Cuantía

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La palabra cuantía es, en general, sinónimo de cantidad o importe. Suele utilizarse, sobre todo, cuando no se ha calculado o medido con precisión el bien en cuestión.

En otras palabras, este término se emplea principalmente cuando no se ha definido un monto. Igualmente, cuando no se ha cuantificado un bien, ya sea esto posible o no.

Por ejemplo, puede decirse: «Se desconoce aún la cuantía de la multa que pagará Pedro por haber cometido la infracción que provocó el accidente de tránsito».

Acepciones de cuantía

Las principales acepciones de cuantía son:

  • Volumen: Cuando se hace alusión a una cantidad de algo. Por ejemplo, los kilogramos de zanahoria que se venden a diario en el mercado.
  • Dinero: Cuando nos referimos a un valor medido en unidades monetarias. Por ejemplo, los ingresos que recibe el Gobierno por el cobro del impuesto a las sociedades.
  • Precio: Es una forma de referirse al coste de un producto. Por ejemplo, la cotización por la que se vende el kilo de banano orgánico en el supermercado.
  • En el ámbito legal: Es el valor de las cosas que se disputan en un litigio. Los jueces se basan en ese dato para tomar su decisión. Por ejemplo, puede tratarse del importe que está exigiendo el demandante al demandado por concepto de indemnización por daños y perjuicios.

Cuantía como acumulación de atribuciones

Se conoce como cuantía también a la acumulación de atribuciones o características positivas de una cosa o persona.

Cuando algo es muy apreciado o las circunstancias lo están favoreciendo, se dice que su cuantía es alta. Si es baja, en cambio, el objeto carece de valor o es despreciado.

Puede utilizarse además en un contexto como el siguiente: «Alejandro es un profesional de mucha cuantía y por eso fue contratado por una empresa transnacional que tiene su matriz al otro lado del mundo». Esto supone que al sujeto en cuestión se le reconocen méritos que le permiten destacar en el ámbito profesional.

Cuantía y cantidad

Las palabras cuantía y cantidad son comúnmente usadas en contextos informales de manera indistinta. Esto, sin causar confusión al lector o interlocutor.

Sin embargo, el término cantidad es más apropiado en circunstancias donde se conoce un volumen o valor específico. Por ejemplo, el número de monedas que guardé en mi billetera antes de salir de casa.

En cambio, el vocablo cuantía tiene una naturaleza vaga e imprecisa. Por esa razón, es más adecuado cuando nos queremos referir, por ejemplo, a un monto que ignoramos o a las capacidades de una persona a las que no les podemos asignar un valor numérico con facilidad. Esta última acepción la hemos comentado líneas arriba y tiene que ver con evaluaciones basadas, en muchas ocasiones, en criterios subjetivos.