10 Ejemplos de

Poemas con rimas de amor

Los poemas con rimas de amor son aquellos poemas que tienen algunas palabras cuyo sonido final es igual o similar al sonido final de otras palabras y que versan sobre el amor. Por ejemplo:

Por tus ojos verdes yo me perdería.
Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
misteriosos como la esperanza mía;
por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría. (Amado Nervo)

Los poemas son composiciones literarias que pertenecen al género poético y que, generalmente, están compuestas por estrofas y versos. Los poemas de amor son composiciones que tratan sobre el amor que se siente por una pareja, el sentimiento de estar enamorado, el amor que existe entre dos personajes o los sentimientos de tristeza o nostalgia por la pérdida del ser amado o por un desamor.

Estos poemas no hablan de este sentimiento utilizando un lenguaje corriente, sino que lo hacen de manera creativa. Para ello, utilizan distintas figuras retóricas, que le añaden valor estético y belleza al texto poético.

La rima es la relación que existe entre dos palabras que tienen un sonido final similar o igual. Por ejemplo: amor-dolor. En los poemas con rima, esta relación se establece cuando coinciden todos o algunos de los sonidos a partir de la última vocal acentuada de dos o más versos. Por eso, este recurso literario se utiliza para añadirles ritmo y musicalidad a estas composiciones poéticas.

Las rimas pueden ser:

Ejemplos de poemas con rimas de amor

1. “Desvelada”, de Gabriela Mistral

Como soy reina y fui mendiga, ahora (A)
vivo en puro temblor de que me dejes, (B)
y te pregunto, pálida, a cada hora: (A)
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!» (B)
Quisiera hacer las marchas sonriendo (C)
y confiando ahora que has venido; (D)
pero hasta en el dormir estoy temiendo (C)
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?» (D)

1. “Cuando llegues a amar”, de Rubén Darío

Cuando llegues a amar, si no has amado, (A)
sabrás que en este mundo (B)
es el dolor más grande y más profundo (B)
ser a un tiempo feliz y desgraciado. (A)

Corolario: el amor es un abismo (C)
de luz y sombra, poesía y prosa, (D)
y en donde se hace la más cara cosa (D)
que es reír y llorar a un tiempo mismo. (C)

Lo peor, lo más terrible, (E)
es que vivir sin él es imposible. (E)

1. “¡Oh, cual te adoro!”, de Carolina Colorado

¡Oh, cuál te adoro! con la luz del día (A)
tu nombre invoco apasionada y triste, (B)
y cuando el cielo en sombras se reviste (B)
aun te llama exaltada el alma mía. (A)

Tú eres el tiempo que mis horas guía, (A)
tú eres la idea que a mi mente asiste, (B)
porque en ti se concentra cuanto existe, (B)
mi pasión, mi esperanza, mi poesía. (A)

No hay canto que igualar pueda a tu acento (C)
o cuando tu amor me cuentas y deliras (D)
revelando la fe de tu contento; (C)

Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras, (D)
y quisiera exhalar mi último aliento (C)
abrasada en el aire que respiras. (D)

1. Fragmento de “Te quiero”, Mario Benedetti

Si te quiero es porque sos (a)
mi amor mi cómplice y todo (b)
y en la calle codo a codo (b)
somos mucho más que dos (a)

Y por tu rostro sincero (c)
y tu paso vagabundo (d)
y tu llanto por el mundo (d)
porque sos pueblo te quiero (c)

y porque amor no es aureola (e)
ni cándida moraleja (f)
y porque somos pareja (f)
que sabe que no está sola (e)

1. “Explosión”, de Delmira Agustini

¡Si la vida es amor, bendita sea! (A)
¡Quiero más vida para amar! Hoy siento (B)
Que no valen mil años de la idea (A)
Lo que un minuto azul de sentimiento. (B)

Mi corazón moría triste y lento… (B)
Hoy abre en luz como una flor febea; (A)
¡La vida brota como un mar violento (B)
Donde la mano del amor golpea! (A)

Hoy partió hacia la noche, triste, fría, (C)
rotas las alas mi melancolía; (C)
Como una vieja mancha de dolor (D)

En la sombra lejana se deslíe… (E)
¡Mi vida toda canta, besa, ríe! (E)
¡Mi vida toda es una boca en flor! (D)

1. “Soneto V”, de Garcilaso de la Vega

Escrito está en mi alma vuestro gesto (A)
y cuanto yo escribir de vos deseo; (B)
vos sola lo escribistes, yo lo leo (B)
tan solo, que aun de vos me guardo en esto. (A)

En esto estoy y estaré siempre puesto; (A)
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, (B)
de tanto bien lo que no entiendo creo, (B)
tomando ya la fe por presupuesto. (A)

Yo no nací sino para quereros; (C)
mi alma os ha cortado a su medida; (D)
por hábito del alma misma os quiero; (E)

cuanto tengo confieso yo deberos; (C)
por vos nací, por vos tengo la vida, (D)
por vos he de morir y por vos muero. (E)

1. “Soneto CXXVI”, de Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso, (A)
áspero, tierno, liberal, esquivo, (B)
alentado, mortal, difunto, vivo, (B)
leal, traidor, cobarde y animoso; (A)

no hallar fuera del bien centro y reposo, (A)
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, (B)
enojado, valiente, fugitivo, (B)
satisfecho, ofendido, receloso; (A)

huir el rostro al claro desengaño, (C)
beber veneno por licor suave, (D)
olvidar el provecho, amar el daño; (C)

creer que un cielo en un infierno cabe, (D)
dar la vida y el alma a un desengaño; (C)
esto es amor, quien lo probó lo sabe. (D)

1. Fragmento de “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, de Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. (A)

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. (A)

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo. (A)

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido. (A)

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. (A)

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. (A)

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. (A)

1. “El amor y la sierra”, de Antonio Machado

Cabalgaba por agria serranía, (A)
una tarde, entre roca cenicienta. (B)
El plomizo balón de la tormenta (B)
de monte en monte rebotar se oía. (A)

Súbito, al vivo resplandor del rayo, (C)
se encabritó, bajo de un alto pino, (D)
al borde de la peña, su caballo. (C)
A dura rienda le tornó al camino. (D)

Y hubo visto la nube desgarrada, (E)
y, dentro, la afilada crestería (A)
de otra sierra más tenue y levantada (E)

-relámpago de piedra parecía-. (A)
¿Y vio el rostro de Dios? Vio el de su amada. (E)
Gritó: ¡Morir en esta sierra fría! (A)

1. “A Cupido”, de Ignacio María de Acosta

Mira, traidor Cupido;
Mira, rapaz aleve (a)
Ya que mi mal te place
Y mis tormentos quieres, (a)
Que no temo los tiros
De las saetas crueles (a)
Con que en el pecho triste
Tan sin piedad me hieres. (a)
Y si gustas burlarte
Y atormentarme siempre; (a)
Hiere también a Elvira,
Y dos cautivos tienes. (a)

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