Troyano bancario
Un troyano bancario es un software con un fin malicioso que persigue obtener datos relacionados con la cuenta o cuentas bancarias del usuario de un dispositivo electrónico.
Desde la aparición de Internet, los usuarios se enfrentan a una serie de riesgos que pueden generar grandes problemas tanto en el dispositivo a través del que se navega por la red como para el propio usuario.
Prueba de ello, es la creación de determinados softwares que tienen el objetivo de entrar en un dispositivo para obtener información o realizar ciertas modificaciones dentro del sistema para causar daños. En ocasiones, estos daños pueden llegar a ser irreparables, por lo que es recomendable conocer los riesgos que conlleva navegar por Internet.
En el caso del troyano bancario, es un tipo de software malicioso que accede a nuestro dispositivo y no levanta ninguna sospecha. De cara al sistema operativo, es un software seguro que no activa los protocolos de seguridad del mismo, por tanto, puede moverse libremente sin encontrar ninguna limitación.
Como su propio nombre te lleva a pensar, que tiene relación con el Caballo de Troya. Este caballo fue un regalo que hicieron los aqueos a la ciudad fortificada de Troya, una vez que estaba dentro de la ciudad, salieron los soldados que llevaba dentro y tras matar a los centinelas, consiguieron abrir las puertas de la ciudad para que entrasen resto de combatientes.
En el caso de este software ocurre igual, accede a tu dispositivo sin levantar sospechas y empieza a obtener información acerca de las acciones que llevas a cabo con tu banco. El troyano bancario puede llegar a recopilar la información acerca de tus claves de acceso al portal bancario, reconocer el movimiento de tu ratón y teclas y analizar cuáles son los movimientos que se han producido en tu cuenta bancaria.
¿Cómo entra un troyano bancario en tu dispositivo?
El troyano bancario, al igual que otros troyanos, puede infectar a tu dispositivo en el momento más inesperado. Como es lógico, el troyano bancario no puede “nacer” en tu dispositivo, sino que debes hacer algo para que pueda entrar.
Quizás la forma más común de que un troyano acceda a tu móvil, tablet u ordenador es a través de la navegación por Internet. Un ejemplo de ello puede ser al abrir enlaces fraudulentos o descargando archivos que no son seguros.
También puede acceder a través de las unidades de memoria que conectes a tu dispositivo como un USB o disco duro externo.
Protección frente a los troyanos bancarios
En primer lugar, imagina que tienes hambre y que quieres comprar una hamburguesa para comértela mientras vuelves a casa. Encuentras un local que tiene un cartel que pone “hamburguesería” pero su propietario no te transmite nada de confianza y además tiene una pistola encima de la mesa. ¿Entrarías? Seguro que no.
Internet es exactamente igual, cada página web es un mundo diferente, por tanto, comprueba cuidadosamente que es una página web segura.
En segundo lugar, alguna vez habrás querido descargar alguna película o canción de forma ilegal para no gastarte dinero. Pues bien, mucho cuidado con este tipo de descargas porque pueden ser peligrosas.
Todavía hay más, por lo que lo mejor es llevar mucho cuidado con aquellos emails que te prometen unas vacaciones gratis o en los que eres el afortunado al que le ha tocado un premio en un sorteo en el que nunca participaste. Elimínalos de inmediato. Y, si es posible, sin abrirlos.
Por último, protege tu dispositivo con algún software antivirus. Este software te ayudará protegerte sin en algún momento bajas la guardia.
En conclusión, un troyano bancario es un software capaz de obtener gran cantidad de información relacionada con tu actividad bancaria a través de Internet.