Estrategia ofensiva

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Una estrategia ofensiva es la que pone en práctica una empresa para atacar a un competidor que participa dentro del mercado al que se dirige o en el que quiere incursionar.

Por eso cuando una empresa decide atacar a un competidor de mercado, debe tener muy claro el objetivo que busca alcanzar. La empresa podrá buscar una mayor participación de mercado o quedarse con clientes que son clave para la organización.

De la misma forma podría incursionar en un segmento o segmentos de mercado que le pueden generar altos márgenes de utilidad.

De todas maneras, el aumento de la participación de mercado se puede lograr por medio de la introducción de nuevos productos dentro del mismo mercado en el cual compite la empresa. También lo puede hacer incursionando en mercados nuevos en los cuáles aún no tiene presencia.

En efecto, las empresas que aplican las estrategias ofensivas deben tener un nivel de conocimiento muy sólido del mercado y de los competidores a los que espera enfrentar, porque se puede topar con unos competidores débiles y otros muy fuertes.

Esta situación determinará la capacidad de respuesta que tenga cada competidor y si no tiene bien claro los riesgos que afronta, esto puede resultar peligroso para la empresa.

Tipos de estrategias ofensivas

Las principales tipos de estrategias ofensivas que puede poner en práctica una empresa son las siguientes:

1. Atacar puntos débiles de la competencia

Sin duda, cuando una empresa ha estudiado a sus competidores, estará en capacidad de detectar cuáles son sus puntos débiles. Si la empresa considera que tiene ventaja en ese aspecto particular, sería apropiado atacar, puesto que tiene una buena probabilidad de alcanzar el éxito.

Así que, podría ser el caso de enfocarse en un segmento importante que la empresa competidora tenga desatendido y de esa forma aprovechar esa oportunidad.

2. Atacar puntos fuertes de la competencia

De la misma forma, una empresa competidora puede tener muchos puntos fuertes como los productos que ofrece, sus operaciones de bajo costo y sus excelentes planes de marketing y publicidad.

Por ejemplo, si ofrece un producto de excelente calidad, la estrategia ofensiva podría ser lanzar un producto similar con precio más bajo.

3. Ataque frontal en muchos frentes

También en esta estrategia la empresa puede utilizar diversos elementos para enfrentarse al competidor. Usando estrategias de productos nuevos, estrategias de bajo precio, estrategias de publicidad intensiva, estrategias de imagen de marca, entre algunas que podríamos mencionar.

Además, el ataque simultáneo en muchos frentes le da una mayor posibilidad de lograr el éxito al atacante, sobre todo cuando tiene más recursos financieros y ventajas competitivas sobre el competidor al que se enfrenta.

En general al implementar las técnicas ofensivas, las empresas deben hacer uso de un marketing más creativo e innovador, por lo que siempre deberán buscar adelantarse a las acciones que pondrán en práctica los competidores en ese mercado.

A manera de conclusión, podemos decir que las estrategias ofensivas pueden fortalecer la participación de las empresas que tienen facilidad de incursionar en los mercados. Ya sea con nuevos productos o utilizando técnicas de marketing y publicidad muy agresivas que les ayudan a ganar participación y posicionamiento de mercado. Pero no se puede dejar de lado que en ese mercado existen competidores que responderán con todas sus capacidades para defender su posición y cuota de participación de mercado.