Micromanager

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El micromanager es aquel responsable que, en una organización o empresa, practica el micromanagement. Es decir, aquel que ejerce un control excesivo sobre los miembros que integran su equipo, prestando atención a todos los detalles en el trabajo.

Antes de nada, es conveniente señalar que no podemos entender qué es el micromanager si no sabemos qué es el micromanagement.

Por tanto, antes de entrar en materia, veamos qué es el micromanagent.

¿Qué es el micromanagement?

El micromanagement es una forma de gobernar o dirigir una organización.

En el micromanagement, el manager somete el trabajo de los subordinados a un control excesivo, centrándose y prestando especial atención a los detalles en el trabajo que estos realizan.

Dicho esto, veamos qué es el micromanager.

¿Qué es un micromanager?

Cuando hablamos del micromanager, en otras palabras, hablamos del jefe o responsable que, en una empresa o en una organización, controla en exceso a sus empleados. Es decir, está pendiente de que todo, por irrelevante que pueda ser, salga a la perfección y como a él le gustaría.

Entre las acciones que nos permiten identificar a un micromanager, por ejemplo, podemos destacar que el micromanager, por lo habitual, tiende a cuestionar o a aportar una visión distinta en todo aquello que hacen sus subordinados. De la misma forma, este está pendiente del trabajo que realizan para revisarlo inmediatamente después de que estos lo hayan realizado. Por último, el micromanager, por ejemplo, suele estar pendiente de los correos electrónicos, de los informes o de las llamadas, pudiendo cambiar determinadas palabras por sinónimos.

En resumen, son muchas las acciones que nos pueden permitir identificar a un micromanager, pero podemos resumirlo diciendo que, en esencia, hablamos de un manager que controla en exceso a sus empleados, encuentra muchas pegas y errores en el trabajo de sus subordinados y, en definitiva, se preocupa demasiado por todo, pese a que sea irrelevante.

¿Qué hace un micromanager? ¿Cómo puedo saber si mi jefe es un micromanager?

Como decía, un micromanager suele caracterizarse por ser un jefe o un directivo que se preocupa demasiado por todo y que está constantemente pendiente de sus empleados.

Sin embargo, podemos señalar algunas acciones que podrían permitirnos identificar si nuestro jefe es un micromanager o no.

Veamos algunas:

  • El micromanager, de forma constante, organiza reuniones que no suelen servir para nada, pero las utilizan para supervisar repetitivamente el trabajo de sus subordinados.
  • De forma reiterada, revisa el trabajo realizado por sus subordinados para encontrar errores que cambiar.
  • El trabajo de un subordinado nunca estará bien a la primera, pues el micromanager siempre considera que puede hacerlo mejor.
  • Cuando mandas un mail, por ejemplo, este tiende a cambiar palabras por sinónimos, diciendo que «suena mejor así».
  • El micromanager se centra en todos los detalles, por irrelevantes que sean.
  • Por lo habitual, suele parar mucho a sus empleados para corregir esos detalles, a la vez que tiende a explicar mucho las cosas y se enrolla con facilidad.
  • Casi siempre, el micromanager tiende a dar más importancia a los problemas, pudiendo parecer que hay muchos y muy importantes.
  • Aunque no suele reprochar, pues tiene una buena intención, el micromanager siempre tiende a cuestionar la validez del trabajo realizado por otro que no sea él. Se harán 4 o 5 revisiones antes de que el trabajo esté bien para el micromanager.
  • Cuestiona todas las decisiones que lleva a cabo el trabajador, pese a que estos, en teoría, cuentan con autonomía para tomarlas.
  • Se para y mira la pantalla del ordenador, o el espacio de trabajo de sus subordinados. De esta forma, controla en todo momento qué realiza cada uno de ellos.

Desventajas del micromanager y el micromanagement

Cuando hablamos de un micromanager, debemos saber que siempre estamos haciendo referencia a un concepto utilizado de forma peyorativa para describir a un jefe o a un manager que no termina de realizar bien su trabajo.

Prueba de ello son las desventajas que este modo de dirigir presenta en la práctica.

Entre estas desventajas, podemos señalar las siguientes:

  • El trabajador, por lo general, tiende a desmotivarse. Pues el micromanager, sin darse cuenta, cuestiona constantemente el trabajo de este para mejorarlo.
  • Casi siempre, el trabajador se encuentra frustrado. Dado que siempre hay errores, el trabajador se hunde.
  • Por lo general, los trabajadores tienden a sentirse poco valorados, pese a que el micromanager considera que le presta más atención.
  • La creatividad del trabajador se esfuma. Dado que, finalmente, la única válida es la del micromanager, que siempre tiende a poner como ejemplo sus ideas y su forma de ver las cosas.
  • Los trabajadores no se encuentran seguros de sí mismos, debido a las correcciones constantes y las interrupciones del micromanager.
  • Es un auténtico sufrimiento para el trabajador. Pese a que la intención es buena y el micromanager suele ser amable, su perfección acaba generando una tensión muy negativa para los trabajadores.

¿Por qué no es conveniente practicar el micromanagement en una empresa?

Además de todo lo mencionado anteriormente, es conveniente señalar algunas razones más que no favorecen la práctica del micromanagement en las empresas.

Y es que el micromanagement, en primer lugar, es una práctica que acaba obstaculizando todo proceso en una empresa, por lo que crea un ambiente de trabajo que no motiva a los empleados, de la misma forma que acaba lastrando la productividad de los mismos.

Pero no solo lastra la de los empleados, ya que la obsesión que tiene el micromanager por supervisar el trabajo de los demás acaba lastrando su propia productividad. Dado que tiene que supervisar a sus empleados o subordinados, no puede dedicar tiempo a otras tareas que aportan un mayor valor añadido.

Por lo general, el micromanager siempre tiene una buena intención y no suele ser un mal jefe. No obstante, los estrictos procesos que deben seguir sus trabajadores acaban convirtiendo a este micromanager en un mal jefe.

Por esto, aquellas empresas que apuesten por el micromanagement, deben saber que no retendrán el talento, de la misma forma que tampoco retendrán a ninguna persona que tenga aspiraciones, ya que acabarán quedándose en la empresa aquellos empleados que brinden las soluciones como le gusta al micromanager y que sigan las instrucciones que este marca. Es decir, empleados funcionales, pero dependientes y sin creatividad ni iniciativa.