Denominación de origen
El concepto denominación de origen indica la procedencia de un producto alimenticio, reseña su calidad, y además es una forma de proteger la propiedad industrial de ese producto.
Vinos, embutidos, quesos, frutas y una gran variedad de productos de alimentación van asociados a esta denominación. ¿Pero qué significa y tiene de particular esta distinción?
Una denominación de origen va asociada a un lugar concreto de un territorio, a las características asociadas a ese lugar, contexto, propiedades, especificaciones, calidad y cantidades. Por ejemplo: podemos hablar de la Denominación de Origen Ribera del Duero para situar una serie de vinos propios y característicos de esa zona.
Las denominaciones de origen se regulan a través de una serie de reglamentos determinados para su buena puesta en práctica, diversos decretos y leyes. Además, para que se cumpla todo lo pertinente, los consejos reguladores de cada denominación de origen, serán los encargados de cumplir todas las pautas que se han establecido.
Lo esencial es crear un producto de calidad, que se distinga del resto, y conserve sus características intactas.
Las primeras distinciones en cuanto a calidad se remontan al siglo XIX cuando se buscaba el proteger alimentos y productos propios de ciertas zonas para evitar una competencia desleal y fraudulenta. Las primeras denominaciones surgieron relacionadas con el vino en Europa, en países como Italia, Francia o España. Posteriormente, se han extendido estas denominaciones a otro productos alimenticios como los quesos, embutidos o frutas.
Los países ya velan por los productores y porque los productos elaborados sean de una calidad extraordinaria. De hecho, los agricultores demandan esto puesto que les beneficia a la hora de exportar sus producciones, y ellos se comprometen a la hora de elaborar un producto de calidad para introducirlo en el mercado.
¿Qué aporta la denominación de origen a un producto?
Estas son las aportaciones principales:
- La calidad del producto es constante, se vela porque así sea durante todo el proceso de producción. Es un sello que distingue y remarca que un producto es de calidad. Además, para que esto se lleve a cabo desde el principio, todos aquellos productores que desean obtener este sello, también reciben pautas, y formaciones para que se ejecuten de forma correcta los métodos tradicionales para que la calidad sea óptima.
- Obtienen un grado de reconocimiento a nivel mundial. Sin duda, tener un producto alimenticio con denominación de origen, da prestigio y hace que a nivel global exista un reconocimiento y conocimiento de ese producto.
- Se protege a los creadores a nivel legal contra cualquier tipo de falsificación que pueda surgir. Puesto que cumplen con las normativas indicadas, también están protegidos si esto sucede.
- Es una forma de ofrecer seguridad al consumidor ya que este se siente confiado con el producto puesto que se le garantiza que cumple una normativa de calidad.
- Además de tener presencia en el mercado nacional, la denominación de origen, permite dar acceso a la distribución en mercados internacionales. Tener este sello siempre da cierto prestigio para acceder al mercado global.