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Lexatin: características, usos y efectos secundarios de este fármaco


El Lexatin es un fármaco usado para tratar problemas relacionados con la ansiedad, además de tener uso como relajante muscular y reductor de las autolesiones.

Este fármaco tiene como componente activo una benzodiacepina, con lo cual no está exento de ciertos riesgos, entre ellos la dependencia y tolerancia al hacer su tratamiento demasiado largo.

A continuación vamos a ver qué es el Lexatin, su finalidad terapéutica además de precauciones, contraindicaciones e interacciones de este medicamento.

¿Qué es el Lexatin?

El Lexatin es el nombre comercial de un fármaco recetado para tratar la ansiedad severa. El principio activo de este medicamento es el bromazepam, una benzodiacepina y entre los efectos que produce encontramos que reduce la tensión, quita el nerviosismo y, a dosis elevadas, actúa como un relajante muscular. Como se trata de una benzodiacepina, puede provocar alta tolerancia y dependencia, motivo por el cual su uso no debe superar las 12 semanas de tratamiento, siendo retirado de forma gradual.

Existen en el mercado otros fármacos cuyo activo principal es el bromazepam y, por lo tanto, se pueden considerar como versiones alternas del Lexatin. Los nombres comerciales de los demás medicamentos hechos a base de bromazepam son Lectopam, Lexomil, Lexotan y Lexotanil.

Benzodiacepina

Usos terapéuticos del Lexatin: ¿en qué trastornos se usa?

Los médicos y psiquiatras recetan el Lexatin en personas que presentan síntomas de ansiedad, tensión, depresión, nerviosismo, agitación y que además presentan dificultades para dormir. Entre los problemas para los que este medicamento hecho con bromazepam encontramos:

  • Tratar los problemas relacionados con la ansiedad
  • Tratar los trastornos obsesivos, fobias, hipocondría, crisis de pánico…
  • Reducir las conductas agresivas y autolesivas.
  • Tratar somatizaciones asociadas por excitación psíquica intensa.
  • Medicamento relajante previo a una cirugía menor.

Mecanismo de acción

El bromazepam es un compuesto químico que potencia el efecto del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor que contribuye a tener sensaciones de relajación, teniendo potencial sedante, hipnótico, ansiolítico, anticonvulsivo y funcionando como relajante muscular.

El componente activo del Lexatin es un agente depresor del sistema nervioso que interviene sobre el sistema límbico, motivo por el cual reduce también la tensión psicológica, el estrés y la angustia.

Contraindicaciones

No se debe tomar Lexatin en caso de que ser alérgico al bromazepam o cualquier otra benzodiacepina. Tampoco se debe tomar si se sufre problemas hepáticos graves o miastenia gravis, caracterizada por debilidad y cansancio muscular.

Está contraindicada en caso de padecer apnea de sueño, es decir, respiración irregular.

Por último, no esta para nada aconsejada en caso de sufrirse dependencia a drogas o alcohol, a no ser que el médico lo indique formalmente.

Precauciones con este fármaco

Se debe consultar al médico o farmacéutico si, antes de empezar a tomar Lexatin, se tiene alguno de los siguientes problemas:

  • Trastornos del hígado o riñones.
  • Debilidad muscular
  • Enfermedades respiratorias
  • Alergias
  • Drogadicción o alcoholismo
  • Antecedentes de depresión o intentos suicidas
  • Otras enfermedades
  • Consumo de otros medicamentos, especialmente analgésicos y otros psicofármacos

El Lexatin se compone de una benzodiazepina más suave que el diazepam y, aunque el bromazepam tiene un mecanismo de acción menos potente sí que es cierto que se corren ciertos riesgos motivo por el cual deben tomarse las pertinentes precauciones. El Lexatin no deja de ser una benzodiacepina y, como tal, puede generar un alto grado de tolerancia y dependencia, por lo que debe consumirse con cuidado, siguiendo las indicaciones del médico para evitar un impacto negativo a nivel orgánico.

No se debe abandonar el tratamiento con Lexatin de forma brusca, puesto que puede producir un efecto rebote. Al cesar la administración de benzodiacepinas pueden aparecer síntomas de inquietud, ansiedad, insomnio, dolor de cabeza, falta de concentración y sofocos, especialmente si se ha tomado por demasiado tiempo. Por este motivo es tan necesario que cuando llegue el momento de abandonar el tratamiento se haga de forma gradual.

