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Los 4 efectos psicológicos de la culpa del superviviente


Es habitual que, ante los casos de personas con enfermedades terminales, se hable de hasta qué punto nos hemos acostumbrado a dar por sentada la posibilidad de seguir viviendo, como si el hecho de poder vivir muchas décadas más fuese algo que nos viene dado por defecto y en lo que ni siquiera merece la pena detenerse a pensar.

Visto con perspectiva, tiene sentido que la mayoría de la gente experimente su propia vida de esta manera: como la única constante desde que nacemos es el hecho de estar vivos, este pasa a ser ignorado, difuminándose con el resto de cosas que vemos a nuestro alrededor y que asociamos a lo que simplemente está ahí independientemente de nuestra existencia: los océanos, las montañas, los astros, etc.

Sin embargo, hay personas que experimentan un sentimiento que va en el sentido contrario: perciben el hecho de estar vivas no solo como algo que no debe darse por sentado, sino como un lujo o, incluso, un privilegio que no les corresponde, un error del Universo. Algo injusto, con lo que no están conformes. Este fenómeno es lo que ha sido llamado “culpa del superviviente”, y en este artículo explicaré de manera breve en qué consiste.

¿Qué es la culpa del superviviente?

La culpa del superviviente, a veces conocida también como síndrome del superviviente, es una alteración emocional que se da en personas que se sienten culpables por estar vivas tras haber pasado por una experiencia traumática que, a la vez, llevó a otras personas a la muerte.

Técnicamente, no es una psicopatología reconocida oficialmente en los manuales diagnósticos de psiquiatría o de psicología clínica, sino que es descrita como parte de la sintomatología del estrés postraumático (es decir, una de las consecuencias de un trastorno mental en concreto).

Hay dos tipos principales de culpa del superviviente. Por un lado está la variante en la que la persona se siente culpable por, desde su punto de vista, no haber hecho lo posible por hacer que una o más personas sobreviviesen en una situación peligrosa.

Por el otro, están los casos en los que la persona se siente culpable a pesar de que objetivamente no podría haber hecho nada por proteger la ida de otras personas (en este segundo tipo, el sentimiento de culpa es más difuso y difícil de expresar en términos lógicos, pero no por ello tiene que ser menos intenso).

Síndrome del superviviente

¿Cuál es la causa de esta alteración?

La causa por la que aparece la culpa de superviviente es una combinación de tres elementos psicológicos.

Por un lado, la huella emocional que deja en la persona un determinado evento traumático, como por ejemplo un accidente de tráfico, un desastre natural con víctimas morales, un ataque en el contexto de una guerra, etc. Este tipo de situaciones generan con relativa facilidad el trastorno que está en la raíz de la culpa del superviviente: el trastorno por estrés postraumático. La persona sufre una fuerte reacción emocional asociada a la ansiedad y a la angustia cada vez que estos recuerdos se actúan en su mente, hasta el puto de que experimenta pensamientos intrusivos y “flashbacks” relacionados con esas vivencias de su pasado.

Por otro lado, también participa en la culpa del superviviente un sesgo cognitivo llamado “teoría del mundo justo”: es una tendencia a asumir que lo que ocurre a nuestro alrededor ocurre o debería ocurrir a través de principios morales; es decir nos lleva a presuponer que el mundo tiende a la justicia, a un equilibrio en el que el bien compensa lo malo que ocurre (como si lo que nosotros consideramos que es bueno o malo estuviese integrado en las leyes naturales).

En tercer lugar, el tercer elemento psicológico que está entre las causas de la culpa del superviviente es un desajuste de la autoestima. Al notar cómo esa experiencia traumática atrae hacia ella nuestra atención (llevándonos a evocar una y otra vez esos recuerdos de una manera muy intensa y dolorosa) y a la vez detectar que ese suceso no fue justo, a la persona le cuesta mucho verse a sí misma con buenos ojos, ya que constantemente está poniendo en duda su valor o “lo bueno” que tiene para ofrecer al mundo y a los demás.

¿Cómo afecta a las personas esta alteración emocional?

Los principales efectos de la culpa del superviviente son las que describo a continuación.

1. Tendencia a examinar su pasado constantemente

Las personas que experimentan esta alteración tan solo pueden encontrar cierto alivio en recrearse en sus recuerdos y manipularlos de manera consciente, fantaseando con cómo habría sido comportarse de la manera adecuada en el momento decisivo. Pero esta dinámica lleva a que aún pase mucho más tiempo sufriendo por revivir esos recuerdos desde una perspectiva marcada por el pesimismo y la culpa.

2. Tendencia a compararse constantemente

La persona se ve impulsada a pensar con mucha frecuencia si su vida o su existencia merece la pena en comparación a la de otras personas de su presente o de su pasado.

3. Tendencias autodestructivas

La culpa del superviviente es uno de los elementos psicológicos vinculados a la ideación suicida y las autolesiones o los "auto-castigos". Eso sí, las autolesiones no suelen tener como objetivo suicidarse, sino “castigarse” y acallar momentáneamente el malestar generando el espejismo de que se está haciendo justicia.

4. Problemas para gestionar las relaciones personales

Como la culpa del superviviente tiene que ver con relaciones personales del pasado, también afecta mucho al modo en el que la persona se relaciona con los demás en el presente. Le cuesta hacer amigos y expresarse de manera honesta ante sus seres queridos, porque se siente alienada e incapaz de conectar con el resto (entre otras cosas, porque cree que no lo merece).

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