Gestión de existencias
La gestión de existencias consiste en controlar el flujo y stock que posee una empresa mediante métodos de valoración y estrategias de inventario.
Es decir, trata de plasmar las salidas, entradas y saldo final que posee el almacén a través de una planificación previa.
Objetivo de la gestión de existencias
Gestionar las existencias de una empresa tiene como meta final tener controlado el inventario, de forma que podamos saber si la actividad se va a poder seguir realizando con normalidad.
Un factor muy importante en esta gestión es la determinación del ratio de rotación, el cual nos posibilitará mantener la demanda y ofertar una cantidad suficiente para así no acumular stock sin sentido.
Por tanto, una empresa que consiga colocar la mayoría del stock adquirido de forma sistemática significará que interpreta bien las necesidades del mercado y no realiza compras innecesarias, por lo que podrá destinar recursos a otras áreas de la empresa.
Diferencias entre la gestión, el control y la optimización de existencias
Si bien la gestión, el control y la optimización de existencias están relacionadas entre sí, cada concepto lleva a cabo una tarea distinta:
- Gestión. Se atribuye al método de valoración contable que se utiliza para la gestión contable de las existencias. Nos podemos encontrar con el PEPS, UEPS y PMP.
- Control. En este caso el control de existencias se refiere a la ubicación, las características cualitativas y la cantidad según el filtro que queramos usar: zona, tipología, intervalo de tiempo, precio de venta, etc.
- Optimización. Como hemos mencionado antes, el escenario ideal de la gestión de existencias es colocar todo el stock que compremos de forma sistemática. De esta forma conseguiríamos una rotación de stock plena. Este escenario es prácticamente imposible de conseguir a no ser que sea un producto que la demanda supere ampliamente a la oferta.
En definitiva, para poder realizar una buena gestión de existencias será clave llevar también un control y una correcta optimización del propio inventario. Para que así, la empresa evite tener exceso de stock en el almacén durante un tiempo superior al esperado.