Gastos hormiga
Los gastos hormiga son pequeños gastos que no son realmente necesarios y que hacemos de manera reiterada y casi inconsciente ya que no tenemos en cuenta su efecto en nuestro presupuesto.
Los gastos hormiga son pequeñas sumas de dinero que gastamos en placeres cotidianos o en cosas que no utilizamos. Por tratarse de bajas sumas de dinero, generalmente no les prestamos ninguna atención y pasan prácticamente desapercibidos para nosotros. No obstante, los gastos hormiga pueden tener un efecto muy perjudicial en nuestro presupuesto, destruyen nuestra capacidad de ahorro e incluso pueden llevarnos al endeudamiento innecesario.
Características de los gastos hormiga
Los gastos hormiga tienen las siguientes características:
- Son pequeñas sumas de dinero que a primera vista nos parecen irrelevantes (2 euros no va a cambiar mi situación financiera).
- Se repiten constantemente, diariamente o mensualmente.
- No los contabilizamos por lo que suelen pasar desapercibidos.
- Son gastos perfectamente evitables o sustituibles por alternativas más económicas.
- Al sumar los gastos hormiga, se obtiene una suma de dinero que puede ser considerable. Si la ahorráramos podríamos mejorar nuestro equilibrio financiero o bien comprar otro bien o servicio que valoramos más.
Ejemplos de gastos hormiga
Algunos ejemplos de gastos hormiga más comunes son:
- Comprar un café diariamente.
- Chicles.
- Cigarrillos.
- Cerveza en un bar.
- Almorzar afuera.
- Propinas.
- Snacks: galletas, chocolates, queques, etc.
Cómo identificar a los gastos hormiga
Para poder enfrentar a los gastos hormiga, lo primero que tenemos que hacer es identificarlos. Para lograrlo, debemos registrar (anotar en un papel o en nuestro móvil) todos los pequeños gastos que hacemos al día.
Una vez identificados, sumamos todos los gastos y calculamos cuánto gastamos al mes. Así por ejemplo, suponga que usted compra un paquete de galletas todos los días antes de entrar al trabajo. Las galletas sólo cuestan 2 euros lo que parece irrelevante. Sin embargo, el gasto mensual equivale a 60 euros. Con este dinero podría comprar el abrigo que necesita o la gasolina de todo el mes. Además, podríamos reemplazar ese paquete de galletas por un sándwich o fruta traído de casa.
Un buen truco para combatirlo es calcular el coste anual de ese gasto. Siguiendo con el ejemplo de las galletas. Si gastamos 2 euros al día en un paquete de galletas, equivale a gastar 60 euros mensuales, lo que supondría un gasto de 720 euros al año. Una cifra muy importante a tener en cuenta.
Cómo enfrentar y disminuir sus gastos hormiga
Para lograr reducir los gastos hormiga no es necesario privarnos de todos aquellos gustitos o pequeños placeres que nos damos diariamente. Mal que mal, el dinero que gastamos es para satisfacer nuestras necesidades y gustos. Lo importante es identificar qué gastos valen la pena, cómo podríamos reemplazarlos por una alternativa más económica y eliminar todo aquello que realmente no nos reporta suficiente satisfacción. De esta forma, podremos darle un mejor uso a nuestro dinero.
La idea es la siguiente: Una vez que ya tenemos identificados los gastos hormiga podemos seguir estas pautas de comportamiento para mejorar la administración de nuestros recursos:
- Registrar los gastos diarios aunque sean pequeños.
- Planificar cómo gastaremos nuestro dinero durante el mes.
- Ponernos una meta de ahorro (por ejemplo, ahorrar 100 euros al mes para hacer un viaje o comprarnos un par de zapatos).
- Separar un cierto monto de dinero para gastos superfluos del mes (un 2% de nuestro salario, por ejemplo).