Viabilidad económica

Decimos que existe viabilidad económica cuando, tras un riguroso análisis económico y financiero, observamos que la inversión que un día llevamos a cabo es inferior al retorno que, a lo largo del tiempo, esperamos obtener por haberla realizado. Es decir, cuando el coste de la inversión es superado por el beneficio que esta genera, reflejándose en un análisis de viabilidad.

Este análisis, dado que nos dice si el proyecto dará pérdidas o ganancias, nos dirá si la inversión que vamos a acometer es la inversión correcta. Es decir, si debemos invertir en ese proyecto o, por el contrario, y ante un análisis que nos muestra que el proyecto no es viable, debemos optar por otro proyecto, u otro activo.

Habitualmente, cuando queremos saber si un proyecto es viable o no económicamente hablando, atendemos a ratios como el VAN o la TIR. En ocasiones, realizamos el clásico análisis costo-beneficio. No obstante, debemos saber que esta viabilidad económica viene determinada, también, por otros factores. Entre estos factores podemos destacar aspectos legales, como la regulación del mercado, o incluso factores relacionados con la competencia, pudiendo determinar la viabilidad la propia competencia dentro del mercado.

En resumen, hablamos de un análisis muy utilizado por economistas y financieros en todo el mundo. Todo proyecto de inversión, ya sea público o privado, debe contener un análisis de viabilidad. Este análisis, como indica su nombre, determina el potencial de nuestro proyecto, al considerar si este es viable o no. Dependiendo de este análisis, realizaremos la inversión o, por el contrario, escogeremos otras alternativas.

Por último, es conveniente aclarar que para obtener financiación por parte de un banco, o acceder a rondas de inversión con inversores, este análisis de viabilidad es uno de los documentos esenciales que debe contener nuestro proyecto. En este, principalmente, basarán su decisión de invertir en el proyecto.

Entre las características que presenta la viabilidad económica, a modo de resumen, conviene resaltar las siguientes:

• Es una cualidad que puede presentar un proyecto de inversión. Esto, cuando el retorno esperado es superior a la inversión acometida.
• Para determinarla, se utilizan ratios como el VAN, la TIR o el análisis costo-beneficio. De esta forma, el análisis nos dirá si, económicamente hablando, nuestro proyecto es viable.
• Aun siendo económicamente viable, hay que destacar que influyen otros tipos de viabilidad que, como veremos a continuación, determinan la viabilidad total del proyecto.
• Es un análisis esencial en el mundo empresarial. Ello, para obtener financiación, por ejemplo, o para una ronda con inversores, donde este análisis es imprescindible.

Es conveniente resaltar, antes de seguir, que la viabilidad de un proyecto viene determinada por cuatro elementos, y no solo por la viabilidad económica:

• Viabilidad económica: Es una de las más importantes. Esta determina si el retorno esperado es superior al capital invertido y el riesgo asumido. En cierta forma, se basa en la rentabilidad principalmente.
• Viabilidad financiera: El proyecto es viable desde el punto de vista financiero cuando, al analizar el beneficio esperado, se puede hacer frente a las obligaciones.
• Viabilidad técnica: El estudio de viabilidad técnica conlleva a resolver la pregunta de si es posible, desde el punto de vista tecnológico, desarrollar nuestros productos/servicios, y a la misma vez, ser competitivos en el mercado. Se centra en el desarrollo técnico y no tanto en el económico.
• Viabilidad comercial: Un proyecto es viable desde el punto de vista comercial cuando, tras realizar un estudio de mercado, encontramos un cliente potencial en el. Es decir, las ventas previstas son realistas con el planteamiento que realiza de la empresa.

La principal diferencia entre la rentabilidad económica y financiera es que la primera requiere de todos los activos, mientras que la segunda solo necesita los recursos propios de la compañía. En resumen, el punto de vista económico y el financiero no es el mismo.

Para que nos hagamos una idea, la viabilidad económica está basada en indicadores que miden el retorno esperado de la inversión realizada en un momento determinado. Por otro lado, la viabilidad financiera hace referencia a ese análisis que toma como referencia indicadores basados en la estructura financiera del proyecto en el que nos estamos metiendo. Una situación financiera que, en el futuro, será determinante para la buena marcha del negocio.

Por tanto, una se centra más en el beneficio esperado para el accionista, mientras que la otra se centra más en la propia marcha del negocio y la cantidad de recursos, así como sus respectivas fuentes de ingresos, que serán necesarios para continuar con la operativa.

Imaginemos, por último, que tenemos las siguientes opciones de inversión:

Un proyecto, al que denominamos proyecto A, en el que debemos invertir 1.000 euros y recuperamos, al cabo de 10 años, más de 60.000 euros.

Por otro lado, imaginemos otro proyecto, al que denominamos proyecto B, que nos obliga a estar 10 años, pero nos paga 10.000 euros con una inversión de 500 euros.

En este sentido, diríamos que el proyecto A es el proyecto más viable económicamente hablando. Por tanto, también sería el que, grosso modo, escogeríamos.