Los 9 tipos de vasos sanguíneos (y sus funciones y características)
La sangre es un tejido líquido conectivo, de vital importancia, que circula a través de diferentes tipos de vasos sanguíneos con el fin de realizar múltiples funciones esenciales para la vida: transporte de sustancias de desecho, ayuda en la demencia frente a infecciones, termorregulación del cuerpo, transportar hormonas, enzimas y también otras sustancias reguladoras, transporte de nutrientes, etc.
En este artículo hablaremos acerca de los diferentes tipos de vasos sanguíneos que posee el cuerpo humano, con el fin de que podamos comprender mejor sus funciones.
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¿Qué es el sistema circulatorio?
Antes de explicar los diferentes tipos de vasos sanguíneos conviene dar unas pequeñas pinceladas acerca del sistema circulatorio, siendo este uno de las aparatos más importantes que posee el cuerpo humano. Sus funciones más importantes son las siguientes:
- Transportar hormonas y también células inmunes.
- Transportar productos de desecho.
- Regular y mantener la homeostasis hídrica y electrolítica.
- Regulación y mantenimiento de la homeostasis de la temperatura corporal.
- Juega un papel relevante en la reproducción humana.
¿Cuáles son los tipos de vasos sanguíneos?
En el cuerpo humano posee fundamentalmente 3 tipos de vasos sanguíneos: las arterias, los capilares y las venas. Y cada uno de ellos posee una estructura distinta que lo caracteriza, habiendo además diferencias con respecto al modo de circular del flujo sanguíneo a través de cada uno de estos tipos.
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1. Las arterias y sus funciones
Los primeros tipos de vasos sanguíneos sobre los que vamos a hablar son las arterias que se encuentran alrededor del cuerpo se constituyen por 3 capas, denominadas también han sido denominadas como “túnicas” y estas, desde centro hacia afuera se conocen como: la túnica íntima, la túnica media y, por último, la túnica adventicia o externa.
La sangre que fluye a través de las arterias, lo hace a una gran presión, habiendo fundamentalmente unos gradientes de presión (desde una mayor presión hasta una menor) y, de forma secundaria es ayudada por la fuerza de la gravedad.
Antes de hablar de los primeros tipos de vasos sanguíneos, que son las arterias, es convenientes explicar sus principales funciones, siendo estas las que vamos a enumerar a continuación:
- Transportar la sangre desde el corazón hacia los capilares de menor grosor.
- Mantener la presión y el flujo sanguíneo; fundamental para que la sangre llegue a las arteriolas y los capilares.
- Amortiguar las posibles oscilaciones de la presión y el flujo sanguíneo.
- Regular correctamente la distribución de la sangre que llega a cada tejido según sus necesidades.
Ahora que ya conocemos a grandes rasgos cuáles son las principales funciones de las arterias, vamos a ver cuáles son los diferentes tipos que hay. Pueden clasificarse en función de su tamaño y de las características de la túnica media, diferenciándose así entre arterias elásticas, musculares, pequeñas y arteriolas.
1.1 Las arterias elásticas
Las arterias elásticas son las más gruesas que se pueden encontrar en el cuerpo y son las que salen de forma directa desde los ventrículos del corazón, el órgano que se encarga de bombear la sangre a una gran presión por medio de estas arterias, así como también a través de la arteria pulmonar y de la aorta.
Además, las arterias elásticas se encargan de conducir la sangre hacia los circuitos pulmonar y sistémico del cuerpo, por lo que también han sido denominadas como “arterias conductoras”. Por otro lado, las ramas que salen desde las arterias de mayor tamaño, también se clasifican dentro de la categoría de arterias elásticas.
Cabe destacar que estos tipos de vasos sanguíneos son unas arterías que se denominan elásticas debido a que su túnica media tiene un componente elástico de gran importancia para la correcta circulación sanguínea.
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1.2 Las arterias musculares
Las arterias musculares tienen un tamaño intermedio entre las arterias pequeñas y las más grandes, y son conocidas como “musculares” debido a que la túnica media que poseen tiene un menor porcentaje de elasticidad que las anteriores y además poseen un mayor componente muscular.
Es importante mencionar que en las arterias musculares la sangre fluye a una presión menor que en las arterias más grandes (p. ej., las arterias elásticas).
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1.3 Las arterias pequeñas y las arteriolas
Las arterias se van ramificando cada vez más en unos vasos más estrechos, hasta que al final terminan en unos diminutos que son conocidos como arteriolas, siendo estas las últimas ramas pequeñas que posee el sistema arterial.
Por otro lado, las arterias pequeñas del cuerpo poseen un diámetro con una amplia variabilidad y suelen distinguirse entre sí por medio del número de capas del músculo liso. Además, estas arterias pequeñas podrían llegar a tener hasta 8 capas; mientras que las arteriolas suelen poseer 1 o 2 capas.
