Poder adquisitivo
El poder adquisitivo es la cantidad de bienes o servicios que pueden conseguirse con una cantidad de dinero fija según sea el nivel de precios.
Los individuos, las empresas o los países emplean sus recursos para satisfacer las necesidades que tienen. La relación entre el precio que se paga por ellas y el nivel de recursos que se posee es conocida como poder adquisitivo.
Poder adquisitivo y necesidades
Es importante tener en cuenta la idea básica que hay tras esta definición: tendremos mayor poder adquisitivo cuantas más necesidades podamos cubrir con una determinada cantidad de dinero. Para ello, debemos definir la situación en que nos encontramos o, en otras palabras, el valor de la moneda con la que estemos comprando.
De lo anterior podemos observar que la medición del poder adquisitivo es una buena herramienta a la hora de establecer comparaciones entre sujetos de diferentes países o de distintos periodos de tiempo. A través de esta comparación, es posible distinguir el nivel económico de individuos del pasado y del presente, o de otros individuos que comparten el mismo tiempo, pero en diferentes países con sus correspondientes monedas.
Los costes de vivir en un país con una moneda devaluada afectan al poder adquisitivo. Dicho indicador, además, no sólo se mide por el valor de un bien, sino que se crea una cesta de bienes, normalmente primarios (bienes de primera necesidad), para poder establecer una comparación lógica.
Esto último nos muestra la idea de que hay países con diferentes costos de vida, donde es evidente que un individuo tendrá poderes adquisitivos distintos.
La posibilidad de las personas para adquirir bienes o servicios que buscan está directamente relacionada con el factor de la inflación. En otras palabras, en el caso de un país donde se produce un aumento en los precios de los bienes o servicios, la persona que estemos estudiando experimentará una disminución en su poder adquisitivo. Esto sucederá si sus ingresos (salario, inversiones y otros tipos de recursos) no han crecido al mismo ritmo que los precios.
Ejemplo de poder adquisitivo
Por ejemplo, supongamos que nuestro amigo Miguel tiene un sueldo de 1000 euros y gasta en su cesta de la compra mensual 200. Si España, su país, sufre una inflación que provoca una subida de los precios en alimentos, la misma cesta que Miguel solía adquirir ahora tiene un valor de 230 euros.
Observaremos que con la nómina mileurista de Miguel ahora este podrá adquirir menos productos si decide gastar 200 euros en su compra. Otra alternativa es aumentar su cantidad destinada a lo mismo. En resumen, su poder adquisitivo habrá decrecido.
Queda claro entonces que para establecer medidas y comparaciones de poder adquisitivo, un dato importante a tener en cuenta es el mostrado por el IPC (Índice de Precios de Consumo).