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Ejemplos de
Resiliencia

En psicología, se llama resiliencia a la capacidad de las personas de transformar una situación adversa, dolorosa o trágica en un aprendizaje personal positivo. Se trata de una capacidad adaptativa, que cotidianamente nos permite ser competitivos y exitosos a pesar del riesgo del fracaso y de las tensiones y dificultades que enfrentamos, pero que también nos permite sobreponernos, eventualmente, a eventos particularmente traumáticos.

La palabra resiliencia proviene del latín resilientia, compuesto por las voces re- (“de nuevo”) y salire (“saltar” o “brincar”), de modo que figuradamente alguien resiliente es aquel que puede “rebotar” hacia donde estaba, volver a ocupar la posición que tenía antes de que algo lo obligara a abandonarla. Por ejemplo, un arco que se tensa y dobla al tirar de la flecha, pero al soltarla vuelve a su posición original sin fracturarse, es un arco resiliente.

Este significado se conserva también en otras áreas. En ecología se llama resiliencia a la capacidad de los ecosistemas de absorber perturbaciones biológicas y recuperar su estado original. En ingeniería este concepto refiere a la capacidad de un cuerpo de recuperar su forma original una vez que cesa la fuerza que lo deforma. Y en medicina se usa este término para hablar de la capacidad de los tejidos de recuperar su forma original luego de haber recibido una leve presión.

La resiliencia, en conclusión, es la capacidad de sobreponerse, de adaptarse, de superar un daño recibido. Esto no significa que las personas resilientes no sufran, no les importe el dolor o que sean siempre optimistas. Todo lo contrario: las personas resilientes sufren, pero logran sacar algo bueno de ese sufrimiento para adaptarse y seguir con sus vidas.

Ejemplos de resiliencia

Algunos ejemplos de personas resilientes son:

