20 Ejemplos de
Sufijos

Sufijos

Los sufijos son morfemas o afijos que se colocan al final de una palabra o raíz y le aportan significado o información gramatical. Por ejemplo: galancete, donde a “galán” se le añade el sufijo -ete y se le agrega un matiz diminutivo, afectivo o despectivo, según el contexto.

Los sufijos son partículas que generalmente no tienen un significado propio, y por eso no pueden constituir palabras por sí mismos. En cambio, se unen a una raíz léxica (que sí tiene un significado referencial) y modifican su sentido o su categoría gramatical. Por ejemplo: el adjetivo “brillante” más el sufijo -ez forma el sustantivo brillantez.

La sufijación es un fenómeno lingüístico muy extendido entre las distintas lenguas, dado que permite formar nuevas palabras adhiriendo diferentes terminaciones. Por ejemplo: actor/actriz, perro/perrito, casa/caserón.

Cabe destacar que, en castellano, la acentuación de las palabras que llevan sufijos respetan las normas de acentuación generales de la lengua.

Por otra parte, los sufijos suelen distinguirse de los prefijos, que son morfemas que se anteponen a los lexemas y también modifican su significado. La particularidad que tiene esta clase de afijos en el idioma español es que todos pertenecen al grupo de los derivativos. Por ejemplo: hemi-, dis-, bi-.

Tipos de sufijos

Los sufijos se clasifican en:

  • Sufijos derivativos. Son los que se agregan a una raíz o lexema y generan una nueva palabra. Su uso es muy común en castellano, ya que infinidad de adjetivos, sustantivos, adverbios y verbos pasan a funcionar como una palabra nueva o de distinta clase gramatical mediante el agregado de diversas terminaciones. Por ejemplo: -eza, -ura, -ción, -ente, -ante, -ero, -ino.
  • Sufijos flexivos. A diferencia de los anteriores, estos sufijos no generan nuevas palabras, sino que solo indican una variación de tiempo, persona, modo, género y número (dependiendo de la clase de palabra de la que se trate). Son necesarios para mantener las reglas de concordancia, pero no cambian el aspecto semántico ni la categoría gramatical de las palabras. Por ejemplo: -a, -o, -os, -as, utilizados para adjetivos.
  •  Sufijos apreciativos. Estos sufijos construyen palabras con tintes calificativos, es decir que expresan la manera en que una persona comprende, valora u observa un referente. Dentro de este grupo están los sufijos aumentativos, los diminutivos y los peyorativos. Por ejemplo: -ote, -azo, -ón, -ito, -illo, -uelo. 

Ejemplos de sufijos

A continuación, se ofrecen diferentes sufijos, cada uno con su respectivo significado y algunos ejemplos:

  1. azo/-aza. Tiene valor aumentativo y puede expresar diversos sentidos, entre ellos, despectivo, afectivo y ponderativo. También expresa un golpe dado con lo que el referente de la raíz. Por ejemplo: amigazo, codazo, latigazo, golazo, padrazo, porrazo.
  2. ito/-ita. Se agrega a sustantivos para funcionar como diminutivo. Por ejemplo: perrito, momentito, manito, niñito, gatito.
  3. -ísimo/-ísima. Se agrega a adjetivos y a algunos adverbios e indica grado superlativo. Por ejemplo: buenísimo, altísimo, riquísimo, malísimo, antiquísimo.
  4. -és/-esa, -ano/-ana, -ense, -eño/-eña. Se agregan a nombres de ciudades y países para formar adjetivos gentilicios o indicar pertenencia. Por ejemplo: genovés, toledano, costarricense, formoseño, aragonés, madrileño.
  5. -dor/-dora. Se agrega a adjetivos y a verbos e indica agente, atributo, oficio, instrumento o lugar. Por ejemplo: luchadora, labrador, surtidor, voladora, decorador, leñador.
  6. -itis. Indica inflamación. Por ejemplo: artritis, gastritis, otitis, hepatitis, faringitis.
  7. ente y -ante. Forma adjetivos a partir de verbos y expresa la realización de la raíz. En algunos casos, forma adjetivos que suelen sustantivarse. Por ejemplo: saliente, entrante, agobiante, veraneante, dirigente.
  8. -ismo. Se agrega a sustantivos para aludir a una doctrina política, religión, movimiento o corriente. También forma sustantivos que significan actitud, tendencia o cualidad, y designan actividades deportivas. Por ejemplo: budismo, fascismo, cubismo, atletismo, ciclismo, egoísmo, individualismo.
  9. -oso/-osa. Forma adjetivos que indican abundancia de lo que expresa la raíz o adjetivos derivados de adjetivos para intensificar el significado. Por ejemplo: novedosa, asqueroso, culposo, esponjoso, amistosa.
  10. -torio/-toria. Forma adjetivos y sustantivos, y denota relación con lo que expresa la raíz o significa “lugar”. Por ejemplo: reformatorio, aprobatoria, laboratorio, dedicatoria, exploratorio, observatorio.
  11. -al. En adjetivos indica relación o pertenencia, y en sustantivos significa que abunda aquello que expresa la raíz. Por ejemplo: maizal, cultural, arrozal, ambiental, social, arenal.
  12. -ura y -dura. Forma sustantivos a partir de verbos y puede significar algo concreto vinculado con el sentido de la raíz. También forma sustantivos a partir de adjetivos que se relacionan con la cualidad que expresan estos. Por ejemplo: blancura, montura, armadura, negrura, cerradura, frescura, mordedura.
  13. -ar. En adjetivos indica condición o pertenencia y en sustantivos abundancia de lo que expresa la raíz. Por ejemplo: palomar, espectacular, pinar, cautelar, circular, limonar.
  14. -dad. Forma sustantivos abstractos derivados de adjetivos, y puede adoptar las formas -edad, -idad y -bilidad, dependiendo de la raíz. Por ejemplo: bondad, maldad, efectividad, culpabilidad, realidad, liviandad.
  15. -edo/-eda. Forma sustantivos colectivos y, dependiendo de la raíz, se puede combinar con -al o con -ar. También forma sustantivos que indican abundancia. Por ejemplo: rosedal, polvareda, cañaveral, lodazal, humareda, robledal.
  16. -ete/-eta. Forma diminutivos, despectivos u palabras con otro valor afectivo. Por ejemplo: amiguete, vejete, regordete, avioneta, caseta.
  17. -ia. Aparece en sustantivos femeninos, por lo general abstractos y heredados del latín; también, en nombres de ciudades o naciones. Por ejemplo: ignorancia, vigilia, influencia, experiencia, Australia, Suecia.
  18. -áceo/-ácea. Forma adjetivos que indican pertenencia o semejanza. Por ejemplo: violáceo, grisácea, sebáceo.
  19. -ucho/-ucha. Indica sentido despectivo y forma palabras a partir de adjetivos y nombres. Por ejemplo: feúcho, flacucho, abogaducho, casucha, viejucho.
  20. -oma. En medicina se relaciona con el significado de “tumor” u otras alteraciones patológicas. Por ejemplo: melanoma, linfoma, papiloma, hematoma, carcinoma.

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