Economías externas

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Las economías externas son modelos en los que se integran distintas empresas o firmas que utilizan procesos tecnológicos, materias primas o servicios técnicos y profesionales similares.

Es decir, muchas empresas se integran estratégicamente para aprovechar las utilidades que pueden brindarse entre sí. Dichas ventajas están relacionadas con sus procesos de producción, como lo explicaremos a continuación.

Supongamos que una empresa se dedica únicamente a producir todos los componentes que se requieren para la producción de una mercancía. A su vez, otra empresa realiza el ensamblaje del producto, y finalmente una tercera empresa realiza el proceso de comercialización. Este es un caso de economías externas.

Siguiendo esta lógica de cooperación, se producen integraciones de compañías de diferentes países, dando lugar a las multinacionales y transnacionales.

Sin duda, con esta forma de funcionar, se aprovechan los beneficios de la división del trabajo, lo que ayuda a producir con mayor nivel de eficiencia y a reducir costos de producción.

El aprovechamiento de los beneficios de las economías externas se genera en tanto sea fácil el movimiento de los factores de producción de un país a otro, especialmente el capital y el trabajo.

Desde luego, los movimientos de factores de producción pueden incluir la migración de mano de obra, así como la transferencia de capital por medio de la deuda externa o la inversión directa extranjera.

Sobre todo, las economías externas se fundamentan en el hecho de que los factores de producción no se encuentran distribuidos uniformemente. Por ello, un país x con relativa abundancia de mano de obra puede requerir, por ejemplo, la captación de capital del extranjero. A su vez, para algunas empresas puede ser atractivo localizarse en ese mismo país x porque ofrece facilidad para conseguir mano de obra calificada y barata, logrando beneficios para alcanzar una producción más eficiente y menos costosa.

¿Por qué las empresas aprovechan las economías externas?

Por supuesto, las empresas obtienen muchos beneficios al aprovechar las economías externas. Así, lo que buscan al localizarse en ciertos espacios internacionales es lograr ahorrarse costos y explotar las ventajas producidas por la división del trabajo.

Generalmente, se ubican en lugares donde pueden encontrar mano de obra altamente calificada y barata. En otras ocasiones, buscan aprovechar las ventajas de una adecuada infraestructura tanto de comunicación como de transporte. También, pueden verse atraídas por la disponibilidad y relativa abundancia de los recursos naturales que se encuentran en un país determinado. Estos recursos pueden ser la fuente de energía que necesitan para poder producir.

La visión de Alfred Marshall sobre las economías externas

Alfred Marshall tenía una visión muy particular acerca de las economías externas. Así, afirmaba que las empresas se beneficiaban por encontrarse en una ubicación cercana en términos geográficos. Sin embargo, estos beneficios no tenían nada que ver con los recursos naturales disponibles en el área.

Marshall exponía tres razones fundamentales por las cuales una empresa se beneficiaba de trabajar con un grupo de empresas cercanas y no en forma aislada. Estas razones son las siguientes:

  • Generación de mano de obra especializada.
  • Apoyo de proveedores especializados.
  • Favorece la difusión y aprovechamiento del conocimiento especializado y tecnológico.

1. Mano de obra especializada

Efectivamente, las economías externas no solo se benefician de los recursos naturales que se encuentran en el área. Además, se produce un cambio en el mercado de trabajo. Este se vuelve muy especializado, dado que la mano de obra se va creando dentro del sector industrial.

Adicionalmente, las empresas pueden disponer de mano de obra que posee conocimientos específicos sobre la industria. Todo esto facilita el proceso de reclutamiento y de contratación de nuevos empleados. La oferta de trabajo también se vuelve muy competitiva, lo que ayuda a que los trabajadores encuentren distintas oportunidades laborales y mejores salarios. Ambos actores, empleadores y trabajadores, se benefician.

2. Proveedores especializados y las economías externas

Por otro lado, un grupo de empresas que se agrupan en torno a una misma industria, necesita equipos, soporte técnico e insumos específicos. Por ello, se necesitan proveedores especializados que suplan las demandas y requerimientos de un mercado muy grande.

Naturalmente, la demanda generada estimula que muchos proveedores se especialicen en este tipo de servicios y suministros especializados, haciendo que la competencia entre proveedores se vuelva muy intensiva. Esto ocasiona que se puedan conseguir insumos y servicios a precios más bajos y con mejor calidad. En pocas palabras, hay más capacidad para elegir.

Claro que, al mismo tiempo, los proveedores también se benefician porque pueden aprovechar la economía de escala. Esto, debido a que logran dirigirse a un mercado muy grande el cual deben abastecer. Los proveedores pueden ofrecer insumos, servicios de soporte técnico, de consultoría y de operaciones de tercerización.

3. Difusión del conocimiento y de la tecnología

Evidentemente, la difusión del conocimiento y de la tecnología favorece el nivel de competitividad de las empresas y de la industria en general. Su aplicación en los procesos productivos favorece tanto a las compañías como a la sociedad en general, puesto que permite que se produzcan mejores bienes y servicios.

Del mismo modo, la tecnología favorece procesos colaterales como la investigación, así como el desarrollo de la creatividad e innovación del recurso humano. Al compartir este know how, todas las empresas se benefician y se enriquecen mutuamente.

Finalmente, se puede afirmar que las empresas que se concentran en una ubicación geográfica determinada aprovechan los beneficios que producen las economías externas.  Estos beneficios se logran al intensificar los procesos de división del trabajo. La división del trabajo favorece la creación de mano de obra y de proveedores especializados. Asimismo, permite que se dé una mejor difusión del conocimiento y de la tecnología. Todo esto permite que se produzcan de forma más eficiente bienes y servicios, favoreciendo a las empresas y a la sociedad en general.