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Agentes socializadores: qué son, tipos, características y ejemplos


Las personas aprendemos a vivir en sociedad gracias a los valores, sistema de creencias y comportamientos que diferentes elementos nos enseñan a lo largo de nuestras vidas.

Personas como nuestros familiares, instituciones como la escuela o simplemente el grupo de amigos son potentes agentes socializadores, elementos que moldean nuestra forma de comportarnos con otros individuos y con el conjunto de la sociedad.

A continuación veremos cuáles son los principales agentes socializadores, cuál es su importancia y cómo se presentan en la socialización primaria, secundaria y terciaria.

¿Qué son los agentes socializadores?

Los agente socializadores son aquellos elementos que determinan en gran medida la socialización de las personas, es decir, formar parte de una sociedad. Estos agentes pueden ser individuos, grupos o instituciones que influyen en los individuos y en su comportamiento social.

La interacción de elementos como los amigos, la familia, la escuela o los grupos de referencia van creando esquemas mentales que determinarán los comportamientos de la persona, además de moldear sus valores morales y sistema de creencias.

La importancia de estos agentes es variada, siendo la familia y la escuela dos de los que más influyen a lo largo de nuestra vida, moldeando nuestra personalidad y determinando lo adaptados que estemos a la sociedad.

Principales agentes socializadores

Cualquier persona o institución que nos influya y que influya en cuán adaptados estemos a la sociedad se puede considerar un agente socializador. Los principales agentes socializadores son los que veremos a continuación:

1. El núcleo familiar

El principal agente socializador de prácticamente todas las personas del mundo es la familia. Los niños y niñas tienen sus primeras relaciones con sus padres y hermanos, personas quienes influyen de primera mano en su personalidad y en su manera de comprender el mundo que los rodea.

El núcleo familiar es uno de los agentes de socialización cuya influencia es la que más tiempo dura. Esto no únicamente es notorio durante los primeros años de infancia, sino también en la adolescencia y en la edad adulta.

Las interacciones con el resto de la familia y la calidad de las relaciones que se establezca con el núcleo familiar son determinantes para el desarrollo cognitivo, social y emocional del individuo.

2. La educación formal

Los niños y niñas empiezan su educación formal siendo todavía muy pequeños y, por lo tanto, muy moldeables. Es por ello que podemos decir que la escuela es uno de los agentes socializadores más importantes de nuestras vidas.

En las guarderías, colegios y escuelas los infantes conocen a otros niños de su misma edad quienes al igual que ellos van a adquirir en esos lugares conocimientos y normas que la sociedad espera que aprendan.

La tarea de las escuelas va más allá de la enseñanza formal, puesto que también pretenden que los alumnos se formen moralmente y desarrollen al máximo sus capacidades intelectuales.

Acudir a la escuela nos ofrece la oportunidad de relacionarnos con otros individuos, haciendo que sepamos que hay otras personas en el mundo quienes pueden comportarse, tener unas preferencias o pensar de manera distinta. Por ello los colegios son un agente socializador en el que se nos enseñan valores como la tolerancia.

Podemos destacar también de la escuela el papel de los profesores, quienes ejercen como figura de autoridad diferente a la de los padres. Como resultado de esto, los niños y niñas empiezan a comprender la existencia de jerarquías institucionales y cómo deben comportarse.

3. La religión

Si bien no es un agente socializador importante para todas las personas, sí que cabe mencionar que la religión puede ser un elemento de gran peso para introducir a un individuo en su entorno sociocultural, aunque esto varía mucho del tipo de familia y sociedad en la que uno se haya criado.

Las comunidades religiosas organizadas como parroquias, movimientos, asociaciones o sectas influyen mucho en el pensamiento y personalidad de sus adeptos. Quienes forman parte de estos colectivos o asisten a sus templos reciben enseñanzas que moldean su cosmovisión, su sistema de creencias, sus valores morales y su comportamiento.

4. Los grupos de referencia

Todo conjunto de personas que establezca relaciones duraderas basadas en intereses, creencias o valores comunes influyen mucho en la psicología de sus miembros. Los grupos de referencia son importantes agentes socializadores a cualquier edad, pero especialmente durante la adolescencia.

En muchos casos, estos grupos se convierten en un refugio para jóvenes que sienten que no son comprendidas por su familia, siendo los grupos de referencia el entorno idóneo para expresar su rebeldía y disconformidad hacia las normas impuestas por sus padres.

Prácticamente cualquier grupo de personas puede ser considerado un grupo de referencia, siendo algunos ejemplos los clubes deportivos, los partidos políticos, las comunidades religiosas, las bandas de música o las bandas callejeras.

Cabe decir que no hace falta formar parte de uno de estos grupos para recibir su influencia. Tanto adolescentes como adultos pueden adoptar algunos de los valores de sus grupos de referencia sin necesidad de pertenecer a ellos, simplemente documentándose sobre su actividad, postura política o recibiendo información de ellos a través de los medios de comunicación.

5. Las amistades

Las amistades son para prácticamente cualquier persona uno de los agentes socializadores de mayor influencia, especialmente durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta.

