Ejemplos de
Relativismo Cultural

El relativismo cultural es el punto de vista que considera que toda verdad ética o moral depende del contexto cultural en el que es considerada. De esta manera, las costumbres, leyes, ritos y concepciones del bien y del mal no pueden juzgarse según parámetros externos e inamovibles.

Descubrir que las normas morales no son innatas sino que son aprendidas de la cultura, permite comprender por qué diferentes sociedades se rigen por principios muy diferentes a los nuestros. De forma análoga, los principios morales de una misma sociedad cambian con el tiempo, e incluso una misma persona puede cambiarlos a lo largo de su vida, dependiendo de sus experiencias y aprendizajes.

El relativismo cultural sostiene que no existen normas éticas universales. Desde este punto de vista, nos resulta imposible juzgar desde un punto de vista moral las conductas de culturas diferentes a la propia.

El punto de vista opuesto al relativismo cultural es el etnocentrismo, que juzga los comportamientos de todas las culturas según los propios parámetros. El etnocentrismo sólo puede sostenerse sobre el presupuesto (explícito o no) de que la propia cultura es superior a las otras. Se encuentra en la base de todo tipo de colonialismo.

Entre los extremos del relativismo cultural y el etnocentrismo existen puntos intermedios, en que ninguna cultura se considera superior a otra, pero cada individuo asume que existen algunos principios que considera inviolables, incluso sabiendo que los ha aprendido de su cultura. Por ejemplo, aunque entendamos que cada cultura tiene sus ritos de iniciación, podemos estar en contra de rituales iniciáticos que impliquen la mutilación de las personas. Es decir que no se consideran todas las prácticas culturales válidas, sino todas las prácticas culturales igualmente cuestionables.

Ejemplos de relativismo cultural

  1. Considerar incorrecto que las personas se encuentren desnudas en la vía pública, pero considerarlo normal en culturas en que la vestimenta que se utiliza cubre menos partes del cuerpo.
  2. Cuando estamos de visita, seguir las normas de la casa que visitamos, aunque sean distintas a las que rigen en nuestra casa.
  3. Considerar incorrecto que en nuestra sociedad una persona tenga más de un esposo, pero aceptarlo en culturas en que la poligamia es una práctica aceptada.
  4. Considerar natural que las personas tengan relaciones sexuales antes del matrimonio, pero entender las razones por las que generaciones anteriores de mujeres no lo hacían.
  5. Considerar natural que las personas consuman alcohol pero respetar a las personas que (por motivos religiosos, culturales, etc.) evitan su consumo.
  6. Considerar falsa la práctica de la magia en nuestra cultura pero respetar a magos y líderes religiosos de otras culturas en las que esta práctica cumple una función social e incluso médica.
  7. Respetar el culto a dioses diferentes de los que veneramos nosotros, incluso si no veneramos ningún dios y no creemos en su existencia.
  8. Antes de criticar una práctica cultural, comprender las razones de la misma, pero también las críticas que surgen del interior de esa misma cultura.



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