Equipo de trabajo

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Un equipo de trabajo es un grupo de personas que trabajan por un mismo propósito, integrando los conocimientos personales de cada uno en función de los objetivos propuestos.

Armar un equipo de trabajo no es tarea sencilla, ya que del desempeño de cada integrante dependerá el resultado de los objetivos que se hayan propuesto.

En ese sentido, es fundamental conocer las habilidades que tiene de cada uno, de modo de equilibrar aquellas aptitudes de las que carecen unos, para fortalecerlas con las que otros tienen.

Además, conviene no confundir con grupo de trabajo. Equipo de trabajo y grupo de trabajo son conceptos parecidos, pero no son lo mismo.

Trabajar en equipo

Si bien, son conceptos muy similares, no es lo mismo un equipo de trabajo, que trabajar en equipo. Y esto se relaciona directamente por la forma en que se desarrollan las tareas.

Un equipo de trabajo podría decidir descomponer el trabajo en actividades y hacer cada uno una parte. Sin embargo, lo que están haciendo ahí, es una distribución de tareas, no un trabajo en equipo.

Trabajar en equipo significa que durante todo el proceso el equipo realizará retroalimentaciones, colaboraciones y análisis del progreso. Esto con el objetivo de evaluar y corregir inmediatamente lo que están desarrollando, trabajando tácticamente la estrategia.

Recomendaciones para armar un equipo de trabajo

Tal como se indicó anteriormente, cuando tienes la posibilidad de armar tu propio equipo de trabajo, intenta que éste abarque la mayor cantidad de capacidades profesionales, sociales y personales posibles. Para que así se fortalezca y pueda enfrentar los diversos desafíos que aparecerán en el camino.

Entre estas capacidades destacamos las siguientes:

  • Capacidad profesional: Se refiere a las habilidades propias de cada profesión u oficio que permiten gestionar los recursos tangibles e intangibles.
  • Capacidad social: Son aquellas que permiten a las personas establecer y construir relaciones de largo plazo. Esto, con el fin de mejorar la gestión e impacto del proyecto.
  • Capacidad personal: Son las capacidades que se alojan en las emociones y la fortaleza mental de las personas, haciéndolas capaces de reconocer y gestionar sus emociones en función del escenario al cual se enfrentan, siendo altamente adaptativas.

¿Cómo gestionar un equipo de trabajo?

Es importante saber que, por una parte, un equipo puede tener un líder que encausará el trabajo hacia los objetivos propuestos, pero por otra, debe existir una cultura de trabajo que vaya aportando constantemente al trabajo colectivo, sin la necesidad de supervisión constante. Es decir, disciplina de equipo.

La disciplina de equipo se trabaja programando las tareas personales encomendadas y estableciendo plazos, identificando recursos y proyectando entregas de productos.

Al mismo tiempo y tal como se señaló antes, el equipo debe generar instancias de colaboración, donde puedan revisarse las tareas, los avances y ejecutar algunas actividades en conjunto.

Estas instancias sirven para resolver los problemas en conjunto, cuando en ocasiones, una persona ha tenido inconvenientes en el tiempo, en los conocimientos o en la forma de enfrentar el desafío de proyecto. Ahí es donde los demás integrantes pueden construir una solución y apoyar al compañero de trabajo, guiando, aportando y tomando parte de sus tareas para realizarlas en conjunto.

El equipo de trabajo y el líder

Hemos escrito en otros artículos sobre liderazgo, que un líder no necesariamente cuenta con todas las habilidades necesarias para conducir un equipo. No obstante, este aspecto puede ser aminorado cuando este es capaz de construir un equipo que sí las tenga.

Esa virtud del líder de reconocer en otros el talento y las capacidades es vital para generar equipos eficientes.

Además, cuando el líder es parte integrante del equipo de trabajo se genera horizontalidad y ambiente de colaboración. Lo cual contribuye a generar confianza y lazos más estrechos de trabajo, repercutiendo en el compromiso de los integrantes con el propósito que persiguen.

Por ello es importante, que cuando se tiene la oportunidad de armar un equipo de trabajo, este tenga como principio en sus valores, la colaboración mutua.

Aspectos que afectan a un equipo de trabajo

Si bien, no existe una fórmula para el éxito en los equipos de trabajo, sí existen aspectos que pueden evitarse para no generar mayores problemas que no tienen relación con el objetivo propuesto.

Algunos de estos aspectos son los siguientes:

  • Generar discusiones políticas o religiosas: Muchas veces quizás has escuchado que en el trabajo no debe hablarse, ni de religión, ni de política. Y el problema no es ese, sino las confrontaciones que pueden derivarse de dichos temas. Es por ello, que hacerlo con respeto por la otra persona y sin ejercer juicios de valor, son cruciales para mantener un trato amable y armónico.
  • Tener comportamientos racistas, homofóbicos o machistas: En pleno siglo XXI estos temas han tenido intensos debates en el mundo, buscando abolir los comportamientos de odio hacia personas de otros orígenes, con orientaciones sexuales distintas, e incluso, con personas del sexo opuesto, que han sido vistas como inferiores. En un equipo de trabajo, la integración de cada persona es fundamental y un comportamiento de este tipo no debiese ser tolerado. La idea es crear equipos de excelente nivel profesional, pero también humano.
  • Débil comunicación interna: Un equipo de trabajo debe conversar, conocerse y apoyarse. Por lo tanto, si no existen instancias de conocimiento de información, pueden generarse versiones erróneas de los hechos o interpretaciones que no tienen relación con lo que realmente pasa. Procura siempre canalizar información oficial con tu equipo.

En resumen, gestionar un equipo de trabajo es una tarea bastante compleja, ya que lo que se gestiona son personas; el recurso más impredecible de manejar en las organizaciones. Por lo tanto requiere tiempo, esfuerzos, comunicación y mucha colaboración para alcanzar el propósito base por el cual se formó el equipo.