Al inducir a la relajación y calmar el estado de ánimo ansioso, también se corre el riesgo de baja la concentración, baja la atención, disminuye la capacidad de reacción y produce debilidad muscular. Es por ello que mientras que el paciente esté siendo tratado con Lexatin no debería realizar ninguna tarea que requiera alta concentración, como por ejemplo manejar maquinaria pesada o conducir. Igualmente, cabe decir que estos efectos son más probables al inicio del tratamiento o cuando se aumenta la dosis.

El Lexatin está contraindicado para mujeres embarazadas y pacientes con problemas renales y hepáticos. En estos casos, lo recomendado es optar por otras alternativas más adecuadas según las características y necesidades del paciente y en caso de que no la haya se deberán recetar dosis menores de Lexatin. El Lexatin se excreta por la leche materna, con lo que la lactancia materna no se recomienda durante el tratamiento

Efectos secundarios del Lexatin

Como cualquier otro fármaco, el Lexatin trae consigo efectos secundarios, motivo por el cual no se puede tomar de forma regular ni tampoco libre. Al igual que sucede con el resto de las benzodiazepinas, el bromazepam genera tolerancia al cabo de unas cuantas semanas, lo que hace que los efectos sedantes e hipnóticos del mismo se reduzcan a medida que va transcurriendo el tratamiento, lo cual hace que para que se den sea necesario incrementar la dosis que, a su vez, puede generar dependencia.

Cabe decir que la mayoría de los pacientes toleran bien el Lexatin, pero al principio del tratamiento se pueden observar algunos efectos adversos como confusión, somnolencia, dolores de cabeza, mareos, trastornos emocionales, reducción de alerta, ataxia o falta de coordinación, visión doble (diplopía), náuseas y vómitos, debilidad muscular y fatiga. Estos síntomas suelen acabar desapareciendo a medida que el tratamiento continúa.

Hay muchos efectos adversos asociados a este fármaco, los cuales se dan con una frecuencia desconocida pero que en principio, y siempre que se consuma el Lexatin de forma adecuada siguiendo las directrices del médico, no deberían por qué darse. Igualmente, como en cualquier otro medicamento, pueden suceder y puede que no desaparezcan a medida que va transcurriendo el tratamiento, con lo que siempre es necesaria la vigilancia del médico. Entre estos efectos tenemos los siguientes:

  • Shock anafiláctico
  • Angioedema (hinchazón en la cara)
  • Confusión y desorientación
  • Alteraciones emocionales y del humor
  • Abuso del medicamento
  • Síntomas de abstinencia
  • Depresión
  • Hiperactividad
  • Ansiedad
  • Somnolencia
  • Dolor de cabeza
  • Mareos
  • Reducción del estado de alerta
  • Lesiones traumáticas: caídas y fracturas

Interacciones

El Lexatin es un fármaco que interacciona con otros medicamentos. Entre ellos se encuentran los tranquilizantes, inductores del sueño, psicofármacos, ansiolíticos, sedantes y agentes antidepresivos como la fluvoxamina.

También interactúa con opioides, anticonvulsivantes y antihistamínicos sedantes. Algunos antiácidos (cimetidina) y algunos fármacos para el tratamiento de la hipertensión arterial como el propanolol pueden prolongar el efecto del Lexatin.

Durante el tratamiento se deben evitar las bebidas alcohólicas y tener en cuenta que el consumo de alimentos puede disminuir la absorción del bromazepam y, por lo tanto, también reduce el efecto del Lexatin.

Sobredosis

El abuso y sobredosis de Lexatin implica serios problemas. En los casos leves suele consistir en somnolencia, confusión mental y letargo. En caso de que se haya ingerido dosis altas y se haya combinado con otras sustancias de acción central puede causar ataxia (incapacidad para coordinar movimientos musculares voluntarios), hipotonía (disminución del tono muscular o flacidez), hipotensión (tensión baja), depresión respiratoria (respiración lenta), coma y, aunque rara vez, la muerte.