Enfermedad holandesa
La enfermedad holandesa es un fenómeno económico que se refiere a los efectos nocivos del aumento repentino en los ingresos de un país.
La enfermedad holandesa suele relacionarse con el descubrimiento de nuevas fuentes de recursos naturales.
No obstante, puede ocurrir con el desarrollo de cualquier actividad que genere un aumento importante de los ingresos en divisas. Por ejemplo, aumento del precio de los commodities o el flujo de la inversión extranjera.
Origen de la enfermedad holandesa
En la década de los 1960s, en Países Bajos hallaron grandes reservas de gas natural en el Mar del Norte. Por consiguiente, se generó un aumento importante de sus riquezas y, por ende, mayor ingreso en divisas por la explotación del gas.
Contrario a lo que podría pensarse sobre las consecuencias del aumento de la riqueza, algunos efectos no fueron positivos para el país. Teniendo fuertes repercusiones en segmentos económicos importantes. La enfermedad holandesa refleja esta paradoja de ingreso.
Características de la enfermedad holandesa
Algunos de los efectos que contempla este fenómeno son los siguientes:
- Apreciación de la moneda: El efecto principal es que la moneda local se encarece en relación con las divisas. Es decir, aumenta la demanda de moneda local. Por consiguiente, aumenta el precio de las exportaciones no relacionadas con la actividad que genera el boom de ingresos.
- Pérdida de competitividad: La industria local se vuelve menos competitiva en comparación con el resto del mundo. Debido al aumento, en términos reales, de sus costos de producción. Por ejemplo, aumento de los salarios reales. Igualmente, esto podría provocar la desindustrialización indirecta por los sectores económicos rezagados. Además, con la desindustrialización el país se vuelve más vulnerable a las fluctuaciones de precios del sector en auge.
- Aumento de las importaciones: Además, la industria local debe lidiar con importaciones más baratas que compiten con el producto doméstico. Es decir, mientras los costos de producción locales se elevan, los costos de producción externos se mantienen. Por tanto, los residentes podrían adquirir el mismo producto más barato fabricado en el extranjero.
- Desempleo: A largo plazo, este fenómeno puede conducir a mayores niveles de desempleo. Esto, debido a que la producción local podría desplazarse a otros países donde los costos de fabricación son menores.
¿Ingresos ordinarios o extraordinarios?
Un elemento importante de conocer para combatir estos efectos nocivos, es si la nueva riqueza es temporal o permanente:
- En el caso de ingresos temporales, la autoridad monetaria puede mitigar los efectos desacelerando la apreciación de la moneda. De esta forma, podría realizar venta de moneda local para mantener el valor. En la práctica, esto es acumulación de reservas.
- Por su parte, si el ingreso es permanente, se requieren cambios económicos estructurales. Por ejemplo, impulsar la productividad de los sectores rezagados para mantener o aumentar la diversificación.
Críticas al concepto
Como muchas cosas en economía, este concepto no cuenta con la aprobación de todo el gremio. Algunos se preguntan si realmente es un problema y si el término enfermedad es adecuado. Esto, considerando que los ingresos sean permanentes.
Estos detractores, argumentan que estos cambios solo representan el ajuste de la economía a su nueva dinámica. Es decir, los cambios en los bienes transables y no transables son un mecanismo de autocorrección.