Contaminación del aire

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La contaminación del aire es la emisión de sustancias tóxicas suspendidas en el ambiente aéreo.

Este tipo de contaminación es una de las más graves para el planeta, por las implicaciones que tiene, ya que deteriora la calidad del aire que respiramos, degrada la capa de ozono, es parte responsable del calentamiento global.

Origen de la contaminación del aire

La generación de contaminación del aire está ocasionada por las emisiones de hidrocarburos, dióxido de carbono, dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, plomo, etc.

Todos ellos provenientes del proceso productivo y de actividades humanas entre los que destacan por sus emisiones se encuentran:

  • Industrias: Al producir energía, por ejemplo, al producir electricidad, combustibles fósiles, así como en la producción de solventes.
  • Agricultura y ganadería: La quema de residuos agrícolas, el gas metano producido por el ganado.
  • Transporte: La necesidad de las personas de desplazamiento implica el uso de combustibles fósiles en su gran mayoría lo que genera contaminación atmosférica.
  • Preparación de alimentos y chimeneas a manera de calefacción: Esto se da principalmente en personas que viven en pobreza y utilizan la quema de estiércol de animales, carbón vegetal, madera, residuos de cultivos, entre otros. En este contexto son los niños y las mujeres los más vulnerables porque ocupan parte considerable de su día para encontrar todos estos materiales y los aparta de las actividades escolares a los niños y de actividades productivas que le pueda generar ingresos a las mujeres.

Gases de efecto invernadero

Las sustancias que están presentes en el aire pueden permanecer suspendidas pocos días y dividirse en partículas sólidas y depositarse posteriormente en el suelo o en los océanos, también existen sustancias que pueden permanecer por décadas, esto último ocurre con los “gases de efecto invernadero”.

Los gases de efecto invernadero están constituidos principalmente por dióxido de carbono y son producto de emplear combustibles fósiles principalmente en las industrias y en el sistema de transporte. También procede de erupciones volcánicas y de incendios forestales. Sin embargo, en estos dos últimos casos, su emisión es mucho menor.

Medición de la contaminación del aire

La manera en que es posible medir la contaminación del aire es mediante la medición de las concentraciones diarias o anuales de partículas (PM) por metro cúbico de aire. Los principales componentes son: nitratos, sulfatos, cloruro de sodio, amoníaco, los polvos minerales, hollín y agua.

Ahora bien, uno de los componentes de la niebla tóxica se compone de ozono a nivel del suelo (que es distinto de la capa de ozono en la atmósfera superior) y el dióxido de azufre. Principalmente proceden de la emisión de vehículos, generación de electricidad, calefacción doméstica y de las industrias.

Importancia del conocimiento de la contaminación del aire

Además del beneficio que representa para la salud una reducción de la contaminación del aire, tiene un impacto económico. Esto ya que una mejor calidad del aire reduce los costos en la atención médica de las enfermedades ocasionadas por la contaminación del aire, una mejor productividad y por ende competitividad de los países. Al mismo tiempo, reduce el efecto del cambio climático que esto genera. Que si bien son más casos en los países en donde existe mayores niveles de pobreza, también es cierto que el aire es algo que viaja a todos los rincones del planeta.

El efecto del cambio climático además de impactar en la biodiversidad, afecta a la agricultura. Esto, ya que reduce el rendimiento de algunos cultivos como el maíz, trigo, arroz y soja. Lo cual, a la larga, puede encarecer los precios de estos productos.

Es fundamental el conocimiento de la contaminación del aire y su reducción porque pone en riesgo la vida de los seres vivos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la contaminación del aire se le puede atribuir efectos dañinos para los seres humanos. Por ejemplo, enfermedades respiratorias como el asma, infección aguda de las vías respiratorias inferiores en los niños, cardiopatía isquémica, neumopatía obstructiva crónica, accidentes cardiovasculares e incluso cáncer de pulmón.

Reducción de la contaminación del aire

A continuación, algunas medidas para reducir la contaminación del aire:

  • Separar residuos que sea posible usar digestores para producir biogás y éste sea empleado como generador de energía.
  • Consumo responsable, minimizando el desperdicio de comida, evitar el uso de aerosoles que añadan contaminación atmosférica y dañen la capa de ozono.
  • Uso de transporte que no use energías fósiles que contaminan el aire.
  • Apoyar programas que permitan priorizar el uso de energías renovables como la eólica, solar o hidroeléctrica.
  • Incrementar la eficiencia energética de las ciudades, lo que requeriría una menor necesidad de energía.
  • Apoyar a comunidades vulnerables con programas para proporcionar cocinas seguras que reduzcan la carga de trabajo y la contaminación que genera la quema de combustibles para cocinar y proporcionar calefacción. Apoyar en todo el mundo los test científicos en materia de contaminación del aire y traducirlos en políticas que permitan mejorar la calidad del aire, contribuirá a mejorar la salud de millones de personas.

Ejemplo de ello sería el “Programa Paneuropeo de Transporte, Salud y Medio Ambiente copatrocinado por la OMS” con su compromiso para generar indicadores que mitiguen la contaminación del aire. Así como continuar con el compromiso del Objetivo 7. Energía asequible y no contaminable (ODS). De igual forma respetar y promover el Protocolo de Kioto, para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Establecer impuestos a las emisiones de carbono, aumentarlos o desincentivar de algún modo las mismas. De esta manera, se pretende impulsar la motivación por buscar alternativas energéticas.