Organigrama vertical
Un organigrama vertical representa la estrutura empresarial como una pirámide jerárquica de arriba a abajo, de manera que los niveles más altos tienen una mayor autoridad.
Por tanto, este tipo de organigrama tiene ciertas similitudes con el jerárquico. Arriba se sitúan la dirección general y las funcionales y por debajo los diferentes niveles, como departamentos o secciones.
Así, este tipo de organización pone su interés en la autoridad, por encima de la cooperación, como sucedía en los de tipo matricial.
Las ventajas son, sobre todo, que la autoridad y jerarquía quedan claras y con ellas, el responsable, a diferencia de otros como el horizontal. Por otro lado, es con el que están más familiarizados la mayoría de empleados. Pero no olvidemos que un inconveniente puede ser que no promueve la colaboración interdepartamental o la gestión conjunta de proyectos.
Cómo realizar un organigrama vertical
Este tipo de organigrama tiene objetivos similares a los de otros como el escalar, es decir, se centra en la autoridad. Por tanto, sin olvidar esto, veamos los pasos que se podrían dar para construirlo.
- En primer lugar, quién es quién. Hay que definir claramente los puestos como la dirección general, gerencias de apoyo (como la secretaría), direcciones funcionales, departamentos y secciones. Este es el paso esencial porque, ante todo, debe ser claro y conciso.
- Este organigrama es el indicado para grandes empresas donde los puestos estén perfectamente delimitados. Por tanto, debe mostrar claramente los niveles de autoridad.
- Su diseño recomendable es el que consiga aunar utilidad con sencillez. Una vez más, recordemos que se pueden utilizar aplicaciones existentes en Internet o complementos como SmartArt de Excel.
Ejemplo de organigrama vertical
Imaginemos una gran compañía, por ejemplo de bebidas refrescantes. Esta tiene diferentes niveles de autoridad. Por un lado, la dirección general con dos gerencias de apoyo, la secretaría y la asesoría fiscal y contable. Por otro, las funcionales como compras o ventas. Luego estarían los departamentos y las secciones. Veamos como quedaría.
Podemos observar que en el organigrama vertical la jerarquía queda perfectamente definida. También la responsabilidad de cada puesto, ya que aparece la persona que lo dirige. De esta forma, está claro quién manda y quién debe responder en cada momento.