Tipos de estudio

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Los tipos de estudio son los distintos niveles que puede alcanzar un investigador en función de la profundidad de su análisis. Es decir, los distintos tipos de investigación, con sus respectivas metodologías y técnicas, que podemos emplear en dicho campo.

Cuando hablamos de un trabajo de fin de curso, un Trabajo de Fin de Grado (TFG), un Trabajo de Fin de Máster (TFM) o una tesis doctoral, sabemos que hablamos de investigaciones que, a lo largo de nuestra trayectoria académica, debemos realizar para acabar una trayectoria académica plena.

Sin embargo, dado que hablamos de un proceso que va de menos a más, estas investigaciones se diferencian la una de la otra por el nivel de dificultad, así como de profundidad que estas presentan. Pues, mientras que el primero hace referencia a un trabajo cualquiera que podemos hacer en clase, el último nos otorga el título de doctor; siendo este el máximo reconocimiento dentro del mundo académico.

Esta dificultad, obviando la dificultad que ya de por sí presenta el tema, viene condicionada por la profundidad requerida en el análisis. Por esta razón, dependiendo de esa profundidad, escogeremos un tipo de estudio u otro. Pues esos son los tipos de estudio, los distintos estudios que podemos hacer para obtener un análisis más profundo o menos sobre un tema determinado, y del que queremos extraer unas conclusiones.

Dicho esto, ¡veamos los distintos tipos de estudio!

NOTA: Cabe resaltar que tipos de estudio hay muchos, y suelen aparecer nuevas metodologías muy frecuentemente. Por esta razón, en el siguiente artículo se exponen los que consideramos principales.

Tipos de estudio

Los tipos de estudio más utilizados, y que queremos resaltar, son los siguientes:

Según la capacidad del autor

En función de la capacidad con la que cuenta el autor, en lo que se refiere a la asignación del factor de estudio y las variables, podemos hablar de estudios experimentales y observacionales:

  • Estudio experimental: Es el estudio en el que el investigador asigna el factor de estudio y, a su vez, lo controla y lo coordina en función de los fines de su investigación y según el plan establecido previamente. Estos, a su vez, suelen valorar políticas implementadas para paliar la situación. Un ejemplo de ello podrían ser los estudios de campo, en los que los economistas escogen una población, a la vez que asignan recursos a esta para recoger información de cara a completar su estudio.
  • Estudio cuasi-experimental. Existen algunos aspectos no controlados en el experimento. Estos pueden estar relacionados con la obtención de la muestra u otros factores.
  • Estudio observacional: En estos, el investigador se limita a observar las variables, a la vez que realiza un seguimiento de las mismas, con el fin de ver su evolución. Estos estudios, a diferencia de los anteriores, no cuentan con el control directo del investigador, pues los datos solo se evalúan, no se generan.

Según su finalidad

Atendido a la finalidad del estudio, podemos hablar de estudios descriptivos y estudios analíticos:

  • Estudio descriptivo: Es el estudio en el que los datos que se extraen presentan una utilidad puramente descriptiva, pues no se enfoca en el establecimiento de una posible relación de causa-efecto. Por ejemplo, la presencia del contrato temporal en la economía española.
  • Estudio analítico: Es el estudio que establece y evalúa una presunta relación causa-efecto. Por ejemplo, el impacto del contrato temporal en el mercado laboral español.

Según la duración

Atendiendo a la duración del estudio, podemos hablar de estudios transversales y longitudinales:

  • Estudio transversal: Estudia la relación previamente establecida, pero ello en una población determinada y en un momento determinado del tiempo. Un ejemplo podría ser el número de parados del mes de marzo.
  • Estudio longitudinal: Estudia la relación establecida, a la vez que lo hace en diferentes intervalos de tiempo. De esta forma, puede establecer una relación de causa y efecto. Un ejemplo podría ser el estudio sobre cómo impacta la temporada veraniega en la economía española, entre los años 1900 y 2000.

Según el planteamiento de la hipótesis

En función de cuándo establecemos la hipótesis, podemos hablar de estudios prospectivos, retrospectivos y ambispectivos:

  • Estudio prospectivo: En este tipo de estudios, su inicio es anterior a los hechos estudiados, a la vez que los datos que se recogen, se recogen a medida que se van conociendo.
  • Estudio retrospectivo: El diseño del estudio es posterior a los hechos que estudiamos, a la vez que los datos, por lo habitual, suelen obtenerse de archivos o fuentes históricas.
  • Estudio ambispectivo: Se da cuando combinamos ambos estudios, utilizando la prospección y la retrospectiva para analizar hechos que, ya habiéndose analizado en el pasado, siguen presentes, y seguirán presentes en el futuro.

Según la metodología escogida

En relación con el tipo de investigación, así como a la metodología escogida, podemos hablar de estudios cuantitativos y estudios cualitativos:

  • Estudio cuantitativo: Es una metodología que se centra en el uso de los datos, y especialmente numéricos, para medir la magnitud de un problema. Es decir, emplea el uso de una metodología basada en los números para analizar y medir el problema. Un ejemplo de ello puede ser la evolución de la tasa de desempleo en España.
  • Estudio cualitativo: En este tipo de estudios, el investigador se centra más en las cualidades que presenta el problema, así como otros aspectos menos numéricos, tratando de hacer ver el problema, aunque en pocas ocasiones su dimensión. Son estudios menos objetivos y científicos que el anterior. Un ejemplo de ello podría ser la evolución de la calidad en las ofertas de empleo en Colombia durante el verano. Basándonos para extraer las conclusiones en variables como la duración, el salario, así como otras variables menos numéricas y que no requieren de complejas comprobaciones.

Otros tipos de estudio

Además de los citados, podemos destacar otros tipos de estudio, como los que mencionamos a continuación:

  • Estudio correlacional: Estudia la relación entre dos variables. Tratando de buscar relaciones de causa y efecto.
  • Estudio explicativo: Se centra en la búsqueda de las razones que causan determinados fenómenos. Es decir, la relación existente que podría condicionar el comportamiento de una variable observada.
  • Estudio formulativo o exploratorio: Un estudio previo, el cual sirve para el posterior análisis y la realización de estudios más profundos sobre temas interesantes que en este estudio se han observado.
  • Estudio estadístico: Como su propio nombre indica, se sirve de la estadística para el análisis de las variables.

Como decíamos al inicio, conviene resaltar antes de acabar que, además de los citados, podemos encontrar otros muchos más.