Transporte ferroviario

Por tanto, hablamos del transporte de mercancías y personas que se realiza en trenes. En este sentido, trenes de pasajeros y de mercancías. Pues suelen estar separados, a la vez que sus velocidades son distintas.

El transporte ferroviario se gestiona mediante vías, que se conectan entre estaciones de trenes en todos los continentes.

Asimismo, podemos considerar transporte ferroviario aquel que utilizamos dentro de la ciudad, pues también se articula mediante vías que se encuentran sobre o debajo de la ciudad. En este sentido, nos estamos refiriendo a tranvías y metros, los cuales, por vías, transportan a millones de personas diariamente en todo el mundo.

Este tipo de transporte terrestre fue determinante para la expansión del comercio a lo largo de la historia. La propia confección de la red ferroviaria, en historia económica, era determinante para el futuro económico de los países. En tanto en cuanto estas infraestructuras estaban orientadas al comercio y la expansión económica, y menos a los intereses del Gobierno, el crecimiento registrado por las economías era mayor.

Este es un tipo de transporte terrestre y el vehículo más común es el tren.

Un tren puede ser visto como un único elemento o como un conjunto de elementos conectados entre sí. Esto, dado que a la cabeza del tren siempre se encuentra la locomotora o cabina de mando que controla los vagones o contenedores.

Las vías ferroviarias pueden indicar uno o dos sentidos. Sin embargo, el vehículo solo puede desplazarse en una dirección por vez.

Dadas sus desventajas, el transporte ferroviario es un transporte multimodal o intermodal por excelencia. Es decir, se complementa perfectamente con otros tipos de transporte, como otros tipos de transporte terrestre o el transporte marítimo.

Algunos ejemplos de transporte ferroviario son los siguientes:

• Tren.
• Metro o subterráneo.
• Tranvía.
• Funicular.

A continuación, veamos las ventajas y desventajas que presenta este tipo de transporte. Así pues, comencemos con las ventajas.

Algunas de las ventajas del transporte ferroviario son las siguientes:

• Velocidad: Normalmente estos trenes se pueden desplazar a grandes velocidades, superando con creces a otros tipos de transporte terrestre. Asimismo, dado que el tren se tiene que trasladar por los raíles, el desplazamiento es más rápido al generar menos fricción.
• Volumen: También son capaces de trasladar grandes volúmenes de mercancías.
• Distancia: Cuando el trazado de las vías lo permite, este tipo de transporte puede unir distancias lejanas con diferentes estaciones.
• Costos: Las tarifas o fletes tienden a ser más económicas que otros sistemas.

Por otro lado, algunas de las desventajas de este sistema de transporte son las siguientes:

• Flexibilidad: El desplazamiento de los trenes está limitado exclusivamente a los kilómetros de construcción de vías ferroviarias. Igualmente, las fallas de las vías cortan la conexión del sistema mientras se mantiene la interrupción. Finalmente, las mercancías y personas solo pueden ser transportadas hasta las estaciones, no es posible el servicio puerta a puerta.
• Menor frecuencia: Destinado a transportar grandes volúmenes, las unidades son más reducidas que otros medios de transporte. Como consecuencia, por lo general, opera con horarios ajustados.
• Seguridad: El potencial riesgo de incidentes graves es mayor, dado que una falla en las vías podría ocasionar el descarrilamiento del tren. No obstante, en comparación al transporte aéreo o marítimo, la atención del incidente es más rápida y sencilla.
• Inversión: Presenta un elevado requerimiento inicial de capital para la construcción de la infraestructura.

Este sistema de transporte está limitado a la extensión y estructura de las vías.

En consecuencia, esto ha permitido el desarrollo de tecnología para hacer una transición hacía sistemas eléctricos con uso de energías limpias. Es decir, más amigables con el medio ambiente.

Sin embargo, en principio utilizaban la quema de combustibles fósiles, como el carbón, para funcionar.