14 habilidades sociales principales para tener éxito en la vida
Los seres humanos somos seres sociales y, por tanto, debemos adquirir una serie de habilidades sociales que nos permitan vivir en armonía con los que nos rodean, puesto que necesitamos a los demás para sobrevivir y para disfrutar de una vida emocionalmente sana.
No poseer ciertas habilidades sociales determina cómo nos comportamos cuando estamos con otras personas y nuestra manera actuar puede, en algunas ocasiones, ser mal interpretada por los demás, lo que puede resultar en un conflicto que podría haberse evitado.
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Las 14 habilidades sociales básicas
Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que emitimos cuando interactuamos con otros individuos y que nos ayudan a relacionarnos con los demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria. Por suerte, pueden ser adquiridas y desarrolladas con la práctica. Sin embargo, puede ser difícil de dominar algunas de ellas, pues hay que ser pacientes y tomarse un tiempo para desarrollarlas adecuadamente
En el artículo de hoy, hemos preparado una lista con las 14 habilidades sociales principales para tener éxito en tus relaciones y en tu vida. ¡Empecemos!
1. Escucha activa
Hay una gran diferencia entre escuchar y oír. Saber escuchar es muy importante en la comunicación con otras personas y, aunque no siempre nos demos cuenta, en ocasiones pasamos más tiempo pendientes de lo que nosotros pensamos y de lo que nosotros decimos en vez de escuchar activamente al otro.
Escuchar de forma activa no es solamente prestar atención a las palabras que salen de la boca del otro interlocutor, sino que consiste en ser plenamente consciente de las emociones y el lenguaje no verbal que la otra persona intenta comunicar.
La escucha activa es realmente importante a la hora de comunicarnos de manera efectiva con otras personas.
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2. Asertividad
La asertividad es una habilidad social muy importante por muchos motivos. La persona asertiva expresa su opinión de manera apropiada y defiende su punto de vista, siempre respetando la opinión de los demás. Así pues, la asertividad es clave para comunicarse de manera eficiente con otros individuos, pero también para nuestro propio bienestar emocional.
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3. Validación emocional
La validación emocional es el entendimiento y expresión de la aceptación de la experiencia emocional de la otra persona, y mejora las relaciones interpersonales puesto que el otro interlocutor se siente comprendido y reconocido. Cuando alguien siente que está siendo entendido emocionalmente, su confianza hacia la otra persona aumenta y es capaz de abrirse, es decir, verbalizar lo que piensa y siente. Es imprescindible para crear una buena relación con otros individuos
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4. Empatía
La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.
Por tanto, es necesaria para poder tener relaciones interpersonales con otros individuos y para saber cómo comportarse frente a los demás y adaptarse a sus necesidades y estados de ánimo en tiempo real, sin esperar a que se produzcan declaraciones explícitas.
La empatía, además, es clave para adaptarse a las situaciones sociales en las que estamos frente a una audiencia, en las que no nos fijamos en los gestos de una persona específica sino que nos fijamos en el contexto general.
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5. Capacidad de negociación
Cuando compartimos el día a día con personas es necesario tener una buena capacidad de negociación. Ya sea con los compañeros de trabajo o con la pareja, saber negociar es una competencia necesaria pues puede evitarnos muchos conflictos y además evitamos tener que cargar con muchos problemas por no saber defender nuestros intereses o, por el contrario, por hacer aflorar conflictos innecesarios constantemente.
Además, el conflicto puede surgir cualquier relación, y aprender a manejarlo y a negociar es una manera sana y esencial para hacer que las relaciones funcionen.
6. Respeto
Las personas están más dispuestas a relacionarse con nosotros si mostramos respeto hacia sus creencias, valores e ideas. Además de respetar su forma de pensar, el respeto se puede expresar con un contacto visual que indique sinceridad, para que la personas se sienta tenida en consideración.
La falta de respeto es una de las actitudes que más odiamos y que, en algunos casos, cuesta dejar atrás, por lo que da lugar a casos de resentimiento y falta de confianza.
7. Credibilidad
Mostrarse como una persona creíble es necesario para ganar confianza con los demás y, además, persuadir a una audiencia. Igual que con el respeto, la credibilidad hace que las personas se muestren tal y como son y estén más receptivas. Siempre hay que ser coherente con lo que se dice y hace.
8. Compasión
Nadie es perfecto y, por tanto, todos podemos equivocarnos. A veces somos muy duros con los demás, pese a que no hayan hecho algo con mala fe.
Ser compasivo es clave para tratar con otros individuos, y la aceptación y el perdón ayudan a mejorar nuestro bienestar. También se basa en una idea muy funcional socialmente: que el contexto puede llevar a las personas a cometer errores, y que es importante saber dar segundas oportunidades si existen indicios de que pueden aprender de sus errores.
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9. Pensamiento positivo
Vivir la vida de manera negativa va a influir en cómo vemos el mundo y, por ende, cómo nos relacionamos con los demás. Tener una mentalidad positiva y hacer frente a las situaciones con optimismo es una de las mejores maneras de vivir. Y, además, atrae a otras personas.
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10. Regulación emocional
La regulación emocional es un concepto clave cuando convivimos con otros individuos y es una competencia necesaria para la vida. Esta es una de las habilidades sociales más importantes a la hora de canalizar y expresar nuestra faceta emocional de un modo adecuado y sin dejar que nos haga perder de vista metas a medio y largo plazo. De ese modo, no nos centramos solo en los impulsos del momento, y hacemos que las emociones jueguen en nuestro favor.
Tener conciencia y regular las propias emociones resulta necesario y a la vez nos ayuda a desarrollar mejor nuestra posibilidad de favorecer el propio bienestar y el de los demás.
11. Apertura de mente
Una mente libre de prejuicios y de estereotipos es una fortaleza que te ayuda a relacionarte con distintas personas y a adaptarte mejor al entorno. La rigidez mental y la intolerancia son sin duda una limitación para las relaciones interpersonales.
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12. Paciencia
Ser paciente es una de las grandes virtudes que podemos poseer, especialmente cuando nos referimos al entorno social. Si no dominamos esta habilidad, cualquier cosa puede molestarnos y convertirse en un gran problema. La paciencia ayuda a estar relajado y a evitar estar más tenso de lo necesario. Antes de estallar en un ataque de ira, mejor tomarse unos segundos para recapacitar. Una buena manera de mejorar esta habilidad es a través del Mindfulness.
13. Cortesía
Cuando somos corteses y educados con otras personas rara vez serán desagradecidas con nosotros. Compórtate con respeto y de forma educada con los demás y ya verás como te van mucho mejor las cosas. Ser gentil y amable, siempre es un plus.
14. Saber expresarse
Saber expresarse es clave cuando nos relacionamos con los demás. Respecto al lenguaje verbal, es necesario ser claro y hacer llegar a los demás el mensaje que queremos. Esto parece fácil, pero no siempre ocurre así. Utilizar ejemplos concretos, tener una buena capacidad de improvisación, vocalizar correctamente o considerar los tiempos son estrategias útiles.
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