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Tipos de células principales del cuerpo humano


El cuerpo humano está formado por 37 billones de células, que son la unidad de la vida.

No es de extrañar que encontremos una gran diversificación entre ellas para poder llevar a cabo diferentes funciones, permitiendo complementarse y cubrir las necesidades vitales de un organismo, como por ejemplo el mantenimiento de la estructura corporal, la nutrición y la respiración. Se estima que hay cerca de 200 tipos de células que podemos distinguir en el organismo, algunas más estudiadas que otras.

A lo largo de este artículo hablaremos sobre las principales categorías que agrupan tipos de células según sus características.

¿Por qué importan estos cuerpos microscópicos?

Aunque nuestros procesos mentales parezcan surgir de algún punto recóndito de nuestra cabeza en la que se establezca la conexión entre el alma y el cuerpo, tal y como creía el filósofo Descartes, lo cierto es que son explicados básicamente mediante la relación entre el organismo humano y el entorno en el que habita. Es por eso que conocer los tipos de células de las que estamos compuestos nos ayuda a entender cómo somos y de qué manera experimentamos las cosas.

Como puedes imaginar, no hablaremos de cada una de ellas, pero sí que haremos unas pinceladas generales acerca de algunas de ellas para conocer mejor nuestro cuerpo.

Clasificando las clases de células

Antes de empezar, sería ideal agrupar los tipos de células para organizar mejor el tema. Hay varios criterios para distinguir a los diferentes tipos de células.

Para el caso que nos toca (células del ser humano) podemos clasificarlas dependiendo del grupo de células al que pertenecen, es decir, en qué tipo de tejido pueden encontrarse.

El cuerpo humano está formado por cuatro tipos distintos de tejido, gracias a los cuales somos capaces de mantener relativamente aislados entre sí los diferentes ambientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Estas categorías de tejido son las siguientes:

  1. Tejido epitelial: configura las capas superficiales del organismo. A su vez, se puede dividir entre recubrimiento y glandular.
  2. Tejido conjuntivo: actúa como conexión entre tejidos y conforma la estructura del cuerpo. El hueso, cartílago y sangre son los tejidos más especializados del conjuntivo.
  3. Tejido muscular: como su propio nombre indica, está conformado por la agrupación de células que forman los músculos.
  4. Tejido nervioso: formado por todos los elementos que forman el sistema nervioso.

1. Células del tejido epitelial

En este grupo encontramos las células que forman parte de las capas más superficiales del organismo. Se subdivide en dos tipos que veremos a continuación con sus características fundamentales.

1.1. Tejido de recubrimiento

Son las capas propiamente dichas que recubren al organismo.

  • Células de la epidermis o queratinosas: células que conforman la piel. Están colocadas de forma compacta y se mantienen fuertemente unidas entre ellas, para no permitir la entrada de agentes externos. Son ricas en fibra de queratina, la cual las va matando a medida que van ascendiendo a la parte más superficial de la piel, de modo que al llegar al exterior están duras, secas y fuertemente compactadas.

  • Células pigmentadas: este tipo de células es el que da el color a la piel gracias a la producción de melanina, que sirve como protector contra la radiación solar. Los problemas en estas células pueden causar muchos problemas en la piel y en la visión, por ejemplo, tal y como ocurre en ciertos tipos de albinismo.

  • Células de Merkel: estas células son las encargadas de proporcionarnos el sentido del tacto. Están interconectadas con el sistema nervioso para transmitir esta información en dirección al encéfalo.

  • Neumocitos: ubicadas en los alvéolos pulmonares, tienen la función de hacer de puente entre el aire recogido en los pulmones con la sangre, para intercambiar el oxígeno (O2) por el dióxido de carbono (CO2). De este modo, están en el principio de la secuencia de funciones encargadas de llevar oxígeno a todas las partes del organismo.

  • Células de la papila: células que se encuentran en la lengua. Son las que nos permiten disponer del sentido del gusto, gracias a la capacidad de recibir substancias químicas y transformar esta información en señales nerviosas, las cuales constituyen el sabor.

  • Enterocitos: células del intestino liso, que se encargan de absorber los nutrientes digeridos y de transmitirlos a la sangre para ser transportados. Su función es, por tanto, hacer la función de pared permeable a ciertos nutrientes e infranqueable para otras sustancias.

  • Células endoteliales: son las que configuran y estructuran los capilares sanguíneos, permitiendo la correcta circulación de la sangre. Fallos en estas células pueden producir daño celular en órganos muy importantes, que dejarían de funcionar correctamente y, en algunos casos, esto puede llevar a la muerte.

  • Gametos: son las células que participan en la fecundación y formación del embrión. En la mujer es el óvulo y en el hombre son los espermatozoides. Son las únicas células que contienen sólo la mitad de nuestro código genético.

1.2. Tejido glandular

Grupos de células que comparten la función de generar y liberar sustancias.

