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Ventajas y desventajas de la energía nuclear

La energía nuclear o energía atómica es aquella que se genera a través de las reacciones entre los núcleos de los átomos. Esto puede ocurrir espontáneamente (como en el corazón de las estrellas) o de manera artificial (como en las bombas atómicas). Se trata de un tipo de energía que puede también aprovecharse para producir electricidad, mediante reacciones controladas dentro de los reactores de las plantas nucleares de energía.

Las reacciones nucleares se descubrieron en el siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial, y fueron utilizadas para fabricar las armas más letales y destructivas que el ser humano ha ideado jamás: las bombas atómicas, como las que se arrojaron sobre las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki. De hecho, su capacidad de generación de energía fue tan descomunal, que pronto se buscó emplear esta energía con fines pacíficos, logrando así los primeros reactores nucleares en los que se aprovechaba su inmenso calor producido para hervir agua y movilizar turbinas generadoras de electricidad.

Existen dos tipos de reacciones nucleares conocidas:

  • Las reacciones de fisión nuclear. El núcleo de un átomo pesado (usualmente un isótopo del uranio) se bombardea con partículas subatómicas hasta hacerlo dividirse en dos, liberando grandes cantidades de energía y nuevas partículas subatómicas.
  • Las reacciones de fusión nuclear. Los núcleos de dos átomos livianos (usualmente el hidrógeno) son forzados a unificarse, obteniendo un núcleo más pesado en el proceso (usualmente helio) y liberando una inmensa cantidad de energía y de partículas subatómicas en el proceso.

Las reacciones de fisión son las más conocidas y aprovechadas hasta la fecha (el 100 % de los reactores nucleares son de este tipo), mientras que la fusión se conoce únicamente mediante la exploración y descripción de los procesos estelares (en el corazón de las estrellas). Y aunque la fusión nuclear no ha podido ser controlada aún, las esperanzas de la humanidad marchan en ese sentido, ya que el hidrógeno no solo es un elemento barato, sino superabundante en el planeta y el universo.

La energía nuclear representa uno de los más grandes logros tecnológicos del ser humano, a la par que uno de los más grandes peligros que entraña nuestra capacidad de inventiva, cuando está puesta al servicio de la destrucción o cuando se la aplica sin las precauciones de rigor. La mayor evidencia de esto último lo constituyen tanto las dos bombas atómicas que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial, como los desastres atómicos de Chernobyl en Ucrania, o Fukushima en Japón.

Ventajas de la energía nuclear

Las principales virtudes o fortalezas de la energía nuclear tienen que ver con lo siguiente:

  • No produce gases de efecto invernadero. Una de las principales virtudes de la energía nuclear frente al calentamiento global y el cambio climático es que su aprovechamiento no arroja gases ricos en carbono a la atmósfera, de modo que no contribuye a la crisis climática.
  • Es muy eficaz en la obtención de energía. A partir de poca cantidad de combustible, un reactor nuclear puede obtener grandes cantidades de energía, lo cual reduce costos operativos, de materia prima (el uranio cuesta alrededor de un 20 % del costo de la energía generada) y permite producir electricidad más barata.
  • Es predecible, confiable y planificable. Una planta de energía nuclear al año invierte el 90 % de sus horas en la producción eléctrica, de modo que el flujo de energía es continuo, no se ve afectado por condiciones climáticas y sus niveles de generación son estables y predecibles.
  • Tiene un bajo costo de funcionamiento. Al comparar el funcionamiento y el rendimiento de una planta nuclear con una planta de otras formas tradicionales de energía, salta a la vista el menor requerimiento en costos cotidianos, incluso contando el mantenimiento especializado y las necesarias inspecciones de seguridad. Una planta nuclear de generación de electricidad es, en promedio, entre 33 % y 50 % más barata que una planta de carbón.
  • Tiene usos medicinales y de otro tipo. La energía nuclear no solo se traduce en electricidad, sino que también produce partículas subatómicas que pueden aprovecharse con otros fines como la esterilización de indumentaria médica y las técnicas de tomografía y radiología.

Desventajas de la energía nuclear

Las debilidades y riesgos de la energía nuclear incluyen lo siguiente:

  • Genera desechos tóxicos. El principal inconveniente de la energía nuclear es la cantidad de desechos radiactivos que producen sus reacciones: materiales que rara vez existen en la naturaleza debido a que son altamente inestables y continuamente liberan partículas subatómicas capaces de alterar de modos drásticos y dañinos el ADN de las células. Estos desechos, además, suelen tardar años (si no siglos) en descomponerse y devenir en elementos más inocuos, de modo que su manipulación y acumulación es siempre complicada y peligrosa, tanto para el ser humano como para el medioambiente.
  • Implica riesgos de desastres ambientales. En pocas pero calamitosas ocasiones, las plantas nucleares de energía han sufrido desperfectos, a veces debido a la mala manipulación del personal, o a la acción de desastres naturales (terremotos, por ejemplo), lo cual puede conducir a catástrofes atómicas. Por ejemplo, en el accidente de Chernobyl, en la entonces Unión Soviética, la explosión de un reactor contaminó con partículas radiactivas unos 30 km a la redonda, haciendo la llamada “zona de exclusión” inhabitable durante aproximadamente 20.000 años.
  • Emplea materias primas no renovables. La fisión nuclear requiere de una alimentación continua de uranio (o uranio enriquecido), un mineral raro y escaso en la corteza terrestre, así como de otros ingredientes químicos de difícil obtención. Y aunque el precio del uranio no oscila como lo hacen los combustibles fósiles, tampoco es un elemento muy común en la corteza terrestre, ni es un material que se renueva a sí mismo. De lograrse la tecnología de fusión nuclear, este inconveniente se vería resuelto, ya que el hidrógeno es fácil de obtener y es superabundante.
  • Tiene una costosísima inversión inicial. La construcción de una central de energía nuclear es una inversión descomunal, accesible únicamente para los Estados nacionales. Además, estos reactores tienen una fecha de caducidad, tras la cual su operación se hace peligrosa y lo conveniente es desmantelarlos, para luego construir uno nuevo.
  • Permite la proliferación de armas nucleares. No hay manera de garantizar que la misma tecnología que se lleva adelante con fines pacíficos en la construcción de una central eléctrica, no se aproveche para construir armas nucleares. Y dado que estas últimas ponen en riesgo poblaciones enteras —cuando no a la humanidad como un todo—, muchos prefieren restringir el acceso de sus enemigos o potenciales rivales a este tipo de tecnología.

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