Crédito fiscal

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El crédito fiscal es una cuantía económica que se encuentra a favor del sujeto obligado a pagar un determinado impuesto, ya sea persona física o jurídica.

Es decir, el crédito fiscal es un importe económico a favor del contribuyente a la hora de liquidar un impuesto. Esto permite que el sujeto pague menos tributos o que tenga un saldo a favor con la autoridad recaudadora o tributaria.

La cuantía de este saldo a favor depende de aquellos gastos deducibles en los que haya incurrido el sujeto. Estos pueden ser incluidos en la declaración por la ley que regula el impuesto en cuestión.

Entonces, si estamos obligados a pagar, por ejemplo, 1.000$ de un impuesto y tenemos un crédito fiscal de 80$, nuestra obligación de pago será de 920$. Esto, ya que la cuantía del crédito fiscal ya se encuentra en manos de la administración (Más adelante presentaremos un ejemplo con más detalles).

Gastos deducibles y crédito fiscal

Pero, volvamos al concepto de gasto deducible. Debemos recordar que cuando adquirimos un determinado bien o servicio hacemos frente al pago del precio del producto sumado al impuesto correspondiente, incurriendo, por tanto, en un gasto. Este podría ser el caso de un gasto deducible.

En ese sentido, recordemos que un gasto deducible es aquel que puede ser incluido en la declaración de un impuesto que se pague en función de los ingresos y gastos del declarante. Este gasto permite que se reduzca el valor de la cantidad ingresada por el sujeto de cara a la Administración Pública, es decir, permite disminuir la base imponible sobre la cual se calculará el impuesto.

Por este motivo, al incluir los gastos deducibles, la cuantía a pagar por impuestos será inferior en comparación a la correspondiente en el caso de contabilizar únicamente los ingresos.

El crédito fiscal es un concepto utilizado en impuestos como el Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) o el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Cabe precisar además que, en función de cada tipo de impuesto, los gastos deducibles se contabilizan como reducciones de los ingresos obtenidos (IRPF) o como pago por adelantado de un impuesto (IVA).

Ejemplo de crédito fiscal

Supongamos que somos una empresa encargada de la fabricación de tazas de café. Para poder fabricarlas necesitamos comprarle la cerámica a nuestro proveedor. Tenemos una amplia red de clientes y este último año hemos contabilizado los siguientes ingresos y gastos deducibles en el Impuesto del Valor Añadido (IVA):

  • Ingresos: 500.000$ + 105.000$ de IVA
  • Gastos deducibles: 100.000$ + 21.000$ de IVA

El tipo impositivo de este impuesto es del 21%, por tanto, en relación a los ingresos nos correspondería pagar 105.000$ de IVA. Sin embargo, debido a los gastos deducibles, tenemos un crédito fiscal por valor de 21.000$. En este caso, la cuantía que nos corresponderá pagar de IVA será la resultante de la siguiente operación.

Cuantía del impuesto: 105.000 – 21.000 = 84.000$

En conclusión, el crédito fiscal es el monto que se resta de la cantidad a pagar de un impuesto por un sujeto. Dicho importe restado depende de los gastos deducibles que hayan sido incluidos en la declaración.