Neologismo

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Un neologismo es un vocablo, acepción o giro novedoso, que ha sido introducido en una lengua por razones determinadas.

Se trata, por tanto, de la constitución de un una nueva palabra o un nuevo significado derivado de una ya establecida. Es muy común en todos los idiomas, debido a la necesidad de adaptación del lenguaje ante la propia dinámica del mundo.

El planeta se muestra en constante movimiento. Todas las disciplinas y áreas de conocimiento avanzan con el paso del tiempo, y el lenguaje, al igual que lo hacen otras disciplinas, también lo hace. Y todo ello, debido a nuevos inventos, conceptos o maneras de referirse a los conceptos.

Tipos de neologismos

María Teresa Cabré acoge, al comienzo de su investigación sobre neologismos del español y del catalán, una determinada tipología. Esta es bastante clásica y completa:

  • Neologismos de forma: Son aquellos formados por cambios realizados en o con palabras existentes dentro del mismo idioma. Algunos de ellos son:
    • Composición: Este neologismo está formado por dos palabras completas. Por ejemplo, hispanohablante, sería aquella persona que habla que habla español.
    • Prefijación: Son aquellos neologismos que se han formado a través de ponerle a una palabra un prefijo. Por ejemplo, antibalas, material o tejido que protege de las balas.
    • Sufijación: Sucede lo mismo que en el caso anterior, pero a este neologismo se le ha añadido un sufijo. Por ejemplo, surfista, el –ista denota una profesión, por tanto se trata de alguien que se dedica al surf.
    • Acronimia: Son neologismos formados por partes de otras palabras. Por ejemplo, ofimática, compuesto por oficina e informática, es el conjunto de programas informáticos aplicados al trabajo de oficina.
    • Abreviación: En este caso, la palabra nueva se ha formado por la abreviación de otra. Por ejemplo, finde, referido al fin de semana. Expresa lo mismo pero de forma más corta.
  • Neologismos sintácticos: Son aquellos que modifican la gramática de la palabra, cambiando, por ejemplo, el género. Como ocurre con la palabra médica, tradicionalmente el masculino servía como denominación neutra, pero se ha introducido la terminación en –a para referirse al femenino.
  • Neologismos semánticos: Son aquellos a los que se les ha añadido un significado nuevo a una palabra ya existente. Por ejemplo, escritorio o virus en informática. También son aquellas palabras que son marcas registradas pero se aplican al producto en general, como danone para referirse a un yogurt.
  • Préstamos: Son neologismos formados a partir de palabras importadas de otra lengua. Por ejemplo, la palabra búnker, sándwich o smartphone. Son palabras que, por su uso cotidiano, se han terminado por imponer a otras similares del propio idioma. 
  • Barbarismos: Esta clasificación no la recoge, pero también es relevante mencionarlos. Son aquellos neologismos que se han originado del error de la palabra original. Como, por ejemplo, almóndiga, arremangarse o albericoque. Con el paso del tiempo, la RAE ha terminado aceptando estas palabras como válidas.