fuente de la calidad de vida. El concepto de desarrollo sustentable parte de que dicho modelo desarrollista ha puesto en riesgo al ecosistema y, con ello, la calidad de vida y la supervivencia humana.
El objetivo del desarrollo sustentable es alcanzar cierto nivel de progreso material sin comprometer el medio ambiente, los recursos naturales y la calidad de vida de los seres humanos. De este modo, se propone atender los ámbitos social, económico y ambiental con base en la viabilidad, la sustentabilidad y la equidad.
La implementación de un programa de desarrollo sustentable depende en gran medida de la voluntad de los gobiernos para formular políticas públicas que favorezcan la concientización y participación de la ciudadanía y las empresas en temas como reducir la contaminación, ahorrar recursos energéticos, emplear energías renovables, etc.
Principios del desarrollo sustentable
Planta de energía eólica en convivencia con áreas de explotación agrícola
Dependiendo de los enfoques, los principios del desarrollo sustentable pueden fundarse en diferentes teorías y manifiestos. Con base en la Declaración de Río de Janeiro de 1992, pueden resumirse de la siguiente manera:
- El ser humano como centro: la supervivencia y calidad de vida de los seres humanos es el centro de interés del desarrollo sustentable.
- Principio de equidad para la erradicación de la pobreza: implica distribuir equitativamente los recursos para satisfacer necesidades básicas (alimentos, vestido y vivienda) y brindar igualdad de oportunidades.
- Principio de solidaridad con las generaciones futuras: el desarrollo sustentable toma en cuenta el compromiso con el bienestar de las generaciones por venir.
- Preservación de los recursos naturales y del medio ambiente: la preservación del medio ambiente y los recursos que proveen son condición fundamental para la calidad de vida y la supervivencia.
- Responsabilidad común pero diferenciada: todos somos corresponsables de cuidar el ambiente según el grado en que lo afectamos.
- Responsabilidad del Estado: los Estados deben poner límites a la sobreexplotación ambiental y desalentar el consumo indiscriminado.
- Cooperación internacional: los Estados deben cooperar entre sí compartiendo conocimiento para la protección del medio ambiente y el alcance del desarrollo sustentable. Asimismo, la comunidad internacional deberá ayudar a garantizar el desarrollo sustentable de los países periféricos.
Tipos de sustentabilidad
El desarrollo sustentable concilia tres ejes o tipos fundamentales de sustentabilidad: económico, ecológico y social, los cuales se interconectan con los criterios viable, sustentable y equitativo. Se trata de ámbitos de sustentabilidad inherentes al concepto de desarrollo sostenible, fuertemente relacionados entre sí.
Sustentabilidad social: el crecimiento social debe corresponderse a índices soportables para el ambiente y debe fundamentarse en la corresponsabilidad en la distribución de la riqueza. Ello implica procurar el crecimiento demográfico proporcional y erradicar la pobreza.
Sustentabilidad económica: el crecimiento económico debe ser viable en relación con el ambiente, es decir, no debe sobrepasar la capacidad de regeneración de los recursos naturales. Asimismo, debe estar comprometido con la equidad social en la distribución de los recursos.
Sustentabilidad ambiental: se refiere a garantizar la existencia de los recursos naturales en el tiempo. La sustentabilidad ambiental busca garantizar a la sociedad condiciones para que esta se soporte y, por ello, busca garantizar la viabilidad del crecimiento económico.
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Ejemplos de desarrollo sustentable
Paneles solares para la obtención de energía eléctrica.
Uso de energías limpias o alternativas. La energía eólica, solar, geotérmica, entre otras, constituyen fuentes de energía que generan un impacto menor en el ambiente que las plantas hidroeléctricas.
Sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles. Los combustibles fósiles generan grandes emisiones de CO2, lo que repercute en el calentamiento global. Además, su forma de obtención es muy invasiva y el tiempo de recuperación de los combustibles fósiles es tan alto que se considera un recurso no renovable y, por ende, podría agotarse.
Reciclaje. El reciclaje supone el aprovechamiento de los materiales que ya han sido manufacturados. Es una forma de contener y reducir la contaminación por producción de basura.
Reducción de la agricultura intensiva. Supone hacer un uso adecuado de la agricultura que no agote la capacidad del suelo para aportar nutrientes.
