Reembolso

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El reembolso es la operación económica por la cual una persona u organización recibe de vuelta un dinero que previamente ha adelantado.

En términos generales, el reembolso supone restablecer una cuantía económica que previamente un individuo o entidad había abonado en relación con un tema o transacción. En consecuencia, se termina la relación contractual que se hubiere llevado a cabo.

El reembolso suele ser empleado en los acuerdos comerciales, compras y demás operaciones mercantiles y económicas cuando se pacta que pueda darse esta figura. Esto, bajo ciertos supuestos, por ejemplo, si el bien o servicio es deficitario o tiene problemas, como cuando compramos unas zapatillas y están rotas o con desperfectos, o simplemente no es de la talla deseada. En este caso, cabe la posibilidad de reembolso por parte del vendedor al comprador.

Sin embargo, el reembolso no solo se emplea en aquellas circunstancias en las que confluyen hechos accidentales o erróneos, sino que también es posible tomar el reembolso como una práctica habitual en la compra venta de mercaderías y en la contabilidad. Imaginemos que nos dedicamos a vender ladrillos, cada pedido de los cuales va con un palet. En este caso la venta será de los ladrillos y los palets, y una vez que devuelvan los palets les será descontado el precio de estos, es decir, será reembolsado la parte de la venta correspondiente al packaging.

Dos circunstancias del uso del reembolso

La figura o hecho del reembolso puede deberse a dos razones fundamentales, dependiendo de las circunstancias, así como de las garantías que puedan existir en la compraventa de bienes y servicios:

  • Puede utilizarse como mejora de la calidad y servicio: En el caso de recibir un artículo en mal estado, defectuoso o simplemente por error. En estos casos, el vendedor ofrece la posibilidad de devolver el producto y restituir el dinero. Se trata pues de un servicio posventa con el que mejorar la calidad y atención a los clientes.
  • Otra forma de uso del reembolso es como fianza, es decir, utilizar un dinero como garantía a la espera del pago total o reserva de un bien o servicio. En estos casos, la devolución del dinero se realiza una vez que se ha llegado al acuerdo o cuando se devuelven aquellos productos que estaban en posesión del adquiriente, pero por los que no ha pagado. Un claro ejemplo son los botellines de refrescos, que se venden en factura junto al refresco pero que cabe la posibilidad de devolverlos y descontarse el precio parcialmente del producto.