Declaración complementaria
La declaración complementaria de la Renta es un documento oficial en materia fiscal que, como su nombre indica, complementa a la declaración común. Esta incluye la corrección de errores, regularizando la falta de datos solicitados o incluyendo documentos requeridos como es el caso de facturas.
La creación de una declaración de tipo complementario supone necesariamente que se refiera a una declaración principal. Declaración a la cual corrige, y que se ha presentado en el mismo periodo y ejercicio fiscal. Además, solo son incluidos, en esta segunda presentación, aquellos datos que no aparecían en la original o que deben ser subsanados.
¿Cuándo debo hacer la declaración complementaria?
Este tipo de declaraciones son muy comunes en impuestos como el IRPF o el IVA. Especialmente, en ocasiones en las que la devolución o el pago final resultante no se ajusta a la realidad. Por lo que es necesario llevar a cabo una corrección formal, requerida por la Administración.
Este último punto es especialmente importante. Pues, solamente será posible la presentación de una declaración complementaria en aquellos casos en los que la hacienda pública sea la afectada. Donde la devolución haya sido mayor de lo debido, o hayamos pagado una cantidad menor de impuestos a lo requerido. En el caso de que el error sea ajeno al titular de la declaración, el proceso de reclamación se realiza mediante otras vías. Pero, como decíamos, no mediante este tipo de documentos.
¿Para qué sirve la declaración complementaria?
La existencia de este tipo de herramienta administrativa facilita la subsanación de errores frecuentes. Especialmente teniendo en cuenta que muchas declaraciones se realizan por medio de la llamada autoliquidación (no se recurre a profesionales o técnicos fiscales si no que realiza personalmente).
Algunos requisitos para presentar una declaración complementaria
Una declaración complementaria de impuestos debe ser presentada atendiendo a unos plazos previamente fijados por el Estado y que normalmente varían dependiendo de las razones por las cuales sea necesaria una regularización.
Será necesario indicar, además, el número de referencia de la declaración inicial para que la Administración identifique la corrección, así como especificar si se trata de una declaración de este tipo o sustitutiva.