Crédito privilegiado
El crédito privilegiado es aquel que tiene prioridad de ser pagado antes que otros. Esto, en caso de que el deudor enfrente un concurso de acreedores.
Lo anterior sucede cuando una persona natural o jurídica se ve impedida de hacer frente a todas sus obligaciones. Entonces, debe clasificar sus deudas para determinar cuáles son más importantes de cancelar.
Características del crédito privilegiado
Las características principales del crédito privilegiado son las siguientes:
- Cuenta con la mayor jerarquía dentro de los créditos en el concurso. Así, deben ser pagados antes que los créditos ordinarios y subordinados.
- La lista de los créditos privilegiados debe ser comunicada a los acreedores y normalmente puede ser impugnada por cualquiera de ellos, o por otros agentes interesados. Esto, dentro del plazo que establezca la ley en cada país.
- La elección de los créditos privilegiados no es a discreción, sino que debe a obedecer al marco jurídico que rige el concurso de acreedores.
Clasificación del crédito privilegiado
El crédito privilegiado puede ser de dos tipos:
- Con privilegio especial: Son aquellos préstamos garantizados por un bien o derecho específico. Es decir, en caso de incumplimiento, el acreedor solicitará la ejecución de la garantía, procediendo con su venta para pagar la deuda pendiente. Dentro de este grupo, encontramos, entre otros, los siguientes tipos de financiamiento:
- Créditos garantizados con hipoteca inmobiliaria.
- Créditos pignoraticios cuya prenda es una joya o bien de lujo.
- Préstamos que tienen como garantía un valor mobiliario.
- Créditos respaldados con anticresis. Este es un contrato por el cual el deudor concede al acreedor el derecho de percibir los frutos de un bien inmueble. Por ejemplo, supongamos que el sujeto X es propietario de un departamento y lo arrienda por US$ 1.000 mensuales. Entonces, el banco acepta dichas rentas como garantía, es decir, cobrará el alquiler de la vivienda en caso X no pague su deuda.
- Con privilegio general: Son los créditos que afectan a todo el patrimonio del deudor. Esto, al no ser garantizados por un activo específico. Dicha categoría incluye, por ejemplo:
- Los salarios por pagar de los empleados de una empresa.
- Las retenciones efectuadas a la planilla que deben transferirse a la Seguridad Social.
- Los tributos por pagar, por ejemplo, por el Impuesto al Valor Añadido(IVA) que una empresa cobró a sus clientes al realizar sus ventas.
- Pagos que corresponden al uso de la propiedad intelectual de un tercero. Esto sucede, por un ejemplo, cuando se adquiere la licencia para utilizar un invento patentado.