Lucro cesante

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Lucro cesante es la ganancia que se deja de percibir como consecuencia del incumplimiento, acción, omisión o daño causado por un tercero.

El lucro cesante hace referencia al lucro, esto es al dinero, ganancia, o renta que el agente afectado deja de percibir como consecuencia del perjuicio o daño que le ha causado un tercero. Se trata de ganancias potenciales que se habrían conseguido de no haber ocurrido el daño o perjuicio. En tal situación, a la diferencia entre lo que se pudiera haber obtenido y lo que realmente se ha obtenido, se le denomina lucro cesante.

Por tanto, este se puede producir en el mismo momento del daño o también tener consecuencias futuras. Así por ejemplo, si se produce un incendio en un almacén o bodega con existencias de bienes terminados, existe un daño inmediato por la destrucción de las mercancías almacenadas ya que no se podrán vender (dejamos de percibir el margen de venta). Asimismo, existe un daño futuro si el almacén o bodega se ve destruido por el incendio y no se puede reparar inmediatamente. La falta de almacén puede reducir la capacidad de producción y de respuesta a la demanda haciéndonos perder ventas y sus ganancias asociadas.

El responsable del daño o perjuicio podría verse obligado a compensar a la víctima por lo que dejó de percibir.

Cuantificación del lucro cesante

El lucro cesante se cuantifica en base a dos factores:

  • La prueba de existencia: Generalmente no es difícil comprobar la existencia de lucro cesante, esto es, la relación entre el daño causado y la pérdida de ingresos potenciales.
  • La cuantificación: Determinar el monto exacto del lucro cesante puede ser complicado ya que se trata de estimar lo que se habría ganado en un escenario que nunca ocurrió (el escenario sin daño). Para poder fundamentar la estimación, la parte interesada puede acudir a medios de prueba como contabilidad, declaraciones fiscales, el informe de un perito, etc. El monto final será decidido por el juez o árbitro a cargo del caso.

Ejemplo de lucro cesante

Suponga que una persona destruye el vehículo de un taxista.

En este caso el taxista, como consecuencia de la destrucción de su taxi, dejó de percibir ingresos ya que no pudo ofrecer sus servicios por un tiempo determinado.

Así, el lucro cesante será mayor mientras más tiempo transcurra entre la destrucción del taxi y la reparación del daño de modo que le permita salir a trabajar nuevamente.