  1. Marie Curie (1867-1934). Nacida en Polonia, fue una de las grandes pioneras de la física y la química, y una absoluta adelantada para su época. Por ser mujer y polaca, durante la ocupación del Imperio Ruso de su país natal, sus estudios debieron ser clandestinos y autodidactas Estudió en París, donde culminó su formación. De los 776 estudiantes de ciencias en 1895, apenas 27 eran mujeres. Nada de eso impidió que Curie dedicara su vida a comprender la naturaleza de la materia y a descubrir la radiactividad. Compartió junto a su esposo, Pierre Curie, y el físico Henri Becquerel el Premio Nobel de Física de 1903. En 1911 ganó individualmente el Premio Nobel de Química, convirtiéndose en la primera persona en recibir dos premios Nobel. En ese año Curie ya era miembro de las academias de Francia, Suecia, Polonia, Estados Unidos y San Petersburgo.
  2. Helen Keller (1880-1968). Fue una escritora, oradora y activista estadounidense, que desde los diecinueve meses de edad perdió totalmente la visión y la audición debido a una enfermedad. Su instrucción temprana fue complicada y sin embargo Helen no solo obtuvo una licenciatura en el Radcliffe College (y fue la primera persona sordociega en obtener un título universitario), sino que escribió artículos y una docena de libros. Además, fue una tenaz luchadora por los derechos de las personas con discapacidad, el voto femenino, los derechos de los trabajadores y el socialismo. Fue cofundadora de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y desde 1880 se celebra en su natalicio, cada 27 de junio, el “día de Helen Keller”.
  3. Viktor Frankl (1905-1997). Fue un neurólogo, psiquiatra y filósofo de origen austríaco, inventor de la logoterapia y el análisis existencial. En su ycélebre libro El hombre en busca de sentido (1946) estudió y reflexionó sobre su trágico pasado en distintos campos de concentración de la Alemania Nazi entre 1942 y 1945. Allí perdió a sus padres, su esposa, su hermano, su cuñada y numerosos amigos. Y sin embargo, no se entregó al vacío existencial, sino que cultivó una exitosa carrera docente y médica durante los siguientes 25 años, durante los cuales publicó más de 20 libros, recibió 29 doctorados honoris causa y ganó el Premio Oskar Pfister de Psiquiatría (Estados Unidos). Su vida pareció responder a una de sus célebres frases: “El significado de mi vida es ayudar a otros a encontrar significado en las suyas”.
  4. Nelson Mandela (1918-2013). Político y luchador social sudafricano, fue encarcelado 27 años por las autoridades blancas de su país, que apoyaban la segregación de los ciudadanos negros. Al salir de prisión en 1990, a los 76 años, se hizo portavoz de la reconciliación nacional y abogó por una comisión de la verdad y la paz para superar el trauma político y social, en lugar de llamar a la venganza. Fue así que el pueblo surafricano llevó a Mandela a la presidencia para el lapso 1994-1999, y a través de su cálida y humana gestión se pudo finalmente dejar atrás el oscuro legado del Apartheid.
  5. Primo Levi (1919-1987). Químico de profesión y judío sefardí de proveniencia étnica, este escritor italiano estuvo diez meses preso en el campo de concentración nazi de Monowitz, durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de casi haber muerto y de haber sido sometido a injurias y humillaciones imperdonables, Levi volvió al mundo 1945 y pronto se dedicó a escribir sobre lo que había vivido, pero no desde una perspectiva pesimista, sino intentando entender lo que había pasado y hacer las paces con ello.
  1. Stephen Hawking (1942-2018). Fue un astrofísico y cosmólogo del siglo XX, a quien debemos la comprensión de los agujeros negros y numerosas obras de divulgación científica. A sus 21 años fue diagnosticado con una enfermedad degenerativa: esclerosis lateral amiotrófica. Hawking acabó sus días prácticamente paralizado, comunicándose gracias a un sistema informático capaz de generar una voz sustituta. Y, sin embargo, jamás abandonó su pasión por el universo, lo cual le permitió el empuje para convertirse en la persona más longeva en sufrir de esta enfermedad (55 años).
  2. Mark Inglis (1959-). Es un escalador neozelandés y bioquímico investigador de la leucemia. En 1982 ascendió junto a un compañero al Monte Cook, en Nueva Zelanda, y quedaron atrapados en una cueva helada durante 13 días por una intensa tormenta de nieve. Como consecuencia de ello, Inglis perdió sus dos piernas, pero eso no significó el fin de su trayectoria deportiva: en 2002 regresó al Monte Cook y logró la cima usando sus piernas prostéticas, y en 2006 logró escalar el Monte Everest: fue el primer doble amputado en hacerlo en la historia.
  3. María Belón (1965-). Es una doctora española, que junto a su marido Enrique y sus dos hijos, sobrevivió al terremoto del océano Índico de 2004 y al tsunami que barrió la costa tailandesa, donde la familia estaba vacacionando. A pesar de que todos sobrevivieron, se vieron desperdigados durante el cataclismo, acabaron por reunirse y buscar ayuda, y se sobrepusieron a situaciones calamitosas sin perder nunca la esperanza de sobrevivir. Su historia de resiliencia ante la adversidad fue llevada al cine en la película española “Lo imposible” de 2012.
  4. Linda Loaiza (1982-). Es una abogada venezolana especialista en la defensa de los derechos humanos. Fue víctima de un terrible evento de violencia de género a sus 19 años: en marzo de 2001 fue secuestrada por Luis Carrera Almoina, quien la encerró en su departamento donde fue violada, agredida, torturada y mutilada hasta que fue liberada por la policía en julio de ese mismo año. Pero como el acusado y sus encubridores pertenecían a la élite intelectual y política venezolana, no fueron castigados. Esto llevó a Loaiza a estudiar la carrera de abogacía no solo para lograr el castigo de su agresor y sus cómplices, sino para impedir que eventos similares ocurran a otros. Además, denunció al Estado venezolano internacionalmente por no haber actuado en su defensa, y en 2018 la corte falló a su favor.
  5. Malala Yousafzai (1997-). Es una activista pakistaní por los derechos civiles, que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2014, lo cual hizo de ella la persona más joven en recibir este premio: tan solo contaba con 17 años. Desde su adolescencia, Malala ha luchado por los derechos de la mujer y ha visibilizado las limitaciones que la cultura religiosa local impone, lo cual hizo que en 2012 un grupo radical islámico intentara asesinarla, disparándole tres veces al rostro. La joven sobrevivió al atentado, pero requirió una cirugía reconstructiva para la cara y tuvo que ser trasladada a Inglaterra, donde su familia, bajo amenazas de muerte, solicitó asilo. Desde entonces, Malala no ha cesado en su empeño por combatir el fanatismo religioso y el machismo sistémico en el mundo oriental. En 2020 se graduó en filosofía, política y educación en la prestigiosa Universidad de Oxford.

¿Cómo ser una persona resiliente?

Algunos consejos básicos que podemos seguir para desarrollar la resiliencia son:

  • Conservar el optimismo. Tratar de ver la luz al final del túnel es una actitud que puede permitirnos conservar la calma y la entereza en situaciones desagradables o desesperadas. No se trata de engañarnos o ignorar las cosas que salieron mal, sino obligarnos a mirar más allá del error o el daño recibido, hacia un panorama más positivo.
  • Reinterpretar nuestra historia. Hay eventos traumáticos que pueden sacudir toda nuestra existencia y poner en jaque cuestiones que dábamos por sentadas. Esto puede resultar devastador, pero también es la oportunidad para repensar ciertos aspectos de nuestra existencia y nuestra forma de ser, para que del dolor emerja una versión mejorada de quienes somos.
  • Utilizar la memoria personal. Conservar en la memoria las situaciones difíciles, recordar que las atravesamos y salimos siendo más fuertes puede brindar consuelo y esperanza en situaciones similares por venir.
  • Contar con redes de apoyo. Las personas que cuentan con el apoyo de amigos y familiares tienen siempre una ventaja a la hora de sobreponerse a los giros de la vida.
  • Estar dispuestos a cambiar. El cambio es la esencia de la vida, y aferrarse a las cosas o a una forma de ser puede resultar mucho más traumático que la pérdida en sí misma.

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