Negocio jurídico

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El negocio jurídico, en derecho, es la vía mediante la que se crean, se extinguen o se modifican las relaciones jurídicas. Supone la declaración de voluntad de dos partes que buscan lograr un determinado resultado.

El negocio jurídico, por tanto, es un concepto relacionado con el derecho. Este hace referencia a la vía mediante la que se crea, se extingue o se modifica una determinada relación jurídica.

Una relación jurídica, cabe aclarar, es el vínculo recogido por el derecho que une a dos o más personas para la realización de una determinada función merecedora de tutela jurídica. Estas relaciones, por tanto, se rigen por el acuerdo alcanzado entre las partes.

Características del negocio jurídico

El negocio jurídico se compone de dos elementos: la declaración de voluntades y el resultado del negocio jurídico.

La declaración de voluntades es la base sobre la que se formaliza el negocio jurídico. Un contrato, por ejemplo, recoge la declaración de voluntades de dos partes que buscan lograr un resultado regulado por el derecho. De la misma forma, este resultado del que hablamos es el otro componente que conforma el negocio jurídico.

Así, con resultado hacemos referencia a los efectos jurídicos regulados por el derecho que se suceden como consecuencia de la declaración de voluntades. En el ejemplo anterior, el resultado sería lo estipulado en el contrato y lo que sucede por haberse establecido el mismo.

Además de los componentes que conforman el negocio jurídico, debemos saber que este no podría existir sin la existencia de unos supuestos, siendo estos el sujeto y el objeto del negocio jurídico. Así, el objeto del negocio jurídico, para que lo entendamos fácilmente, es el interés que tiene el sujeto para formalizar el negocio jurídico y obtener un resultado. El sujeto, por tanto, son las partes que participan en el negocio jurídico y buscan obtener ese resultado.

Como ejemplo de un negocio jurídico, imaginemos una venta de un coche entre particulares. El negocio jurídico cuenta con una declaración de voluntades: un comprador quiere comprar, un vendedor quiere vender. Así, cuenta con un resultado, unos efectos: el vehículo se transfiere a otra persona, que desembolsa un capital que va a parar a manos del antiguo propietario del vehículo. En este negocio jurídico, el sujeto son el comprador y el vendedor, mientras que el objeto sería el interés del vendedor por vender su coche y obtener un capital, y el del comprador por adquirir un vehículo a un precio que considera correcto.

Por último, cabe aclarar que el negocio jurídico se extingue cuando ambas partes obtienen el resultado deseado, o cuando una de las partes incumple las condiciones del negocio.

Elementos del negocio jurídico

Los elementos del negocio jurídico son:

  • Esenciales: Son los que, obligatoriamente, forman parte del negocio jurídico y le otorgan validez. Estos son el objeto, la causa y la declaración de voluntades.
  • Naturales: Se encuentran contemplados en la norma, pero pueden ser incluidos o no en el negocio jurídico por parte del sujeto.
  • Accesorios: Por voluntad de los sujetos, estos elementos pueden integrarse en el negocio jurídico. Estos serían la condición, el término y el modo.

Negocio jurídico y acto jurídico

Un negocio jurídico y un acto jurídico, pudiendo confundirse, son dos conceptos que vale la pena distinguir.

En resumen, podemos decir que el acto jurídico es solo uno de los elementos que componen el negocio jurídico, siendo la declaración de voluntad por parte de dos sujetos que buscan lograr un resultado. Ello, pudiendo crear, modificar, transferir, transmitir o extinguir derechos y obligaciones.

En cambio, a diferencia del acto jurídico, un negocio jurídico es un acuerdo formalizado para alcanzar un resultado.

Negocio jurídico y contrato

Todo contrato, como acuerdo voluntario entre dos partes, es un negocio jurídico. Sin embargo, hay otros tipos de negocios jurídicos que no son contratos.

Un testamento, por ejemplo, es un negocio jurídico no contractual, pues solo supone la declaración de voluntad de una de las partes, por lo que no puede considerarse un contrato como tal.

Ineficacia del negocio jurídico

Debemos entender que el negocio jurídico no siempre es válido. En ocasiones, este no produce efectos, o no produce un efecto deseado determinado por el que se formalizó dicho negocio jurídico. Por ello, podemos decir que el negocio jurídico presenta ineficacias.

Esta ineficacia del negocio jurídico podemos agruparla en:

  • Escenarios que producen la invalidez: Un escenario en el que dicho negocio es anulable por el incumplimiento de la normativa vigente a la hora de realizarse el negocio jurídico. Imaginemos que una parte no firma un contrato, o que la otra, a la hora de cumplir con lo pactado, no lo hace, incumpliendo con la legalidad.
  • Escenarios que producen su ineficacia: Causas que, aun siendo legales, producen la falta de efectos en el negocio jurídico. Como ejemplo podemos encontrar el desistimiento por parte de uno de los sujetos, la rescisión por parte de uno de las involucrados, entre otros escenarios posibles.

Ejemplo de negocio jurídico

Para finalizar, veamos un caso más de lo que sería un negocio jurídico, con sus elementos.

Así, imaginemos un propietario que desea vender su casa, y un comprador que quiere adquirir la vivienda.

En este supuesto, contamos con un objeto del negocio, compraventa de una vivienda entre dos partes; con dos sujetos, el comprador y el vendedor; así como una declaración de voluntades, ambos quieren hacerlo libremente; y con unos efectos jurídicos reconocidos: transferencia de la propiedad y el desembolso del capital por parte del comprador. Y todo ello, en adición a un resultado: el comprador, compra; el vendedor, vende.

Como vemos, se encuentran los elementos esenciales para que se genere el negocio jurídico, y no existen escenarios en los que pueda producirse una invalidez. Por tanto, el negocio jurídico se concretará, con sus consecuentes efectos, y se extinguirá, con el cumplimiento de ambas partes, o el incumplimiento de una.