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Mielinización: qué es y cómo afecta al sistema nervioso


Las neuronas son esenciales para el funcionamiento de nuestro cerebro, lo que significa que son fundamentales para la vida misma. Gracias a ellas podemos realizar todas las actividades que nos proponemos hacer, y es por eso que nuestro organismo se encarga de protegerlas adecuadamente.

En este artículo hablaremos sobre el proceso conocido como mielinización uno de los aspectos más importantes de la vida de las neuronas. Veremos en qué consiste, cuáles son sus características y el efecto que tiene sobre las neuronas y el sistema nervioso.

¿Qué es la mielinización?

El proceso de mielinización consiste en recubrir los axones (partes de las neuronas en forma de cilindro alargado) con una sustancia llamada mielina o vaina de mielina, que se encarga de brindar protección específicamente a estas partes de la neurona.

Este proceso de recubrimiento comienza muy temprano, apenas en el segundo trimestre de la gestación, y dura para toda nuestra vida. Es importante que ocurra de manera adecuada para que los estímulos nerviosos que envía nuestro cerebro a través de las neuronas circulen correctamente.

La vaina de mielina es una sustancia que cumple funciones aislantes en el axón neuronal. Este elemento es de origen orgánico y su estado es de propiedades grasas (lípido).

Los axones donde no hay recubrimiento de mielina (amielínicos) tienen una menor capacidad de conducción sobre los fenómenos eléctricos que envía el cerebro a lo largo de todo el sistema nervioso central.

Características de este proceso del sistema nervioso

El recubrimiento de las extensiones neuronales es fundamentalmente un mecanismo de protección natural que tiene nuestro sistema nervioso para preservar y facilitar los impulsos eléctricos que viajan mediante las neuronas, las cuales se encargan de los procesos mentales en todas sus categorías.

Las neuronas no solo se ocupan de las funciones mentales superiores, sino también de todas las reacciones que tenemos los seres humanos, ante cualquier estímulo, ya sea de carácter interno o externo.

Además, también es un proceso indispensable para el aprendizaje, sobre todo en las fases iniciales que es donde las neuronas se interconectan entre sí, para crear lo que se conoce con el nombre de baterías neuronales.

Contrariamente a lo que muchos creen, la cantidad de neuronas que tengamos no es lo que más influye durante nuestro aprendizaje, sino la manera en la que estas se conectan unas con otras. Si tenemos neuronas que no son capaces de establecer una buena sinapsis entre ellas, entonces será muy difícil que los conocimientos se solidifiquen.

Pero si por el contrario, la sinapsis es buena, toda la información que obtengamos del medio que nos rodea será internalizada de la mejor manera posible por nuestros procesos mentales superiores. Esto ocurre en gran medida gracias a la mielinización.

Sus efectos

Como se ha mencionado anteriormente, la vaina de mielina sirve para que los impulsos nerviosos sean conducidos con la velocidad adecuada, y además evita el riesgo de que se detengan en los axones antes de llegar a su destino.

En caso de que los axones no estén adecuadamente cubiertos por la mielina a través del proceso de mielinización, ya sea porque el proceso no ocurrió o porque la sustancia se ha deteriorado, entonces puede producirse un mal funcionamiento del sistema nervioso central, dependiendo de la zona donde se encuentre el axón neuronal amielínico.

Puede ocurrir que se pierda la sensibilidad periférica o que ocurra un proceso de sensibilización central, el cual consiste en un funcionamiento desproporcionado de las sensaciones que recibimos, especialmente en el umbral de dolor, el cual se ve disminuido en gran medida (mientras que otras sensaciones, que por lo general no deberían representar ningún estímulo doloroso para el organismo, causan una sensación ficticia de dolor), entre otras alteraciones de la percepción, donde se encuentran la sinestesia y la agnosia.

Consejos para preservar nuestras neuronas

La alimentación es clave para las neuronas, y para que el proceso de recubrimiento suceda y se mantenga adecuadamente en los axones de las mismas, durante las primeras etapas del desarrollo en los niños debemos asegurarnos de que reciban una alimentación correcta.

Aprender cosas nuevas genera baterías neuronales que se van haciendo cada vez más fuertes si seguimos practicando lo que hemos aprendido, esta es una buena manera de preservar y mantener funcionales nuestras neuronas cerebrales.

Por último está el sueño. Es importante tener buenos hábitos de sueño para que nuestro cerebro consiga un descanso reparador y de este modo las neuronas tengan una vida más prolongada y eficiente.

Referencias bibliográficas:

  • Arroyo, E.J. et al. (2000). On the molecular architecture of myelinated fibers. Histochemistry and cell biology. 113(1):1-18.
  • Raine CS (1999). "Characteristics of Neuroglia". In Siegel GJ, Agranoff BW, Albers RW, Fisher SK, Uhler MD. Basic Neurochemistry: Molecular, Cellular and Medical Aspects (6th ed.). Philadelphia: Lippincott-Raven.