Diferencia entre amortización y depreciación
La diferencia entre amortización y depreciación reside en el tratamiento contable o económico que supone el paso del tiempo y sus efectos en los bienes o activos con los que se cuenta en propiedad.
Desde el punto de vista de la contabilidad y la dirección de empresas, conocer la diferencia entre amortización y depreciación es básico. Concretamente, a la hora de reflejar fielmente el valor en cada momento de los activos que se tienen y que contribuyen por su naturaleza al desarrollo de la actividad económica y la generación de ingresos futuros.
Como es lógico, estos activos poseídos sufren un continuo deterioro que se extiende a lo largo de toda su vida útil. De esa manera, conceptos como la amortización o la depreciación son básicos para otorgar un valor numérico o medido al desgaste provocado y a su correspondiente pérdida de valor.
Tipo de activo en que se centran la amortización y la depreciación
A menudo suelen confundirse ambos conceptos. Especialmente en el lenguaje más coloquial, a la hora de referirnos al efecto del paso del tiempo en los bienes o activos fijos con los que un individuo o una empresa cuenta.
La principal diferencia entre ambos términos que puede establecerse es la siguiente:
- La depreciación se centra exclusivamente en los activos fijos.
- La amortización se enfoca a los bienes intangibles y diferidos.
Dicho esto, es conveniente señalar que las distintas metodologías para el cálculo de ambos términos son similares, cambiando únicamente y como se ha indicado anteriormente el objeto de análisis o tipo de activo a medir.
La vida útil del activo como elemento distintivo
Es habitual que los gastos derivados del uso del activo fijo sean tratados contablemente como depreciación durante un periodo de tiempo que se alarga durante toda la vida útil del elemento. Es decir, una cámara frigorífica de un supermercado se desgasta y por tanto pierde valor monetario durante su existencia y hasta el final de su funcionamiento.
Caso contrario ocurre con los activos intangibles o diferidos, cuya amortización se prolongará a lo largo de un periodo de tiempo previamente definido o establecido, bien por su empresa creadora u otorgadora o por la Administración Pública.
Existiría el ejemplo de una concesión para el uso y disfrute de una terraza de verano para un bar. Esta licencia tendrá una amortización aplicada por parte del negocio durante los meses en que se disfrute.
En ese sentido, la amortización es más inmediatamente estimable numéricamente que la depreciación para un momento en el tiempo determinado. Prueba de ello es la existencia de los llamados calendarios o previsión de amortización.