20 Ejemplos de
Aumentativos

Aumentativos

El idioma español dispone de recursos morfológicos particulares para agregarle significaciones a las palabras. Los sufijos aumentativos son aquellos que permiten exagerar una cualidad, ya sea en el sentido literal o en sentido figurado. Por ejemplo: portazo, narigón, tazón. 

El empleo de estos sufijos (partículas que se adicionan al final de la palabra), transforman a ciertos sustantivos o adjetivos comunes en aumentativos.

Pese a que los diccionarios no recogen siempre a todos los sustantivos aumentativos, los usuarios de la lengua saben que las palabras terminadas de cierta manera (por ejemplo, en “ón” o en “azo”) tienen por intención destacar el tamaño de algo, o bien su intensidad.

Ejemplos de oraciones con aumentativos

  1. Lo borró de un plumazo.
  2. Le pegó con su tremenda manaza.
  3. El pibe ya está más que grandote.
  4. Se asomó un nubarrón oscuro.
  5. Semejante grandulón no sabe preparar la comida.
  6. Ella siempre tan mandona.
  7. Se fue dando un portazo.
  8. Compraron un perrazo para cuidar la casa.
  9. Se escribió un novelón de sesenta capítulos.
  10. Sale a cenar todos los jueves con sus amigotes.
  11. Se ve que tenía hambre: se devoró un platazo de fideos.
  12. Anda de aquí para allá con su carretón.
  13. Siempre sigue siendo el mismo pelmazo.
  14. Me gusta aunque es un poco narigón.
  15. El petizo orejudo fue un famoso asesino.

Características de los aumentativos

  • Los aumentativos son típicos del registro coloquial, es decir, del habla corriente, de modo que difícilmente han de emplearse en ámbitos formales.
  • Los sufijos aumentativos no forman una lista demasiado extensa, y tampoco existe un criterio único y bien definido para establecer de qué manera se debe formar el aumentativo de un sustantivo dado.
  • Hay sustantivos que tienen más de una posible forma aumentativa.
  • Se imponen por el habla. Así por ejemplo, decimos Amadeus es un peliculón y El de ayer fue un partidazo (y no decimos Amadeus es un peliculazo y El de ayer fue un partidón).
  • Algunas palabras que incluyen aumentativos han adquirido identidad propia, es decir, se han lexicalizado con significaciones nuevas y es por ello que estas sí aparecen en los diccionarios. Por ejemplo: pizarrón (aumentativo de ‘pizarra’), tazón (aumentativo de ‘taza’) o telón (aumentativo de ‘tela’).
  • A veces los aumentativos son aplicados a los adjetivos, y la función que pasan a tener se vuelve mucho más subjetiva: se agrega una suerte de afectividad al término. Por ejemplo: fortachón, buenazo o grandote.

Los diminutivos

Las palabras que conforman el grupo de los aumentativos tienen un vínculo inmediato con sus opuestos: los diminutivos, que asignar un tamaño o una intensidad reducida. En lo cotidiano los usamos muchísimo. Por ejemplo: minutito, ratito, florcita. 



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