Unidad de mando
La unidad de mando es un principio de gestión acuñado por Henri Fayol, el cual indica que un empleado debe recibir órdenes de un único superior.
Uno de los 14 principios de la administración de Henri Fayol es el de unidad de mando. La importancia de este principio radica en que su ausencia puede afectar a los demás principios. Principios como el de autoridad y disciplina se ven comprometidos.
En este sentido, una de las principales amenazas de este principio es la dualidad de mando. La dualidad de mando es una situación en la que dos superiores tienen poder para dar órdenes a un subordinado o empleado de escala inferior. O, visto desde otra perspectiva, cuando un empleado puede recibir y debe cumplir las órdenes de dos superiores.
Por tanto, el fayolismo no contempla la posibilidad de la dualidad de mando. Entiende que no es efectiva y que acarrea problemas. Por un lado al empleado que no sabe a quién debe hacer más caso y por otros entre los dos superiores que podrían establecer una especie de lucha por hacerse demostrar su autoridad.
Fundamentos de la unidad de mando
Los fundamentos bajo los que se apoya la unidad de mando se encuentran:
- Mejora de la productividad: Se evitan tareas duplicadas, se optimiza el tiempo dedicado a las reuniones con superiores y permite al empleado enfocarse en una única tarea.
- Reducción de los conflictos laborales: Además, la unidad de mando, también evita conflictos entre superiores y entre empleados. Por tanto, las relaciones personales derivadas de la profesión son más fructíferas.
- Mejora en la toma de decisiones: Al tener más productividad y menos conflictos laborales, la motivación laboral aumenta. Esto produce que las decisiones sean de mejor calidad, más creativas y mucho más rápidas.
Este principio está íntimamente relacionado con aquel dicho que dice aquello de «El que mucho abarca poco aprieta». Este dicho se refiere a que si estás a varias cosas a la vez, al final no te enfocas en una sola tarea. Más vale hacer poco muy bien, que hacer mucho muy mal.
Unidad de mando y unidad de dirección
La diferencia entre unidad de mando y unidad de dirección se puede entender con el siguiente esquema:
Como vemos en la imagen anterior, aunque tienen un punto en común se refieren a conceptos diferentes. El concepto de unidad de dirección incluye el de unidad de mando, pero además añade el hecho de que se siga un mismo plan para un objetivo común.
Tanto el principio de unidad de dirección como el de mando se dan en organizaciones jerárquicas. Esto es, en organizaciones o empresas en las que la cadena de mando está muy bien tipificada. Un ejemplo muy claro de organizaciones que siguen estos dos principios y son jerárquicas por excelencia son las organizaciones militares.
Ejemplo de unidad de mando
Supongamos, por ejemplo, que trabajamos en la sucursal de una gran empresa elaborando análisis FODA extensos. El objetivo es que las empresas que contratan nuestro servicio puedan mejorar. Nosotros somos analistas y trabajamos en el departamento de análisis empresarial.
Para que se cumpla la unidad de mando debemos recibir órdenes de un único superior. En caso de que recibamos órdenes de dos o más superiores la unidad de mando no existe.
Un problema muy común en las empresas es que algunos empleados reciban órdenes de su superior y el de superior de dicho superior. Siguiendo con el ejemplo, imaginemos que recibimos órdenes del director de departamento de análisis empresarial y a la vez del director de la sucursal en la que trabajamos. Otro común también es que recibamos órdenes de diferentes departamentos. En todos estos casos la unidad de mando deja de existir y se incumple uno de los principios de administración redactados por Fayol.