Erogación
Un gasto es una erogación en el ámbito de la contabilidad. Todo aquella salida de dinero realizada por una empresa, destinada una inversión, a cubrir un coste de producción o cualquier otro tipo de gasto, se incluye dentro de este concepto.
En el mundo de la contabilidad, la erogación es asociada a una salida de dinero de la empresa. Tienen una gran importancia, debido a que su cuantía afecta directamente al resultado de la compañía. Cuanto mayor sea la suma, menor será el beneficio obtenido por la compañía al cierre de un ejercicio.
Características de la erogación
Entre las diferentes peculiaridades y variantes que podemos encontrar en la erogación, destacamos las siguientes:
- Es lo opuesto a una ganancia.
- Suponen una reducción del efectivo disponible para la compañía.
- Hay multitud de tipos, en función del destino del dinero.
- Si la salida de efectivo va dirigida a cubrir un gasto o un coste, es considerada «desembolso-gasto».
- Si por ejemplo va dirigida a una inversión, se le considera «desembolso-capital».
- Su cuantía afecta al cálculo del flujo de caja.
Tipos de erogación
Existen diferentes tipos de erogación, a continuación te explicamos las más importantes:
- Complementarias: Su objetivo es cubrir los gastos de un determinado programa. Dicho programa puede estar en proceso de lanzamiento o en funcionamiento.
- Contingentes: Se tratan de aquellos gastos dirigidos a cubrir necesidades muy costosas pero necesarias.
- Imprevistas: Este tipo de erogaciones no suelen ser incluidas en ningún presupuesto pero son aquellos gastos que surgen sin tenerlos planificados.
- Especiales: Tienen un gran número de similitudes con las complementarias. En este caso, son aquellas destinadas a nuevos proyectos que no se encontraban planificadas.
- Recuperables: Son aquellas que la compañía contempla recuperar debido a su condición. Pueden ser préstamos a otras empresas o una determinada inversión.
Ejemplo de erogación
Supongamos que somos los gerentes de una empresa de mobiliario de oficina. En el próximo año, queremos comprar nueva maquinaria para realizar una producción más rápida y eficiente. Cuantificamos una inversión necesaria de 30.000€, por lo que en este caso, estaríamos ante una erogación recuperable.
Ahora imaginemos que queremos abrir una sección de muebles para el hogar. Dicho proyecto no lo teníamos planeado al principio del ejercicio ya que acabamos de encontrar una oportunidad de negocio. Para poder lanzarlo, necesitamos un gasto en los departamentos de marketing y comercial de aproximadamente unos 2.500€. Bajo este supuesto, la erogación sería considerada especial.
Por último, tenemos que hacer frente a un total de 100.000€ en nóminas al final del ejercicio. En esta circunstancia, estaríamos ante una erogación del tipo complementario.
En conclusión, una erogación es una salida de dinero realizada por la empresa con el objetivo de llevar a cabo una inversión, subsanar un gasto o cubrir un coste. Este concepto se encuentra asociado al campo de la contabilidad.