Tratado de Roma

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El Tratado de Roma es un acuerdo firmado en 1957 con el que se estableció la Comunidad Económica Europea (CEE), conformándose por seis países: Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. El objetivo era fomentar el comercio a fin de alcanzar un mayor crecimiento económico.

Es decir, el Tratado de Roma consistió en un pacto entre seis países europeos para aumentar el nivel de intercambio comercial.

Con el Tratado de Roma se dio lugar no solo a la libre transacción de bienes y servicios entre los signatarios, sino también al libre movimiento de personas y de capitales.

Este tratado buscaba además ir más allá de un acuerdo económico, apuntando a una integración política en Europa.

Es decir, con este acuerdo, se sentaban las bases para una mayor unión entre los países del viejo continente. Todo ello, a fin de conseguir un mayor crecimiento económico en la región, pero también reduciendo la desigualdad.

Las instituciones del Tratado de Roma se integraron en 1993 a la Unión Europea, denominándose ahora a este acuerdo como Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

Otro dato importante es que, al mismo tiempo que se firmó el Tratado de Roma, también se suscribió el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom). Este buscaba coordinar las investigaciones de los países miembros para un uso pacífico de la energía nuclear.

Mercado común en el Tratado de Roma

Con el Tratado de Roma, se establece un mercado común entre las naciones partícipes, comprometiéndose cada una a ir adaptando sus políticas económicas en función al acuerdo.

Por ejemplo, se prohibieron las subvenciones que pudieran afectar el comercio entre los signatarios. Cabe recordar que una subvención es una aportación de tipo económico percibida por una persona o grupo de personas desde un organismo público y que no debe ser devuelta. Su objetivo es ayudar a llevar a cabo una actividad que necesita una inversión alta o a la que el individuo en cuestión no podría hacer frente en solitario.

Otro medida importante fue el establecimiento de un arancel común sobre las importaciones de fuera de la CEE. Es decir, el arancel para las importaciones del producto X proveniente, por ejemplo, de Estados Unidos, sería el mismo en todas las naciones partícipes del acuerdo.

Cabe remarcar además que en el marco de este tratado se inició en 1962 el proyecto de la Política Agraria Común. Esta incluye un conjunto de políticas con las que los países miembros de la Unión Europea cuentan hoy para proteger a sus agricultores y ganaderos.