Costo ecológico
El costo ecológico cuantifica la pérdida, degradación o agotamiento de los recursos naturales de una localidad, país o región.
El costo ecológico generalmente se produce durante el proceso productivo, los accidentes, el error humano involuntario, negligencia, entre otros. Y puede ser expresado en un valor monetario.
La sociedad y los ecosistemas son los más afectados ante un impacto ambiental negativo. Para conocer la magnitud del daño se emplea el costo ecológico.
Registro de costo ecológico
Para poder prevenir, disminuir o reparar la pérdida de recursos naturales es necesario llevar a cabo la medición del mismo. Puede llevarse a cabo mediante balances que muestren la situación y los gastos en que se debe incurrir para poder restaurar los recursos naturales; esto con ciertas limitantes ya que existen recursos que se pierden y no es posible restaurar, como por ejemplo la extensión de especies.
Es posible llevar un registro del costo ecológico del medio afectado, por ejemplo:
- Contaminación atmosférica.
- Degradación del suelo.
- Agotamiento de hidrocarburos.
- Agotamiento de agua subterránea.
- Contaminación del agua.
- Agotamiento de recursos forestales.
También es posible medir el grado de agotamiento y degradación ambiental por diferentes sectores de actividad económica.
Costo de reposición ecológico
Es un método mediante el cual se estima cuál es el costo total de reponer el daño aproximándose al valor del bien ambiental.
Por ejemplo el valor en hectáreas de bosque necesarias para sumir el CO2 provocado por el consumo energético de una persona en un año.
Costos de protección ambiental
Algunos casos en los que, derivado de la actividad humana, se incurre en costos para la protección del medioambiente son:
- Gestión de residuos.
- Protección del aire.
- Gestión de aguas residuales.
- Protección y restauración de suelos.
- Protección del agua subterránea.
- Investigación y desarrollo.
- Protección de la biodiversidad.
Los costos ecológicos deben recaer en quien lo provoca o quien genera el impacto negativo. Sin embargo, no siempre es así en la práctica, ya que en ocasiones se desconoce el causante y al final es la sociedad la que asume los costos.
Las empresas y el costo ecológico
Dado que el costo ecológico está relacionado con el proceso de producción y con el ciclo de vida del producto; es decir su vida útil; entonces se convierte en un desecho, el cual tendrá que ocupar un lugar. Es por lo tanto importante que se tenga presente tanto por las empresas como por los consumidores la valoración de los ciclos de vida del producto. Las empresas pueden planear que sus productos tengan más usos al concluir su función principal y los consumidores realizar una compra informada y enfocada a un consumo responsable.
En ese sentido si los productos cuyo proceso de degradación es corto, tienen un menor impacto desde el punto de vista ecológico, porque no ocuparán espacio y no afectarán con su presencia y con su lento deterioro a otros ambientes distintos a donde se produjo o se consumió.
Las empresas tienen la responsabilidad de cumplir con normas ambientales, establecidas por instituciones de control. De otra manera enfrentarán costos de restauración de daños ambientales, multas, sanciones o incluso el cierre por no llevar buenas prácticas en este tema.
Es por ello que deben asumir costos tales como prevención, costos por fallas internas y/o corrección ambiental. Esto les puede ocasionar reprocesos, costos por los desechos que producen, tratamiento adecuado de desechos y costos por tiempo ocioso.
Importancia de conocer el costo ecológico
Es fundamental que se conozca el costo ecológico para estar en posibilidades de tomar de decisiones como planificar, presupuestar y administrar los recursos naturales.
Sin embargo, asumir el costo implica que tenga un efecto en el proceso económico porque ante un incremento en los costos de producción, necesariamente tendrá un incremento en el precio final de los productos, si éstos son inelásticos entonces el efecto esperado será que se reduzca la cantidad demanda de esos bienes. En caso de que esos bienes gocen de un subsidio para su compra entonces seguirá trasladado el costo ecológico al futuro y amenazando la sostenibilidad de los ecosistemas, la producción y consumo será por lo tanto ineficiente.
Es por lo anterior que, para muchos expertos es necesario internacionalizar el costo ecológico de tal manera que parte del precio de un producto se destine a la restauración ambiental y otra a la investigación de fuentes alternativas de energía. Esto es lo que algunos economistas le denominan “sustentabilidad fuerte”.