  • Células de las glándulas sudoríparas: tipos de células que producen y expulsan el sudor al exterior, principalmente como medida para reducir la temperatura corporal.

  • Células de las glándulas lagrimales: son las responsables de generar la lágrima, pero no la almacenan. Su función principal es lubricar el párpado y hacer que este se deslice correctamente por encima del globo ocular.

  • Células de las glándulas salivales: encargadas de producir la saliva, que facilita la digestión de alimentos y, al a vez, son un buen agente germicida.

  • Hepatocitos: pertenecientes al hígado, realizan varias funciones, entre ellas la producción de bilis y la reserva energética de glucógeno.

  • Células calciformes: células que encontramos en varias partes del organismo, como en el sistema digestivo o respiratorio, que se encargan de generar el “mucus”, substancia que sirve como barrera protectora.

  • Células palietales: situadas en el estómago, esta clase de células son las encargadas de producir el ácido clorhídrico (HCl), responsable de que la digestión se produzca de manera adecuada.

2. Células del tejido conjuntivo

En esta categoría encontraremos los tipos de células que forman parte de tejido de conexión y estructural del cuerpo.

  • Fibroblastos: son células de gran tamaño que se encargan del mantenimiento de la estructura corporal íntegra gracias a la producción del colágeno.

  • Macrófagos: tipos de células que se encuentran por la periferia del tejido conjuntivo, sobre todo en zonas con alto riesgo de invasión, como por ejemplo en las entradas al organismo, con la función de fagocitar cuerpos extraños y presentar los antígenos.

  • Limfocitos: comúnmente agrupados en los leucocitos o glóbulos blancos, estas células interactúan con los antígenos señalados por los macrófagos y son las encargadas de generar una respuesta de defensa contra ello. Son las que generan los anticuerpos. Se dividen en tipo T y B.

  • Monocitos: constituyen la forma inicial de los macrófagos pero, a diferencia de estos, circulan por la sangre y no están asentados en un lugar específico.

  • Eosinofilos: son una clase de leucocitos que generan y reservan diferentes substancias que son usadas para defender contra una invasión parasitaria por parte de de un organismo pluricelular.

  • Basofilos: glóbulos blancos que sintetizan y almacenan substancias que favorecen el proceso de inflamación, como son la histamina y heparina. Responsables de la formación de edemas.

  • Mastocitos: clase de células que producen y reservan gran cantidad de substancias (entre ella histamina y heparina) que las liberan como respuesta defensiva, ayudando a las demás células del sistema inmunológico.

  • Adipocitos: células que se encuentran a lo largo del cuerpo y tienen la capacidad de captar grasas como reserva energética, principalmente.

  • Condroblastos y condrocitos: son los encargados de formar el tejido que conocemos como cartílago. Los condroblastos producen los condrocitos, quienes tienen la función de producir los componentes necesarios para formar el cartílago.

  • Osteoblastos y Osteocitos: células encargadas de formar los huesos, generando el proceso de calcificación y por consiguiente condicionando el proceso de crecimiento y maduración de las personas. La diferencia entre las dos es que el osteoblasto es la fase inicial de un osteocito.

  • Hematíes: también conocidos como eritrocitos, este tipo de célula es la principal en la sangre, transportando el O2 a las células y extrayendo el CO2 a los pulmones. Son quienes dan el color distintivo de la sangre al contener la proteína hemoglobina.

  • Plaquetas o trombocitos: células pequeñas que se activan cuando un vaso sanguíneo ha sido dañado y es necesario repararlo para evitar pérdida de sangre.

3. Células del tejido muscular

En este grupo únicamente encontramos un solo tipo de célula que estructura los músculos, encargados de la movilidad del organismo.

  • De las fibras musculares o miocitos: la principal célula que configura los músculos. Son alargadas y tienen la capacidad de contraerse. Las fibras musculares pueden diferenciarse entre estriada esquelética, que nos permite el control voluntario del cuerpo; estriada cardíaca, no voluntario y se encarga de mantener en movimiento el corazón; y lisa, de carácter involuntario que controla la actividad de otros órganos internos, como el estómago.

4. Células del tejido nervioso

Por último, en esta categoría están las células que forman parte del sistema nervioso.

  • Neuronas: esta clase de célula es la principal del sistema nervioso, que tiene la función de recibir, conducir y transmitir los impulsos nerviosos.
  • Neuroglia: conjunto de células con la función de dar soporte a las neuronas, como protección, aislamiento o medio a través del cual ir moviéndose, principalmente.
  • Conos: células que se encuentra en la retina, que captan la luz de alta intensidad, proporcionando el sentido de la vista diurna. También nos permiten diferenciar colores.
  • Bastones: células que trabajan conjuntamente con las anteriores en la retina, pero captan la luz de baja intensidad. Son responsables de la visión nocturna.