Política demográfica
La política demográfica, o política de población, es el conjunto de medidas que, desde el poder político, se llevan a cabo para modificar o reconfigurar la estructura demográfica de un territorio determinado. Todo ello, con el fin de mejorar su situación económica y social.
La política demográfica, por tanto, se compone del conjunto de medidas que, desde el poder político, se emplean para modificar la situación demográfica de un territorio. Todo ello, con el fin de generar un crecimiento natural sostenible, así como una mejora en la situación económica y social de la población. Así, todas aquellas medidas que tratan de influir, y modificar, la estructura demográfica de un territorio, se conocen como políticas demográficas.
Al igual que con la política económica, la política demográfica tiene en cuenta determinados factores como la inmigración, la natalidad o la mortalidad.
Hay que evitar confundirlo con políticas que, habiendo modificado la estructura demográfica del territorio, no perseguían la mejora del bienestar. Es el caso del genocidio nazi.
Instrumentos que emplea la política demográfica
Entre las variables en las que se centra el estudio de la política demográfica, conviene destacar las siguientes:
Por un lado, la política demográfica puede abordar dos situaciones distintas:
- El volumen de la población (tamaño).
- La composición de dicha población (diversidad).
A su vez, dependiendo de cual sea el objetivo establecido, los elementos en los que nos centramos, en ambos sentidos, son los siguientes:
- Nacimientos.
- Inmigración.
- Fallecimientos.
Con estos tres elementos, podemos construir políticas demográficas como, por ejemplo, un incremento de la inmigración, para favorecer un incremento de la población.
Objetivos de la política demográfica
La aplicación de políticas demográficas trata de corregir situaciones en la que un país, por la razón que sea, precisa de reformas en su estructura demográfica para mejorar una situación determinada. Para ello, se aplican dichas políticas, con el fin de acabar con dicho problema.
Pues, en resumen, toda política presenta un fin determinado. Ahora bien, ¿qué fin puede perseguir una política demográfica?
Entre los objetivos que persigue la política demográfica, conviene destacar los siguientes:
- Promover la sostenibilidad de la población.
- Mejora en la atención a personas mayores.
- Mejora en las condiciones de la maternidad.
- Acogida e integración de inmigrantes.
- Control de la población legal e ilegal.
- Paralizar un éxodo de la población rural.
- Elaborar los planes de urbanización y ordenación territorial.
- Fomentar el desarrollo de todos los territorios.
- Fomentar el empleo en determinados rangos de edad.
- Promover nuevas medidas fiscales.
Tipos de política demográfica
Un país, al aplicar su política demográfica, puede buscar la reducción de la población joven, por ejemplo. De la misma forma, otro país, que precise de población joven, podría aplicar la política contraria, tratando de fomentar dicha natalidad para poder aumentar, al contrario que el anterior, dicha población. También, de la misma forma, otro país, que también precisa de población joven, podría fomentar la inmigración para que los del primer país, que no tienen cabida en este, puedan migrar hacia nuevos territorios en los que la estructura sea más favorable.
Y es que, las políticas demográficas se clasifican en función del objetivo que estas persiguen.Por ello, entre los tipos de política demográfica más conocidos conviene resaltar los citados por Poulalion.
De acuerdo con Poulalion, debemos distinguir tres niveles distintos:
- Cualitativas o de desarrollo.
- Cuantitativas o de población.
- De equilibrio cuantitativas o ambientales.
Otros autores, de la misma forma, expusieron otra visión sobre dicha clasificación. Para ello, integrando aspectos como las políticas directas o indirectas.
Además, otros autores han avisado de otras políticas que, de la misma forma, se integran en dicha clasificación:
- Política pronatalista.
- Política antinatalista.
- Políticas malthusianas.
Ejemplo de política demográfica
Aunque a lo largo del artículo se exponen ejemplos sobre algunas políticas demográficas, a continuación, se exponen dos ejemplos de política demográfica. Todo ello, con el fin de poder hacer una mejor interpretación del concepto.
Imaginemos un país con una tasa de natalidad muy baja, con escasa población juvenil, y exceso de población envejecida. Para ello, aplica políticas pronatalistas, con el fin de incrementar la población juvenil en el medio-largo plazo.
Por otro lado, imaginemos un país con escasa población joven, y que requiere de mayor población juvenil para sostener el sistema. Para ello, aplica políticas de apertura de fronteras, con atracción de inmigrantes jóvenes que puedan entrar en la población activa.
En ambos casos, estaríamos hablando de políticas demográficas.