Las arterias pequeñas son las que se encargan de regular el flujo sanguíneo que va hasta las redes capilares y ello es posible gracias a la contracción de su musculatura lisa, y es por ello que también son conocidas como “vasos de resistencia”.
Cabe destacar que en los extremos o partes finales de las arteriolas se encuentran unos vasos muy pequeños que forman las metarteriolas y es donde se encuentran unos esfínteres precapilares, siendo estos los que se encarga de la disminución de la presión sanguínea para que pueda llegar hacia los capilares.
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2. Los capilares
Otro de los tipos de vasos sanguíneos sobre los que vamos a hablar en el presente artículo son los capilares, que son los vasos sanguíneos que poseen un menor tamaño y por ellos la presión de la sangre es menor, por lo que circula a una menor velocidad con el fin de posibilitar que se pueda producir un intercambio de sustancias entre los tejidos y la sangre. Además, la pared de los capilares se encuentra formada por una lámina basal y un endotelio.
A continuación, vamos a ver los 3 tipos de capilares existentes: los capilares continuos, los fenestrados y los discontinuos.
2.1 Los capilares continuos
En primer lugar, los capilares continuos son aquellos que se encuentren rodeados por un endotelio continuo, siendo además los capilares menos permeables y los más abundantes. Estos capilares se pueden encontrar en los pulmones, en el sistema nervioso central (SNC), en el corazón, en el músculo esquelético, en el tejido conjuntivo, etc.
2.2 Los capilares fenestrados
Los capilares generados poseen unas células endoteliales que se encuentran con perforaciones y se encuentran dentro de las glándulas endocrinas y también en todos esos tejidos del cuerpo donde haya un intercambio muy intenso entre diferentes sustancias, como pueden ser la vesícula biliar, los riñones o las mucosa intestinal.
2.3 Los capilares discontinuos
Los capilares discontinuos, que también son conocidos con el nombre de “sinusoides”, son aquellos capilares que poseen una mayor permeabilidad debido a que en ellos dejan unos espacios mayores las células endoteliales y, por ello, estos son unos capilares que suelen encontrarse en sitios del cuerpo donde haya un gran intercambio entre sustancias, como puede ser el hígado, el bazo o la médula ósea.
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3. Las venas
El último de los grupos de vasos sanguíneos sobre los que vamos a hablar serían las venas, que son las que se encargan de recibir la sangre que proviene desde los capilares y son las venas las que devuelven el flujo sanguíneo al corazón con el objetivo de volver a iniciar todo el circuito por el que transcurre la sangre con el fin de que todo el cuerpo y sus órganos puedan cumplir de la manera más eficiente posible todas sus funciones.
La sangre que circula a través de las venas, lo hace a una velocidad y presión menores que cuando lo hacen por las arterias y, además, las venas poseen la misma estructura que las arterias, formada por 3 túnicas.
Cabe destacar que las venas tienen la capacidad de almacenar una gran cantidad de sangre, por lo que también han sido denominadas como “vasos de capacitancia”. Por otro lado, estas también suelen clasificarse en función de su tamaño (de menor a mayor).
3.1 Las vénulas y las venas pequeñas
Las venas más pequeñas de todo el cuerpo, también llamadas vénulas, son unas venas que tienen un tamaño muy pequeño y, dentro de esta categoría, existen unas vénulas postcapilares que se encargan de recibir la sangre que proviene de los capilares con el fin de dirigir ese flujo de sangre hacia las vénulas musculares. A continuación de las vénulas se encuentran las venas pequeñas.
3.2 Las venas medianas
Las venas medianas son las que se encuentran en mayor cantidad en el cuerpo, siendo un tipo de venas que pueden llegar a alcanzar un diámetro de 10 milímetros. Una gran parte de las venas medianas, especialmente las que se encuentran en las extremidades inferiores, cuentan con una especie de válvulas en su túnica interna que sirve para que no se produzca un flujo de sangre retrógrado a causa de la fuerza de la gravedad, ya que de lo contrario no circularía la sangre correctamente por esta parte del cuerpo y se quedaría acumulada en el mismo sitio.
3.3 Las venas grandes
Por último, dentro de estos tipos de vasos sanguíneos, como son las venas, vamos a hablar de las venas grandes, que se encargan de recibir el flujo sanguíneo proveniente de las demás venas del cuerpo con el fin de encargarse de retornarlo hacia el corazón, al nivel de la acícula derecha que conecta con este órgano.
Cabe destacar que estas venas son las que poseen el mayor diámetro de todo el cuerpo, superando con creces los 10 milímetros que podía llegar a alcanzar como máximo las venas medianas.