Durante la adolescencia llega un momento en el que empezamos a independizarnos emocionalmente de nuestros padres, dando mayor importancia a nuestro grupo de amigos, personas de nuestra misma edad y con nuestros mismos intereses. Las amistades ejercen un papel crucial en el desarrollo de nuestra psicología, algo que puede funcionar como un arma de doble filo.

Por un lado, el grupo de amigos tiene aspectos positivos como darnos apoyo, favorecer la lealtad de sus miembros y mostrar afecto y comprensión en un entorno en el que no hay jerarquías predeterminadas.

Pero por el otro pueden darse fenómenos negativos como la presión de grupo para consumir drogas, tomar riesgos varios o destrozar mobiliario urbano, además de que el grupo de amigos puede evolucionar de una forma tóxica en la que se forme una jerarquía en donde sus miembros no son iguales.

6. Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías

Los medios de comunicación siempre han sido importantes agentes socializadores. Los primeros fueron los periódicos, luego vino la radio y la televisión, siendo hasta hacía relativamente poco los principales medios de comunicación que influían en el pensamiento colectivo.

La tele ha sido un medio que siempre ha tenido mucha fuerza a la hora de crear costumbres y cambiar el comportamiento, motivo por el cual ha sido objeto de regulaciones para evitar mostrar contenidos inapropiados, recomendándose siempre que los menores vean la televisión acompañados de un adulto.

Pero los avances tecnológicos han hecho que los medios de comunicación se hayan sofisticado, además de democratizarse permitiendo que todo el mundo tenga acceso a un sinfín de información rápida y cómodamente.

Hoy en día, el principal medio de comunicación que influye sobre el pensamiento de la sociedad es, sin lugar a dudas, todo aquel que se valga de Internet para transmitir su información. Las redes sociales, las plataformas de visionado de vídeos y podcasts y demás medios de Internet moldean la psicología de la juventud a tiempo real, con vertiginosa velocidad.

Las nuevas tecnologías han ejercido un gran cambio en la manera de socializar, haciendo que haya una gran diferencia entre cómo se comunican los jóvenes y cómo lo hacen las personas que no son nativos digitales. La red permite una mayor interacción, pero a costa de que esta no sea en persona lo cual hace que la calidad de las relaciones se pueda ver afectada.

Hay quienes consideran que la influencia de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación asociados es tan grande hoy en día que ha provocado que la familia y la escuela pierdan fuerza socializadora. Se podría debatir sobre si este temor es infundado, puesto que todavía no se tiene una información veraz que confirme esto al tratarse de un fenómeno relativamente nuevo.

Socialización en la escuela

Tipos de socialización

Ahora que hemos visto cuáles son los principales agentes socializadores, podemos entender de qué forma se da la socialización.

Podemos definir a la socialización como el proceso por el que las personas adquieren los elementos socioculturales del lugar en el que viven, y es en la mayoría de los casos un proceso inconsciente. Este proceso se da por medio de interactuar con otras personas en el seno de una sociedad, quienes nos influyen y modelan nuestra personalidad, cultura general y forma de relacionarnos con los demás. Con la socialización, cada individuo adquiere los valores, normas, pautas y perspectivas de la cultura en donde se encuentra.

Las personas recibimos diferentes influencias a lo largo de nuestras vidas, puesto que según nuestra edad y grado de independencia unos agentes socializadores ejercen mayor peso que otros. Teniendo en cuenta esto, podemos hablar de principalmente de socialización primaria, secundaria y terciaria.

1. Socialización primaria

La socialización primaria es la que se da durante los primeros años de vida del individuo, sobre todo durante su niñez, al relacionarse casi de forma exclusiva con su familia. Este proceso es fundamental para su desarrollo personal, emocional, psicológico y social gracias a que el núcleo familiar le ayuda a incorporar las pautas sociales que definirán su identidad. Una vez superada esta etapa se da comienzo a la socialización secundaria.

2. Socialización secundaria

En la socialización secundaria el individuo recibe una visión diferente de la realidad, la cual ya no está monopolizada por lo que le enseñan sus padres sino que también recibe la influencia de otros agentes socializadores más allá del vínculo familiar. Se considera que esta socialización secundaria comienza durante los primeros años de escuela, donde el infante recibe influencia de sus maestros y, también, forma sus primeras amistades.

A medida que la persona va ganando más independencia de sus padres, esta puede establecer contacto con otros grupos de referencia con quienes puede compartir visiones todavía más amplias de la sociedad.

3. Socialización terciaria

Existe la discusión sobre si existe una socialización terciaria, la cual se aplicaría a personas que son consideradas peligrosas o que han realizado comportamientos antisociales y que tienen que aprender de nuevo a cómo comportarse en la sociedad, motivo por el cual a este proceso también lo podríamos llamar “resocialización” o reintegración social.

El objetivo de este proceso es reconducir el comportamiento de quien ha violado las normas, contando con la ayuda de profesionales quienes actuarán en calidad de agentes socializadores. Estos profesionales serían todo el cuerpo de especialistas implicados en la reintegración social como educadores sociales, psicólogos, médicos y psiquiatras, siendo habitual que la socialización terciaria se lleve a cabo en instituciones tales como reformatorios y cárceles.