Reforestación. Es repoblar un terreno con plantas y árboles cuando los mismos han sido intervenidos para la obtención de recursos.
Reducción del consumo energético. Cuanto menos energía consumimos, se reducen los niveles de producción energética, lo que supone menor impacto ambiental y más ahorro económico.
Desarrollo de ciudades sostenibles y edificios sostenibles, como el edificio The Edge, Amsterdam y la Torre BBVA Bancomer, de Ciudad de México.
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Historia del desarrollo sustentable
Los antecedentes del desarrollo sustentable se remontan a 1950, cuando empezaron a discutirse las consecuencias de la sobreexplotación ambiental y la contaminación, acentuadas por la Segunda Guerra Mundial.
Un hito en el debate fue la publicación del libro Primavera silenciosa de Rachel Carson (1962) que denunciaba el impacto ambiental y sanitario de los pesticidas usados en la producción agrícola. A pesar de que fue objeto de cuestionamientos científicos, la obra inspiró políticas ambientalistas concretas y dio base a los principios de sustentabilidad.
En 1972, el debate llegó a los organismos internacionales con la llamada Conferencia de Estocolmo o Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (CNUMAH) y, desde entonces, ha sido una preocupación constante en los debates de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 1987, la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (CMMAD) de la ONU presentó el Informe Brundtland, llamado así por la presidenta de dicha comisión, Dra. Gro Harlem Brundtland. Según el informe, el desarrollo sustentable implica:
“satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.
El concepto de desarrollo sustentable o sostenible se convirtió en el eje de las conferencias internacionales posteriores en materia de medio ambiente y desarrollo económico, tales como:
- Río de Janeiro, 1992: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que dio como resultado la Declaración de Río.
- Nueva York, 1997: Cumbre de la Tierra +5.
- Johannesburgo, 2002: Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, conocida también como Río +10.
- Río de Janeiro, 2012: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, conocida como Río +20.
- Nueva York, 2015: Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, cuyo documento final fue Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Esta última conferencia (Nueva York, 2015) fijó una agenda de diecisiete objetivos del desarrollo sostenible para el año 2030, el primero de los cuales es la erradicación de la pobreza. Incluye también el acceso a la salud, a la educación de calidad y al trabajo; la igualdad social y de género; la acción por el ambiente y la producción y consumo responsables, entre otros.
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Desarrollo sustentable en México
Torre Bancomer del BBVA, Ciudad de México. Iluminada con energía eólica.
El desarrollo sustentable es una preocupación relativamente reciente en México. A pesar de que su Carta Magna ya expresaba en el artículo 27 un interés por “regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con el objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana”, no fue sino hasta 1988 que se creó la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA).
Del mismo modo, en 1994 se conformará la actual Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con el objetivo de crear y hacer cumplir las normativas vigentes en materia medioambiental. Incluye vigilar el uso consciente y responsable de los recursos naturales, sin dejar de lado la calidad de vida de la población y el desarrollo económico.
México es sin duda un país con una riqueza enorme de recursos naturales, sin embargo, al igual que muchos otros, todavía necesita avanzar en esfuerzos que concreten las intenciones institucionales del Estado. El desafío actual de México es continuar su crecimiento económico bajo una ética de justicia social y de uso racional y eficiente de los recursos naturales, así como de preservación del equilibrio ecológico.
¿Desarrollo sustentable y desarrollo sostenible?
Muchas personas se preguntan si existe una diferencia entre desarrollo sustentable y desarrollo sostenible. En términos específicos, sostenible significa que algo puede mantenerse en el tiempo, mientras que sustentable significa que algo puede mantenerse por sí mismo.
A pesar de esta especificidad, en la actualidad se usan indistintamente desarrollo sostenible y desarrollo sustentable, pues uno implica al otro. Es decir, si el desarrollo es sostenible, entonces también es sustentable.
Por ende, cualquiera de ellas es correcta, pues las dos se refieren a algo que se puede mantener en el tiempo, sin agotar los recursos o causar daños irreparables en el ecosistema.
En Latinoamérica, el uso de la expresión desarrollo sustentable es más común, mientras que en España suele hablarse más bien de desarrollo sostenible.