Préstamo sindicado
El préstamo sindicado es un tipo de préstamo. Este hace referencia a aquel capital que se presta a uno o varios prestatarios, pero en el que participan, como acreedores, más de un prestamista.
En otras palabras, un préstamo sindicado es aquel que es prestado por una o más entidades financieras. Esto se debe a que, a través de dicha operación, éstas comparten el riesgo de prestar y facilitar dinero a un mismo o varios prestatarios.
Este tipo de préstamos suele ir asociado a grandes empresas. Esto se debe a que, precisamente, una de las características fundamentales es que se trata de préstamos de gran envergadura. Préstamos para los que, debido a su dimensión, no es asumido todo el riesgo por parte de una entidad por capacidad o por decisión de riesgos. De esta forma, a través del préstamo sindicado, varias entidades se unen para afrontar el crédito.
Características del préstamo sindicado
Las características de este tipo de préstamos son las siguientes:
- Son varios prestamistas: Como decíamos, suelen aparecer varias entidades que prestan dinero a un mismo individuo. En este tipo de operaciones, suele haber un banco responsable, o líder, denominado Banco Agente. Este es el encargado de recopilar, negociar y gestionar el préstamos entre el resto de prestamistas y el prestatarios; además, sirviendo de interlocutor y negociando las cláusulas. De otra manera, si el prestatario tuviera que negociar un préstamo para cada parte, no se trataría de un préstamo sindicado, sino de un conjunto de préstamos independientes.
- El prestatario es, siempre, una persona jurídica: Ya sea una sola razón social o todo un grupo empresarial. Este tipo de préstamos no se otorgan a particulares ni pequeñas empresas, por lo que la dimensión que alcanza es sólo apta para grandes corporaciones.
- Grandes importes: Los importes de este tipo de préstamos son elevados. Ya que suelen utilizarse como labores de inversión. Es decir, captar financiación para afrontar proyectos o compras de otras empresas. También suele utilizarse como medidas de refinanciación, cuando una empresa muy endeudada realiza cambios estructurales.
- Son préstamos a largo plazo: Dependiendo de la negociación, suelen tener rentabilidades ligeramente por encima del mercado. Esto se debe a que las entidades afrontar un gran riesgo por prestar altos volúmenes de dinero. Por esta razón, estas exigen un interés más alto. Igualmente, son prestamos grandes para los que se necesita tiempo para ser devueltos, por lo que adquieren un matiz de largo plazo.