Habilidades sociales

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Las habilidades sociales son las capacidades que tiene el individuo para aplicar determinadas conductas enfocadas a solucionar situaciones de carácter social de manera eficaz.

Las habilidades sociales permiten que una persona pueda expresar con respeto, claridad, y eficacia sus sentimientos, además de sentir empatía por el contrario.

El objetivo de potenciar las habilidades sociales es conseguir mejorar las relaciones interpersonales y sentirse bien con uno mismo.

Además, las habilidades sociales se pueden mejorar y potenciar a través de técnicas, ejercicios y tesón para ponerlas en práctica.

La mayor pretensión de las habilidades sociales es conseguir relacionarnos de manera satisfactoria con nosotros mismos y con nuestro entorno familiar, laboral, amigos, educativo, entre otros.

Tipos de habilidades sociales

Existen habilidades sociales más sencillas de poner en práctica, y otras algo más complejas. No obstante, se pueden ir trabajando de manera progresiva para ir mejorando estas capacidades.

Las más destacadas son las siguientes:

  • Aprender a decir no: Aunque parezca algo contradictorio, aprender a decir no es algo que cuesta muchísimo porque se teme herir a la persona a la que se indica esta negativa, pero por otro lado hay que decir que es muy necesario. En este sentido, aprender a decir no de manera educada y con argumentos no tiene porqué ser algo negativo. Es necesario poner límites por el bienestar de uno mismo, y también la manera en la que lo digamos mostrará como quiere uno que le traten.
  • Empatía: Ponerse en el lugar de otro es algo esencial para entender la situación por la que atraviesa, y valorar lo que está viviendo para tener un comportamiento acorde a esa situación. Por ejemplo, si alguien está triste porque ha fallecido su pareja, no tendrá muchas ganas de conversar, o de estar feliz. Por este motivo, tenemos que intentar pensar lo que siente, y acompañarle de forma compasiva en esos momentos.
  • Asertividad: Es la capacidad para ser honestos, claros, directos y no herir a nadie tras transmitir el mensaje que se quiere exponer. El objetivo es manifestar los derechos de una persona, su valía, sus opiniones, pero sin ofender a nadie.
  • Escuchar: La capacidad para escuchar es algo muy eficaz, y al mismo tiempo complicado. Seguramente te habrás dado cuenta de que cuando se intercambian conversaciones se está esperando a responder de inmediato, o incluso interrumpir al contrario. Hay que intentar estar atento, calmado y escuchando en todo momento el mensaje que nos transmite el usuario.
  • Inteligencia emocional: La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades que permiten reconocer, apreciar y manejar de manera equilibrada las propias emociones y las de los demás. Incluye muchos términos como el hecho de no juzgar, ser empático, automotivarse y enfocarse en conseguir el bienestar emocional.