Despido nulo

El despido se califica como nulo por motivos de fondo en la decisión del empleador. Esto significa que el empleador decide poner fin a la relación laboral con el empleado por motivos de lugar de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición que se considere discriminación.

Las causas que motivan esta extinción del contrato laboral calificado como nulo son:

En referencia a todo el personal laboral:

• Violación de derechos fundamentales. Discriminación, como por ejemplo, despedir por ser católico o ser de un país determinado.

En referencia a las mujeres trabajadoras:

• Despedir a una trabajadora embarazada, en caso de que el empleador despide a una mujer embarazada, el despido es nulo de pleno derecho.
• Despedir a una trabajadora durante el tiempo que dure la baja por maternidad, baja por embarazo de riesgo, o baja por lactancia.
• Despedir a una trabajadora en reducción de jornada para la conciliación familiar.

En referencia a un despido colectivo (extinción de la relación de trabajo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que afecta a un gran volumen de trabajadores):

• Que no haya periodo de consultas.
• No respetar plazos ni documentación obligatoria.

En caso de que el trabajador decida ir a juicio contra la empresa para que el tribunal dictamine si es un despido nulo, es obligatorio intentar una conciliación previa con la empresa.

Por tanto, antes de interponer demanda de despido hay que realizar un intento de llegar a acuerdo con la empresa. Este trámite es esencial, sin el mismo el tribunal no admite la demanda.

Esta es una característica singular del procedimiento de despido en la legislación española que la diferencia de cualquier otra jurisdicción: administrativa, civil, penal, etc.

Si finalmente no hay acuerdo con la empresa, se pasará el pleito a los juzgados para que el juez decida la calificación del despido.

Si el despido es nulo, significa que nunca existió. Es decir, es nulo desde su nacimiento y por tanto no puede surtir ningún efecto.

Cuando se haya declarado judicialmente la nulidad del despido el empleador está obligado a readmitir al trabajador en el puesto que ocupaba habitualmente o funciones habituales.

Además, el empleador debe pagar los salarios que no haya cobrado el trabajador mientras haya durado la extinción del contrato. En este caso, como el trabajador va a ser readmitido no tiene derecho a la indemnización.

Existe una excepción en la obligación de readmisión y es cuando el despido afecta a una mujer por motivos relativos a violencia de género, agresión sexual, abuso o acoso por parte del empleador. El despido nulo por no querer mantener relaciones con el empleador tiene la especialidad siguiente: La trabajadora tiene la opción de elegir entre la indemnización (extinción del contrato) y la readmisión.

Si la trabajadora en este último caso opta por la indemnización y la extinción de la relación laboral, también tendrá derecho a recibir los salarios que no haya cobrado hasta la resolución por parte del juzgado calificando el despido.