Gestión fiscal

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La gestión fiscal hace referencia a la administración y manejo de bienes y fondos públicos, en épocas de recaudación, adquisición, conservación, enajenación, gasto, inversión y disposición.

La gestión fiscal, por tanto, es la gestión, por parte de agentes públicos o privados, de bienes y fondos públicos. Esta gestión queda supervisada por el Estado. El fin de esta vigilancia es que no se incumplan las normas establecidas, que se cumplan los principios contables, así como los criterios establecidos por la administración. 

A su vez, en otros lugares de habla hispana, la gestión fiscal hace referencia al conjunto de tareas relacionadas con el pago de impuestos, gestión de obligaciones financieras y contables con el Estado, así como las correspondientes declaraciones de impuestos. En resumen, todas las tareas relacionadas con el aspecto fiscal y las obligaciones tributarias con el Estado.

Tareas de la gestión fiscal

En lo que a la segunda acepción se refiere, la gestión fiscal conlleva una serie de tareas que suelen desempeñar las personas responsables de esta área.

Algunas de estas tareas son:

  • Asesoría y planificación fiscal.
  • Informar, asistir, así como representar a los contribuyentes en sus relaciones con el Estado.
  • Conocer y estar actualizado de la normativa contable.
  • Cumplimentar y entregar todas las liquidaciones tributarias en tiempo y forma.
  • Escoger las mejores decisiones, óptimas para la empresa, en materia tributaria.
  • Estar al corriente, identificar e informar sobre responsabilidades tributarias.
  • Explicar la normativa tributaria al cliente en todo momento.
  • Asesoramiento integral en materia fiscal.
  • Planificación del ejercicio fiscal.
  • Planificación del patrimonio empresarial y personal.

Vigilancia de la gestión fiscal

En ambas acepciones, la vigilancia de la gestión fiscal consiste en el conjunto de tareas que tienen por objetivo detectar irregularidades en la gestión. Para ello, inspectores de la Hacienda Pública se encargan de estar al tanto en estos asuntos, identificando en las correspondientes declaraciones, irregularidades que puedan generar perdidas e ineficiencias recaudatorias al Estado.

Dependiendo del país en el que vivamos, los responsables de dicha vigilancia serán unos u otros. En España, por ejemplo, un cuerpo especial de la Guardia Civil, junto con inspectores de Hacienda (Agencia Tributaria), se encargan de supervisar que los contribuyentes, tanto personas físicas como jurídicas, estén al corriente de pago en sus obligaciones con el Estado. 

Importancia de la gestión fiscal

Debemos saber, antes de nada, que la gestión fiscal es una práctica esencial en toda empresa, así como persona que genere ingresos relacionados con alguna actividad económica

La correcta gestión fiscal, cumpliendo con todas las responsabilidades con el Estado, es una práctica, como decíamos, esencial para evitar posibles situaciones desagradables. En este sentido, situaciones en las que podamos ser sancionados con sanciones económicas que puedan afectar a nuestras finanzas.

Por este motivo, estar al corriente de pago, estar al tanto de la normativa fiscal y sus actualizaciones, y, de no tener el conocimiento para llevar la gestión, recurrir a un profesional que nos ayude, es una gran estrategia para evitar este tipo de situaciones.

Ejemplo de gestión fiscal

Para entender mejor el concepto, a continuación, se exponen algunos ejemplos de pequeñas gestiones fiscales que, habitualmente, se producen en el día a día.

Entre estas gestiones, destacan las siguientes:

  • Presentación de la renta.
  • Declaración de impuestos.
  • Declaración de IVA.
  • Pago de impuestos.