Método cartesiano
El método cartesiano, desarrollado por René Descartes, es un procedimiento mediante el cual se trata de hallar la verdad. Para ello, basándose en la duda con el fin de obtener el verdadero conocimiento.
Descartes fue un filósofo racionalista francés del siglo XVII, muy relevante en su época y cuya importancia trasciende hasta la actualidad.
Suya es la célebre frase “Pienso, luego existo”. El autor quiso elaborar una metodología infalible para obtener el conocimiento, al cual denominó “método cartesiano”.
Contexto
Descartes, a lo largo de su vida académica, se planteaba cómo podría ser un método que diese respuesta a todas las dudas que surgían del estudio y la investigación. Hay que destacar que Descartes también pertenecía a la corriente escéptica, dudaba de todo, por ello se hallaba en la necesidad de encontrar un método que acabasen con la duda y permitiera hallar certezas. El filósofo se dio cuenta de que la disciplina que mejor permitía resolver este planteamiento y que no dejaba lugar a la duda eran las matemáticas, las cuales las situaba en lo más alto de las clasificaciones científicas.
Estas reflexiones acerca de la primacía de las matemáticas las hacía influenciado por la obra de Cristóbal Clavio, reputado matemático cuya vida y obra desempeñó algo antes que Descartes.
El filósofo, en el año 1619, creyó haber encontrado y perfilado su método universal. Consistió en agrupar todas las ciencias en una sola, la geometría analítica, resolviendo todos los problemas de la física a través de las matemáticas. Ello implicaba, según el autor, que todos los problemas podían ser resueltos a través de las matemáticas. Ya que, como mencionamos anteriormente, son las únicas ciencias exactas que generan certezas y no dudas.
A pesar de tener claro este papel predominante de las matemáticas, Descartes era consciente de la dificultad que entrañaba extrapolar la geometría y el álgebra a todos los ámbitos de conocimiento. Por ello, se hallaba en la necesidad de encontrar la forma en la que su método fuera totalmente universal a todas las disciplinas. Esto lo consigue gracias a la razón, por lo que establece que esta es universal a todo ser humano (lo que le diferencia de los animales). Y, por tanto, la razón es la herramienta que permite universalizar y agrupar todas las ciencias.
Reglas del método cartesiano
El método se compone de cuatro reglas:
- La evidencia: “No admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es. Es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más de lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda».
Aquí, Descartes afirma que lo único verdadero es lo evidente. Y este ejercicio se realiza a través de la intuición. Es decir, aquello que percibimos de forma inmediata a través de la intuición es lo evidente. Por ello, la idea ha de ser clara, que no deje lugar a duda. Se eliminan todas aquellas extraídas de procesos deductivos o que puedan generar contraposición.
- Análisis: “Dividir cada una de las dificultades, que examinaré, en cuantas partes fuere posible y en cuantas requiriese su mejor solución”.
Toda idea, por muy compleja que sea, puede dividirse en otras más simples. A través de este proceso desmenuzamos un complejo concepto en un conjunto de ideas evidentes. Así, nuestra mente puede concebir con claridad cada una de ellas.
- Síntesis: “Conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente.
Una vez que hemos descompuesto y entendido todos los elementos del problema complejo, se construyen todas y cada una de las ideas en orden de complejidad. En esta fase y gracias a este proceso, se genera nuevo conocimiento. Se realiza a través de la deducción.
- Comprobación: “Hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, para llegar a estar seguro de no omitir nada”.
Se revisa todo el proceso que se ha llevado a cabo con el fin de no encontrar ningún fallo en su construcción. Con el fin de que el nuevo conocimiento generado sea evidente e irrefutable.