Monopolio ordinario

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El monopolio ordinario es aquella estructura de mercado donde existe un único oferente y el precio del producto es único. Así, en el punto de equilibrio, la cantidad vendida será menor en comparación al escenario de competencia perfecta. Sin embargo, la tarifa cobrada por el bien o servicio es mayor.

En otras palabras, en el monopolio ordinario se compensa una reducción en la oferta con un incremento en el precio. Entonces, si las unidades vendidas se reducen, por ejemplo, en un 10%, los ingresos podrán elevarse en un  porcentaje más alto. Esto, en comparación al mercado competitivo.

Características del monopolio ordinario

Entre las características del monopolio ordinario destacan:

  • El comerciante no conoce lo máximo que están dispuestos a pagar sus clientes. Es decir, no cuenta con información perfecta. Por tanto, sus ingresos serán menores que en un monopolio con discriminación de precios.
  • Para calcular la tarifa a cobrar, el monopolista iguala el ingreso marginal al costo marginal. El resultado es mayor al de un mercado competitivo donde el precio de equilibrio se toma como dado y en base a ello se determina la cantidad a vender.
  • En el monopolio ordinario el mercader opera en la zona inelástica de la curva de demanda. Esto significa que seguirá disminuyendo la cantidad ofrecida siempre que el precio se incremente de una forma más que proporcional.

Ejemplo de monopolio ordinario

Un ejemplo de monopolio ordinario puede ser una persona que da en alquiler todos los departamentos de un edificio. La tarifa mensual que pagan los inquilinos es única. Al casero, además, no le importa dejar algunas unidades habitacionales desocupadas.

Sin embargo, si fuera competencia perfecta y existieran diferentes arrendadores, el precio de equilibrio sería menor que con un monopolio ordinario. Asimismo, la ocupación del inmueble sería total.

En tanto, un monopolista discriminador cobraría un precio diferente a cada inquilino. Así, recibiría más ingresos que un monopolista ordinario y no dejaría ningún departamento sin alquilar.

En la siguiente representación gráfica podemos observar un monopolio ordinario, donde p1 es el precio a cobrar y q1 es el número de unidades vendidas. La curva de oferta es vertical porque estamos tomando como referencia el ejemplo presentado previamente. En ese caso en particular la cantidad ofrecida es fija, por ejemplo, 100 departamentos.

En competencia perfecta, en cambio, el precio y cantidad de equilibrio serían p2 y q2.