Ejemplos de
Cantar de Gesta

Cantar de Gesta

El cantar de gesta es un género narrativo en verso que tuvo su auge en la Edad Media. Son narraciones basadas en la épica, que se caracterizan por transmitirse de boca en boca, sobre todo por los juglares. Por ejemplo: Cantar de Mío Cid, Cantar de los Nibelungos y Cantar de Roldán.

Al igual que las epopeyas, los cantares de gesta narran las hazañas de personajes heroicos que encarnan los valores de una población. De autoría anónima, este género fue muy popular en Europa, entre los siglos XI y XII, sobre todo en Francia y España.

Características de los cantares de gesta

  • Son obras anónimas.
  • Están escritos en verso.
  • Tienen rima asonante.
  • Su métrica es irregular, aunque la mayoría tiene 14 sílabas.
  • Su extensión es variada pero, en promedio, rondan los 4000 versos.
  • Los juglares y trovadores eran los encargados de transmitir estas narraciones, oralmente.
  • Cuentan con un lenguaje sencillo y expresivo.
  • Los héroes que protagonizan la historia representan las virtudes del pueblo, su comportamiento resultaba un modelo a seguir para su público.
  • De acuerdo con su origen, tienen componentes fantásticos, mitológicos o realistas.
  • Tuvieron su máximo apogeo en Europa, especialmente en Alemania, Francia, Rusia y España, entre los siglos XI y XII.
  • Hacia finales del siglo XII algunos cantares comenzaron a plasmarse por escrito.

Ejemplos de cantar de gesta

  1. Cantar de Roldán

Fue escrito en francés antiguo hacia finales del siglo XI y se le atribuye su autoría a un monje normando llamado Turoldo (este nombre figura en el último verso de la obra). Está escrito en versos decasílabos y su rima es asonante, pese a que está conformado por tiradas con longitudes desiguales.

La obra, que intercala hechos verídicos, narra la batalla en tierras hispánicas que le valieron la derrota a Carlomagno. El principal motivo de esta derrota fue que Galeón, uno de los nobles que integraba su ejército, lo traicionó. Esta derrota le costó a Carlomagno la pérdida de buena parte de los jefes militares, entre ellos, su sobrino Roldán y toda la retaguardia.

  1. El Cantar de Beowulf

Esta obra anglosajona está compuesta por 3182 versos y fue escrita en inglés antiguo. No solo se desconoce su autor sino también la fecha en la que fue escrita. Si bien narra hechos ocurridos a principios del siglo VI, los expertos estiman que la obra habría sido escrita entre el siglo VIII y el XII.

El cantar está dividido en dos partes. La primera se enfoca en la juventud del héroe, Beowulf, quien deberá enfrentarse al temible monstruo llamado Grendel. Luego de matarlo, el joven deberá enfrentarse a su madre.

En la segunda parte de la obra, el héroe ya es adulto y se convierte en el rey de los gautas y deberá enfrentarse con un terrible dragón hasta su muerte.

El poema está compuesto por cuatro cantos. Los dos primeros abordan el enfrentamiento con el monstruo y su madre, y los dos últimos se enfocan en la vejez y muerte del protagonista.

  1. El Cantar de los Nibelungos

Este poema alemán, escrito durante el siglo XIII, mezcla elementos mitológicos con hechos históricos. En él se narran las hazañas del cazador de dragones Sigfrido, desde su infancia hasta su asesinato. Su esposa, la princesa Krimilda, decide vengar la muerte de su esposo, lo que ocasiona el exterminio de los nibelungos en la corte de los hunos.

En 2009 esta obra fue incluida en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco por su trascendencia histórica.

  1. Cantar de Mio Cid

Se estima que este poema anónimo, escrito en español antiguo, fue escrito alrededor del año 1200. La obra tiene 3735 versos de expansión variable, aunque predominan los de 14 a 16 sílabas métricas.

Con ciertas libertades por parte de su autor, el poema narra las hazañas de los últimos años de vida del caballero de Castilla Rodrigo Díaz, conocido como el Campeador.

La obra narra las heroicas hazañas de los últimos años de vida del caballero desde su primer destierro, en el año 1081, hasta su muerte en 1099.

El poema presenta dos grandes temas. Por un lado, el destierro y los intentos del Campeador para conseguir el perdón real y recuperar el status social perdido. Por otro lado, el honor del Cid y de su familia, que terminan realzados al final y así, las hijas del protagonista consiguen casarse con los príncipes de Navarra y Aragón.



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